La familia que escondió a Snowden en Hong Kong logra asilo en Canadá
La filipina Vanessa Rodel y su hija de siete años ingresan en el país norteamericano en calidad de refugiadas. Otras cinco personas que ayudaron al exanalista esperan correr la misma suerte
Este lunes por la tarde, Vanessa Rodel y su hija Keana, de siete años, han aterrizado desde Hong Kong en el principal aeropuerto de Toronto (este de Canadá) en calidad de refugiadas. En junio de 2013, Rodel, con la niña aún en brazos, escondió en su modesto hogar a Edward Snowden cuando este era uno de los hombres más buscados del planeta: pocos días antes, el ex de la Agencia de Seguridad Nacional de EE UU (NSA, por sus siglas en inglés) y de la CIA había filtrado al diario británico The Guardian la información de que diversas agencias estadounidenses obtenían registros de manera ilegal por medio de programas informáticos. El analista voló posteriormente a Moscú, donde obtuvo un permiso de residencia de las autoridades rusas. “No puedo creer que ya estemos en Canadá. Nos sentimos seguras y libres. Gracias a todas las personas que nos apoyaron”, expresó Vanessa Rodel a su llegada. Otra familia que también escondió a Snowden espera correr la misma suerte.
Rodel arribó a Hong Kong, procedente de su natal Filipinas en 2002, huyendo de la violencia doméstica. Allí trabajó durante años limpiando residencias y pidió refugio en 2010. Dos años después, dio a luz a Keana. Y un año más tarde, el abogado canadiense Robert Tibbo, que había sido contactado por Snowden en busca de apoyo, decidió esconderlo durante 13 largos días en los hogares de dos familias a las que ayudaba con sus trámites migratorios. Una de ellas era la de Vanessa y Keana Rodel. La otra estaba integrada por personas originarias de Sri Lanka que temen sufrir torturas si vuelven a su país.
En 2016, la solicitud de refugio presentada por Rodel ante las autoridades hongkonesas fue rechazada. La mujer, además, fue detenida e interrogada en relación al caso Snowden. Al no querer colaborar, perdió toda prestación social y la posibilidad de trabajar legalmente. La organización de abogados canadienses For the Refugees brindó entonces ayuda financiera a Rodel y presentó una solicitud de refugio ante el país norteamericano para ella y su hija. Tras el visto bueno de Ottawa, llegaron finalmente este lunes a Canadá.
Vanessa y Keana Rodel viajaron al país norteamericano con salvoconductos: la madre no tenía ya el pasaporte filipino vigente y, a su vez, la hija no cuenta con nacionalidad alguna. “No me arrepiento de nada. Me siento orgullosa de lo que hice y volvería a hacerlo. Snowden es un héroe y volvería a prestarle ayuda”, manifestó la madre antes de abordar el avión en Hong Kong.
For the Refugees presentó una solicitud de refugio para los demás individuos que apoyaron a Snowden en la primera fase de su periplo. Lo hicieron en la misma fecha que tramitaron la de la familia Rodel, pero aún no se sabe si obtendrán la protección canadiense. “Debemos mantener la presión y exigir que el Gobierno de Trudeau acelere sus solicitudes”, expresaron los abogados de la ONG. De igual forma, pidieron que continúe la donación de fondos para la instalación de Vanessa y Keana Rodel en Canadá y para seguir cubriendo los gastos de subsistencia de las cinco personas que aún no han podido sacar de Hong Kong.
Desde Rusia, Snowden ha agradecido a las autoridades canadienses -en una entrevista a Radio-Canadá- por haber recibido a madre e hija. El analista estadounidense ha recordado, además, el gesto de todas las personas que le brindaron ayuda durante los días en que estuvo oculto. “Me abrieron las puertas de sus casas. Vivían en condiciones muy difíciles, entre mucha pobreza y me compartieron todo lo que tenían”. Y ha descartado que el gesto solidario de Ottawa deba ser interpretado como un gesto hostil hacia los estadounidenses: "Al proteger a personas que lo merecen, Canadá está ayudando a Estados Unidos a vivir a la altura de sus propios ideales".
Washington acusa a Snowden de espionaje y robo de propiedad gubernamental. Este lunes, cuando Vanessa y Keana Rodel volaban hacia Toronto, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, respondió en un evento en la Columbia Británica sobre las posibles fricciones con Washington por este asunto: “Tenemos un proceso de refugio e inmigración completamente independiente. Es un proceso honesto y que transcurre independientemente de lo político”, manifestó.
Chrystia Freeland, ministra canadiense de Exteriores, opinó en el mismo sentido que el primer ministro. “No es un proceso político”, dijo en Washington tras un encuentro con Robert Lighthizer, representante de Comercio de Estados Unidos. La canciller remarcó que Lighthizer no había mencionado la concesión del refugio canadiense durante la cita. A su llegada a Toronto, Vanessa Rodel portaba una gorra de los “Habs”, el equipo de hockey de Montreal. La metrópoli de Quebec será el nuevo hogar de las Rodel. Llegaran este mismo martes.
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