Bachelet avanza a contrarreloj para lograr el matrimonio igualitario con adopción en Chile
La presidenta socialista firma el proyecto de ley a menos de siete meses de dejar La Moneda
La presidente chilena, Michelle Bachelet, ha dado este lunes un nuevo paso en el cumplimiento de agenda de libertades individuales. Una semana después de que el Tribunal Constitucional desestimara los requerimientos de la derecha sobre la despenalización del aborto en tres circunstancias, con lo que la iniciativa se transformará en ley, la socialista firmó el proyecto que busca establecer el matrimonio igualitario y que las parejas homosexuales tengan la posibilidad de adoptar a menores.
“No es ético ni justo poner límites artificiosos al amor”, señaló la mandataria en una ceremonia en el Palacio de Gobierno, donde estuvieron presentes los principales representantes de la comunidad LGBT. “Chile da un paso histórico al firmar el proyecto de ley de matrimonio igualitario. Lo hacemos cumpliendo con nuestra palabra ante Chile y también ante el mundo”, agregó.
El proyecto de ley que comenzará a discutir el Congreso era parte del programa de este segundo Gobierno (2014-2018) y pretende modificar el concepto de matrimonio vigente. De acuerdo con el Código Civil, el vínculo solo se puede efectuar entre un hombre y una mujer, pero la iniciativa busca ampliarlo y que la normativa indique que se trata de una “unión entre dos personas”. Sobre el régimen patrimonial, el matrimonio igualitario contemplaría la separación total de bienes, si la pareja no decide lo contrario.
Uno de los aspectos que generan mayor desacuerdo de parte de los grupos conservadores tiene relación a la posibilidad de adoptar a menores de edad. “Un niño o niña podrá ser adoptado indistintamente por un matrimonio heterosexual u homosexual por el solo hecho de ser cónyuges, sin necesidad de modificar la ley de adopciones”, anunció Bachelet. La socialista agregó que su proyecto “establece la posibilidad de que exista la adopción del hijo del cónyuge cuando las partes estén de acuerdo y la filiación correspondiente lo permita”.
La iniciativa del Gobierno chileno, a su vez, elimina la conducta homosexual como causal de divorcio por culpa, como establece la actual legislación. En paralelo, termina con el requisito de diferencia de sexo para validad en Chile un matrimonio celebrado en el extranjero. Las parejas homosexuales que se hayan casado fuera del país, por lo tanto, no tendrían que vivir los problemas legales que enfrentan en la actualidad cuando llegan al país y no se les reconoce el vínculo.
“Lo hacemos para garantizar un acto de justicia, que quienes desean compartir su vida puedan hacerlo del modo en que ellos o ellas decidan, con plena libertad, orgullo y alegría”, señaló Bachelet. “¿Por qué negar la igualdad de derechos y libertades para todas las personas, cualquiera sea su sexo, raza, nacionalidad, orientación sexual o identidad de género?”, se preguntó la presidenta.
El 4 de abril del 2012 la Corte Suprema chilena rechazó un recurso de protección presentado por tres parejas homosexuales a las que el 25 de septiembre del 2010 el Registro Civil les negó la posibilidad de contraer matrimonio en Chile. El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) demandó luego al Estado de Chile ante Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que cumplió el papel de intermediaria para llegar a un acuerdo. El Gobierno chileno se comprometió a enviar el proyecto de ley al Parlamento antes del término de la actual Administración en marzo de 2018.
Hasta ahora en Chile existe el Acuerdo de Unión Civil (AUC), una iniciativa promulgada en el Gobierno del conservador Sebastián Piñera (2010-2014) que regula las condiciones jurídicas, sociales, culturales y económicas de aquellas parejas y familias que no quieren o no pueden contraer matrimonio. De acuerdo con Bachelet, sin embargo, “para la igualdad plena en el reconocimiento del amor humano debemos dar un paso más”. “Lo dije ante el Congreso Pleno –en el último mensaje presidencial de junio– y lo reafirmo hoy: “No puede ser que los prejuicios antiguos sean más fuertes que el amor”.
El proyecto de ley presentado por Bachelet no alcanzaría de ninguna forma a ser aprobado antes de que termine su Gobierno en marzo. Con suerte se aprobaría en la Cámara la idea de legislar sobre el asunto, lo que representaría un triunfo para los colectivos que trabajan por la igualdad de derechos de la diversidad sexual. De todas formas, la iniciativa quedaría clavada para un futuro periodo, posiblemente liderado por la derecha y su candidato Piñera, que lidera las encuestas.
Junto con la reforma a las pensiones y a la Constitución, el Gobierno tendría contemplado reactivar en las próximas semanas la discusión en el Congreso de la Ley de Identidad de Género, que entre otros asuntos permitiría que las personas transgénero puedan modificar su sexo y nombre legal ante el Registro Civil.
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