Gracias al petróleo y la banca
El Ibex recupera un 4,5% en la semana y se acerca a los 12.000 puntos
La tónica bajista que han mantenido los mercados durante meses cambió el miércoles de la mano de quien les había llevado a esta situación: el petróleo y la banca.
El primero se ha abaratado significativamente esta semana. Tanto el barril brent como el West Texas -las referencias en Europa y Estados Unidos, respectivamente-, que el pasado viernes se pagaban a un precio que rondaba los 145 dólares el barril, han caído hasta el umbral de los 130. Las pesimistas palabras de Bernanke sobre la actividad económica en Estados Unidos, lo que hace presagiar una menor demanda, y su buen dato de reservas han lastrado la cotización del crudo.
La banca, por su parte, ha sorprendido en la temporada de presentación de resultados. Abrió el fuego Wells Fargo el miércoles. Sus resultados no fueron buenos, pero mejoraron las expectativas que había sobre ellos. La consecuencia inmediata fue una jornada histórica en la cotización de las entidades financieras en Estados Unidos.
Tras el banco de la costa oeste llegaron JPMorgan, Citigroup y Merrill Lynch -este sí confirmó las sombrías expectativas que había-. Olvidaron así los mercados el recelo con el que acogieron a comienzos de semana las ayudas oficiales para las grandes hipotecarias estadounidenses Fannie Mae y Freddy Mac, pilares del sistema de préstamos a la vivienda en la primera economía del mundo.
También en España la banca dio noticias. Santander volvió a dar un golpe de efecto. Ha lanzado una oferta por la entidad inglesa Alliance & Leicester para seguir creciendo en el Reino Unido, donde ya está presente con Abbey National. Al final de la semana, el banco cántabro ha sido premiado por su osadía en medio de la crisis financiera. Ha ganado un 4,63%.
Aunque si alguien ha dado que hablar al parqué esta semana han sido ACS, Unión Fenosa e Iberdrola. Los tres son actores clave de la reordenación eléctrica. Y ésta ha vuelto a ponerse sobre la mesa tras anunciar la constructora que estaba dispuesta a vender su participación en Fenosa para reforzarse en Iberdrola. Ha sido el punto de inflexión que ha empujado a la Bolsa española levemente por encima del resto de grandes mercados europeos y le hizo olvidar la suspensión de pagos de Martinsa-Fadesa.
Las magnitudes que manejan en el concurso de acreedores de la inmobiliaria (la primera empresa española del sector, la mayor suspensión de pagos de la historia, una deuda de más de 7.000 millones de euros) noquearon a los inversores el martes. Tanto, que tras caer ese día perdió momentáneamente los 11.000 puntos.
Sin embargo, en las tres sesiones siguientes se ha alejado de esta amenaza y ha acabado la semana en 11.895,3, con un saldo positivo del 4,5%. Ha cerrado así la segunda mejor semana de un año en el que ha perdido hasta ahora un 21,65%.
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