Enganchados a las rebajas: “A los que amamos comprar, el Black Friday nos crea otra necesidad”
La espiral de descuentos provoca que algunos consumidores acaben gastando mucho más de lo que se ahorran
Soraya y Natalia son amigas, residentes en A Coruña y este viernes han sido atrapadas por el Black Friday. “Los empresarios lo han montado bien. A los que sentimos amor por el consumo estos descuentos nos crean una necesidad; no puedes parar de pensar que con esa rebaja lo tienes que comprar, que si no lo compras, eres tonta”, confiesa Natalia, de 27 años y contable de profesión, mientras se baja, cargada de bolsas, de las escaleras mecánicas del centro comercial Marineda City de A Coruña, el mayor de Galicia y el tercero más grande de España.
Mientras muchas de sus amistades “pasan” del Black Friday, ellas cuentan que se han gastado, casi sin querer, el doble de lo presupuestado. Sus previsiones de necesidades y gasto se completaron el jueves por la noche, pues la web y la aplicación de las marcas de Inditex comenzaron ya entonces con los descuentos que en las tiendas físicas solo se aplican este viernes. “A las diez y media la página ya había petado”, apunta Soraya.
Esta mañana las dos han seguido deslizándose por su espiral de consumo: han adelantado compras de Navidad porque se pueden efectuar cambios hasta el 15 de enero; han cambiado productos que compraron hace días para beneficiarse el descuento del 30% (en unos playeros se han ahorrado 40 euros); y han adquirido prendas que no son de su talla para hacerse más adelante con la que se adapta a su tamaño sin perder la rebaja. “Hemos acabado gastando más de lo que nos hemos ahorrado con los descuentos”, admiten.
La práctica estadounidense del Black Friday se extendió en los centros comerciales españoles en 2011 y se consolidó hace unos tres años. La liberalización de las rebajas en 2012, explican fuentes del sector, ayudó a convertir esta fecha relacionada con el Día de Acción de Gracias en el pistoletazo de salida de la campaña de Navidad, no solo en cuanto a descuentos previos, sino también en la contratación temporal de personal. Porque el Black Friday, subrayan desde el centro comercial Marineda City de A Coruña, no se vive solo en Internet. “El cliente necesita ver y tocar lo que compra, compartirlo con alguien y vivir un día de shopping. Eso no significa que no busque también oportunidades en Internet tranquilamente en su casa”, apunta Ana López, gerente del complejo, que ha ampliado este viernes su horario de tiendas hasta medianoche. Hasta el presidente del gigante textil Inditex, Pablo Isla, se ha dejado ver por las tiendas de la multinacional en este día que se prevé intenso.
A las puertas de un establecimiento de tecnología y electrodomésticos, los coruñeses Francisco e Isabel afirman que es la tercera vez que vienen para beneficiarse del descuento en un robot aspirador. Lo compraron por Internet el domingo a 196 euros y fueron a recogerlo a la tienda, pero un par de días más tarde vieron que su precio había bajado hasta los 189 y regresaron para que les aplicaran ese ahorro. Este viernes, en pleno Black Friday, han decidido volver porque está a 179 euros. “Ya venimos por cabezonería”, dicen entre risas.
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