Turquía suprime la pena de muerte para adaptarse a las normas europeas

Turquía ha dado un paso más en su camino hacia su integración en la Unión Europea. Tras un debate maratoniano de casi 22 horas, el Parlamento turco ha aprobado un paquete de reformas que incluye la abolición de la pena de muerte en tiempo de paz y el levantamiento de las restricciones estatales sobre libertad de expresión.

Entre las medidas aprobadas se encuentra el fin de las sanciones por criticar a las Fuerzas Armadas y otros pilares del poder, la ilegalización del tráfico de órganos y de personas, y el uso de la lengua kurda en los medios de comunicación.

El paquete de reformas, que sólo necesita la ratificación formal del presidente Ahmet Necdet Sezer, ha sido promovido por las fuerzas pro-europeas del parlamento, que pretendían su aprobación antes de que comience la campaña para las elecciones generales del 3 de noviembre.

El debate sobre la abolición de la pena de muerte excepto en tiempos de guerra o de pre-guerra ha sido el más reñido. El opositor Partido de Acción Nacional (MHP, en sus siglas en turco), con 126 de los 550 parlamentarios, votó en contra con el argumento de que esta medida salvaría la vida a Abdula Ocalan, líder de la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), a quién se responsabiliza de la muerte de 30.000 personas en su conflicto con las fuerzas de seguridad. Ocalan, considerado el enemigo número uno de Turquía, fue capturado en 1999 y condenado a muerte.

Uso de la lengua kurda

Otro de los cambios fundamentales es el que permite la emisión de programas de radio y televisión en lengua kurda, con la condición de que cumplan los principios constitucionales y que desde ellos no se incite a la violencia. El MHP votó en contra arguyendo que permitir el uso del kurdo en los medios avivaría el separatismo armado en el sudeste del país, de mayoría kurda. La reforma también legaliza la enseñanza del kurdo en clases particulares.

Ankara quiere que la Unión Europea (UE) fije una fecha hacia final de año para emprender las negociaciones de adhesión. La UE quiere que Turquía ponga en práctica estas medidas antes de iniciar las conversaciones, puesto que incluso desde fuentes turcas se admite que queda mucho trabajo por hacer hasta que Ankara cumpla los estrictos criterios europeos. Diplomáticos occidentales han declarado, no obstante, que "se trata de un paso significativo en la dirección correcta".

La UE saludará las duras penas que la reforma aprobada hoy impone los traficantes de personas y de órganos. Europa está cada vez más preocupada por los inmigrantes irregulares, que le llegan a través de las fronteras y las costas del sudeste turco.

Los mercados han acogido las medidas con alzas. Los expertos esperan que los pasos de Turquía hacia su integración europea atraigan la inversión extranjera y animen al FMI a otorgar 16.000 millones de dólares en concepto de ayudas económicas.