Vídeo | Un bar de Segovia cobra 4,5 euros por servir un vaso de agua de grifo a la clientela
El restaurante La Olma de Pedraza justifica el importe porque “todo lo que se sirve hay que cobrarlo”
Agua de grifo a precio de oro. Con asterisco. El restaurante La Olma de Pedraza (Segovia, 350 habitantes) regala el contenido de los vasos de agua, como marca la legislación, pero cobra 4,5 euros por servírsela a la clientela de una de las localidades más turísticas de la provincia. Esta argucia les ha supuesto una denuncia de la asociación de consumidores Facua mientras que el dueño del establecimiento, Sergio Blázquez, justifica esta política de precios porque “todo lo que se sirve hay que cobrarlo”. “El agua es gratis”, insiste el gerente. Lo que no lo es el trabajo detrás de llevarla del grifo a la mesa, tarifado en ese precio. Si un vaso tiene 200 mililitros, el litro sale a 22,5 euros. Como una botella de buen vino.
La decisión de La Olma regatea la Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular, en vigor desde el pasado abril. El artículo 18.3 de este precepto recoge que “Al objeto de reducir el consumo de envases de un solo uso […] en los establecimientos del sector de la hostelería y restauración se tendrá que ofrecer siempre a los consumidores, clientes o usuarios de sus servicios, la posibilidad de consumo de agua no envasada de manera gratuita y complementaria a la oferta del mismo establecimiento”. Esta medida, que pronto cumplirá un año, llevaba tiempo reclamándose por parte de la Organización de consumidores y usuarios (OCU). La web de La Olma ya da pistas al cliente de lo que puede encontrarse. Junto a la oferta de vinos, cervezas, refrescos o tés, incluye este mensaje: “Servicio de agua del grifo (por persona), el agua se lo regalamos”. Lo que no regalan es el proceso de servirla, algo que indigna a Rubén Sánchez, presidente de Facua: “El dueño lo ha dicho, es evidente que los trabajadores cobran por su trabajo, los clientes pagan por todos los productos y servicios, el único que no se tiene por qué pagar es el agua de grifo o que te pongan tenedor y cuchara”.
Esta “bravuconería” del propietario ha marcado que Facua haya denunciado: “Puede haber más restaurantes que incumplan la normativa pero este lo hace con bravuconería, planteando el truco de que el agua no te la cobren pero el servicio del camarero sí”. Sánchez considera una “tomadura de pelo” la actitud del restaurador: “Es decir ‘conozco la ley pero me río de ella”. El máximo cargo de la asociación de consumidores admite que muchos otros locales seguro que no ofrecen el agua de grifo de forma gratuita, pero quiere pensar que por desconocimiento. En cambio, esta “chulería evidente” debe acarrear que la Junta de Castilla y León les abra expediente sancionador por incumplir la norma y penalice la estratagema.
El dueño del restaurante La Olma, especializado en cochinillo y lechazo, ha explicado a Efe el porqué de este precio, como puede verse en el vídeo que acompaña esta noticia. “Nuestro trabajo lo tarificamos, como cualquier persona en este país, a no ser que sea una ONG. Nosotros, de momento, somos una empresa” , ha argumentado Blázquez, incidiendo en que en su establecimiento “el agua es gratis” y que la clientela puede ir al baño y acceder gratuitamente al líquido elemento, pero que su empresa “de servicios” cobra por su trabajo, concretamente 4,5 euros por vaso de agua corriente. Quien opte por pagar este dinero tendrá acceso a “un vaso limpio, recién fregado, atendido por un camarero, y que luego se vuelva a limpiar ese vaso y se vuelva a reciclar”, presume el propietario, además de sufragar gastos como el lavavajillas o la Seguridad Social de la plantilla. “Lo que conlleva un negocio”, según el hombre.
En La Olma trabajan regularmente cuatro personas y otras siete los fines de semana, pues Pedraza es una localidad muy turística y que cuenta con varios reconocimientos como pueblo entre los más bonitos de España. La alternativa a esos vasos de agua a 4,5 euros se encuentra, como puede verse en la carta de bebidas, en la denominada “Agua KM 0″, que el restaurante embotella y presenta como “microfiltrada de los olores y de la tierra”, a razón de 2,75 euros por botella. Esta política con el agua genera reticencias que se plasman en las reseñas de Google, pues la usuaria Gema V no ve clara esta gestión del agua. “Sentido de marketing tienen muy poco. Pedimos una botella de agua y nos trajeron una botella de agua microfiltrada que nos cobraron a 2,75 (como si fuera una botella de agua mineral de marca). Les hicimos el comentario de que en la carta no aparecía nada del agua, y que nos tenían que haber advertido, y nos dijeron que estaba especificado. Cuando comprobaron que no era así, que lo único que salía eran vinos, no tuvieron ni un detalle, dijeron que teníamos razón y adiós muy buenas, pero el agua nos la cobraron”, se queja la clienta.
El hostelero zanja así la polémica: “En este país somos todos muy ecologistas hasta que hay que pagar el ecologismo. Entonces se quejan, claro. Pero en esto, al final tú, cuando apuestas por una cosa, tienes que ser consecuente con lo que apuestas”. Sergio Blázquez ha manifestado a Efe que no está la cosa para pagar sanciones, pero que de momento no va a corregir las multas. Hasta entonces tendrá que seguir lidiando con reseñas como la escrita por José Ángel JAP, que de igual manera que veía el cochinillo “soso del todo” y el “lechazo normalito”, renegaba del agua: “El agua me parece genial que sea filtrada para no usar plástico y esas cosas, pero a 2.75€ la unidad, es una verdadera pasada”. A José Ángel le gustó, al menos, la tarta de queso: “Muy rica”.