De ‘Saturday Night Live’ a debutar en el cine con A24 y crear series para HBO: el sueño cumplido del comediante salvadoreño Julio Torres

Julio Torres (El Salvador, 37 años) reconoce que desde que era niño siempre le atrajeron los robots, los fantasmas, seres no humanos, todo aquello que se sentía “como un poquito diferente”. Recuerda que Pinocchio era una de sus películas favoritas, así como The Brave Little Toaster (1987), otra cinta que se le viene a la mente, sobre una pequeña tostadora que, junto a sus amigos electrodomésticos —una aspiradora, una lámpara, una esterilla eléctrica y una radio—, van en una aventura a la gran ciudad para tratar de retornar con su dueño.

La fantasía y las metáforas, de la mano de protagonistas inusuales, siempre formaron parte de su vida, incluso cuando dejó su natal El Salvador para asistir a la universidad en Nueva York en 2009. Allí, enfrentó una nueva vida en Estados Unidos que vino con desafíos, cambios que lo abrumaron y reglas que parecían obstáculos, pero que se convertirían en un semillero de ideas para lo que iba a venir más adelante. A pesar de todo, con el apoyo de sus padres, un ingeniero civil y una arquitecta y diseñadora de modas, nunca dejó de materializar su objetivo y tampoco se rindió en la búsqueda de alcanzar su sueño americano. Ambos de sus progenitores le inculcaron la resiliencia para perseverar.

Toda esa experiencia como inmigrante lo llevó a imaginar la génesis de Problemista, una historia semiautobiográfica que escribió, protagonizó y dirigió, en la que presenta a Alejandro, un aspirante a fabricante de juguetes salvadoreño que está en busca de un patrocinador para poder extender su visa y permanecer en Estados Unidos para trabajar. Él cree haber encontrado eso en Elizabeth (Tilda Swinton), una excéntrica crítica de arte que le dice que le dará su apoyo si la ayuda a organizar una exposición de arte para su esposo congelado criogénicamente.

Lo que sigue es una serie de enredos marcados por el surrealismo, metáforas, fábulas y el estilo de comedia absurda que distinguen a este autor. En la película todo lo simbólico y lo fantasioso tiene el propósito de “mostrar sentimiento”, explica en una entrevista, como lo estresante que puede ser una llamada telefónica o discutir con alguien intimidante y retratarlo como una pelea en una cueva con un dragón; o mostrar lo difícil que puede ser llenar un formulario y mostrarlo como un laberinto, por citar algunos ejemplos.

“No mostrar fantasía solo porque sí. Creo que es donde el surrealismo y la fantasía visual funcionan mejor. Se me hace más fácil compartir sentimientos de esa manera y es así como sé contar historias”, explica.

Fue la productora A24, que desde hace unos años se ha convertido en sinónimo de calidad en producciones independientes por su sentido del riesgo —como la oscarizada Everything Everywhere All at Once—, que apostó por Torres y lo contrató para que escriba el guion de Problemista. El comediante salvadoreño ya había comenzado a pensar la historia cinco años antes de escribirla y describe el proceso de creación como “construir un castillo de arena”, que se lo va armando “pedacito tras pedacito”. La idea no era que él dirija la película. Torres sí se había planteado la dirección en algún punto de su carrera, pero dentro de unos 10 años. Cuando el guion fue ofrecido a distintos realizadores, estos la rechazaron por un motivo que le “gustó bastante”, admite.

“Sentían [los directores] que la película era un mundo demasiado construido y que ellos no iban a poder meter su personalidad en este guion. A todo eso el guion le había llegado a Tilda, que le encantaba, y fue de las primeras que dijo, ‘dirígelo tú’. Entonces así fue”, recuerda.

Escribió el guion e iba a ser el protagonista, además de que la famosa intérprete británica Tilda Swinton, ganadora del Oscar y el Bafta a mejor actriz de reparto por Michael Clayton (2007), tres veces nominada al Globo de Oro y con una trayectoria importante en cine de autor, no solo había aceptado ser su coprotagonista, sino también creyó en él como realizador para que materializara su propia obra.

La experiencia de ‘Saturday Night Live’

Torres asistió a la universidad The New School, donde se licenció en estudios literarios. A partir de ese momento, con una inclinación innata hacia la comedia, comenzó a hacer shows de stand up en Nueva York y trabajos de escritura de guion para programas de televisión, hasta que siete años después, en 2016, fue contratado por Saturday Night Live (SNL), uno de los programas de comedia e improvisación más prestigiosos que se ha mantenido en el aire por casi 50 años y que ha catapultado las carreras de talentos como Steve Martin, Tina Fey o Will Ferrell, entre muchas y muchos otros.

