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Moscú acusa a Londres de “estrangular la libertad” al arrestar a Assange

El Kremlin reclama que se garanticen "todos los derechos" del cofundador de WikiLeaks, detenido en Londres

Varios activistas acampados en la Embajada de Ecuador en Londres piden la liberación de Assange, este jueves. En vídeo, las declaraciones del ministro de Exteriores de Reino Unido, Jeremy Hunt.Vídeo: Matt Dunham
María R. Sahuquillo

Rusia ha criticado este jueves la detención de Julian Assange, el cofundador de WikiLeaks. “La mano de la democracia está estrangulando la libertad”, ha escrito en Facebook la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova. El pirata informático, conocido por encabezar la organización que realizó en 2010 la filtración masiva de información confidencial del Departamento de Estado de EE UU —material secreto sobre las operaciones militares de ese país en Irak y Afganistán— y después por divulgar los correos electrónicos del Partido Demócrata supuestamente robados por hackers rusos durante la campaña presidencial de 2016, llevaba asilado en la Embajada de Ecuador en Londres desde hace siete años. Este jueves, nada más retirarle Ecuador el asilo diplomático, le ha detenido allí la Policía Metropolitana tras recibir una orden de extradición de EE UU. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, reclamó que espera que el Reino Unido garantice “todos los derechos” de Assange.

El cofundador de WikiLeaks está implicado en una acusación federal por "conspiración para infiltrarse en ordenadores" con información clasificada de EE UU, según ha detallado en un comunicado el Departamento de Justicia de ese país, que ha solicitado su extradición. Esta ha sido una de las razones de su arresto, según ha confirmado la Policía Metropolitana de Londres. El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, ha asegurado que, antes de retirarle el asilo diplomático, había acordado con el Reino Unido que Assange no sería enviado a un país donde "pueda sufrir torturas o pena de muerte", como ha explicado en un comunicado. 31 Estados, el Gobierno federal y el Ejército estadounidense autorizan la pena de muerte, aunque está congelada de facto en 11 Estados.

"La forma en que se realizó esta operación [de arresto] deja una impresión absoluta de descaro e indiferencia por la dignidad humana del detenido. Esperamos que se respeten todos los derechos de Julian Assange", ha insistido la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso en una conferencia de prensa este jueves.

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El pirata informático es una pieza importante en la investigación del fiscal especial estadounidense Robert Muller sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones a la presidencia de EE UU que dieron la victoria a Donald Trump. Según las investigaciones de Muller, Rusia está detrás del pirateo masivo de los correos de la entonces candidata Hillary Clinton. Su equipo ha presentado por ello cargos contra 12 personas rusas vinculadas a los servicios de inteligencia del país euroasiático.

Además, Assange tenía una orden de detención en vigor por violar las condiciones de su fianza y no haberse presentado ante el tribunal en dos casos de violación y agresión sexual a dos mujeres en Suecia. En 2012, buscó asilo en la legación diplomática ecuatoriana para evitar ser extraditado al país escandinavo. El entonces presidente del país latinoamericano, Rafael Correa, le concedió primero el asilo; después la nacionalidad ecuatoriana.

Assange, de 47 años, niega las acusaciones de violación y ha asegurado en reiteradas ocasiones que los procesos suecos son “una trampa” para extraditarle a EE UU, donde cree que existe una “causa secreta” contra él por espionaje, delitos informáticos y sustracción de documentos. En 2017, los casos de agresión sexual prescribieron y Suecia se vio obligada a cerrar los casos, pero la orden pendiente se mantuvo.

En vídeo, perfil de Assange.Vídeo: EPV

En 2010, WikiLeaks divulgó casi 100.000 documentos clasificados relacionados con acciones militares estadounidenses en Afganistán y cerca de 400.000 documentos secretos sobre la guerra de Irak que les había hecho llegar la soldado Chelsea Manning, que en 2013 fue condenada a 35 años en una prisión militar y fue expulsada con deshonor del Ejército por ello. Barack Obama, justo antes de dejar la Casa Blanca, le conmutó el resto de la pena.

En noviembre del año pasado, se conoció que el Departamento de Estado de EE UU tenía preparada una acusación judicial contra Assange, hasta el momento investigado por las sucesivas filtraciones de WikiLeaks de material confidencial, entre otras cosas herramientas cibernéticas de la CIA. La acusación era formal y el objetivo era mantenerla secreta hasta que Assange fuera arrestado, pero salió a la luz al incluirse por error en un documento judicial público. El texto no detallaba los cargos de los que se acusa al pirata informático.

Poco antes, en septiembre, el diario británico The Guardian reveló que diplomáticos rusos mantuvieron conversaciones secretas en Londres en 2017 con el entorno de Assange para evaluar si podían ayudarle a huir del Reino Unido. Se llegó a idear incluso un plan tentativo para sacar al cofundador de WikiLeaks de la Embajada en un vehículo diplomático y transportarlo a otro país para, después, trasladarlo a Rusia. El plan se abandonó por considerarse demasiado arriesgado, según The Guardian. Tras la revelación, el Gobierno ruso afirmó que ese proyecto nunca existió.

Rusia concedió hace seis años asilo —y después permiso de residencia— a Edward Snowden, el antiguo trabajador de la Agencia de Seguridad Nacional de EE UU (NSA) y de la CIA, que filtró documentos secretos y denunció el espionaje electrónico masivo de Estados Unidos. El exanalista, que vive en un lugar desconocido del país euroasiático desde 2013, ha dicho este jueves en Twitter que el arresto de Assange es un "momento oscuro para libertad de expresión".

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Sobre la firma

María R. Sahuquillo
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.

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