Sus tres años en SNL, donde permaneció hasta 2019, en los que escribió al menos casi una treintena de sketches —como Papyrus o Wells for boys, con los oscarizados Ryan Gosling y Emma Stone, respectivamente—, le permitieron estar en varios sets de filmación, comprender el proceso de creación de un cortometraje y aprender del director. Además, vio cómo debió hablar con actores y los diferentes departamentos para hacer posible su debut en la dirección de Problemista, que a momentos funciona con golpes de humor a lo largo del metraje que vienen de esa escuela de comedia en la que pudo ganar experiencia.

“Una de las razones por la cual Alejandro diseña juguetes es porque me permite tener estos golpes de humor a través de las creaciones que imagina en la película. Me permite estar todavía en un mundo que se siente un poco familiar y eso me ayuda”, cuenta.

Su paso por el popular programa de sketches y stand up le permitió forjar relaciones que le ayudaron en sus proyectos futuros. Tras proponer una comedia en español a la cadena HBO, Lorne Michaels, creador de SNL, y su colega y comediante en el mismo show, Fred Armisen, apostaron por su propuesta y así nació en 2019 Los Espookys. La serie es sobre un grupo de amigos en una surrealista Ciudad de México que deciden convertir su pasión por el terror y el gore en un negocio bastante particular: proporcionar escenas terroríficas a los clientes que así lo pidan. Esta primera incursión de Torres en la televisión obtuvo dos temporadas antes de ser cancelada en 2022.

Sin embargo, esa primera experiencia le permitió que la misma cadena le ofrezca su especial de comedia My Favourite Shapes, emitido en 2019, y que la puerta se mantenga abierta a futuras colaboraciones. Y fue así, tras las alabanzas críticas que recibió Problemista, que HBO volvió a apostar en Torres con su nuevo proyecto, Fantasmas, una serie que también protagoniza, escribe, dirige y ahora coproduce.

En esta, fiel a su estilo, cuenta la historia de una ostra de oro perdida, En su búsqueda del preciado objeto, Julio reflexiona durante seis episodios sobre los extravagantes personajes que encuentra en viñetas introspectivas, a menudo inquietantes y siempre cómicas, ambientadas en una versión alternativa y soñadora de la ciudad de Nueva York.

“Fantasmas es como un mosaico, tiene bastantes pedacitos y tiene bastantes mundos. Es como más teatral. Después de trabajar en Saturday Night Live me quedé con ganas de seguir haciendo sketches o cuentos cortos. Me quedé con ganas de seguir contando historias de esa manera. Me interesaba mucho la idea de hacer mi versión de eso y así nace esta serie”, precisa Torres.

Fiel a su procedencia latina

En cada uno de sus proyectos Torres se ha mantenido fiel a sus raíces latinas, siempre incorporando el español, las vivencias de los migrantes en Estados Unidos, así como las referencias culturales y sociales de América Latina. Valora que, por ejemplo y por mencionar a uno, colegas como Marcello Hernández, de ascendencia cubana-dominicana, estén en SNL y pueda compartir su experiencia desde su lugar de procedencia. Es parte de la representación y de las distintas voces que aún necesita la industria.

“Ojalá que seamos libres de crear como queramos crear. Porque si ves mi trabajo y el de Marcello son sumamente diferentes. Y somos bastante autóctonos a quienes somos nosotros. Yo no puedo hacer lo que hace él y viceversa. Ojalá se nos permita mostrar diferentes matices de la experiencia. Eso se siente en todo, en la cuestión inmigrante, latinoamericana o de género. No solo es una cosa, sino que son varias. Entre más veamos, más iremos aprendiendo que cada ser es único”, afirma.

Cree que mostrar, preservar y proteger la esencia de las personas, a través de distintos productos culturales, es ahora mucho más importante ante la sombra de Donald Trump nuevamente acercándose a la Casa Blanca, con ese discurso violento y agresivo contra los inmigrantes que está calando en distintas esferas y espacios de la sociedad estadounidense.

“Es mantener nuestra dignidad. Es poder hacer el tipo de arte que nosotros queremos hacer sin preocuparnos por nuestra procedencia. Y, a través de eso, poder avanzar la causa de humanizar al inmigrante, humanizar al latinoamericano. Creo que de eso se trata, que entre más ejemplos de diferentes tipos de personas vemos, más nos damos cuenta de lo precioso que son”, concluye.