Petróleo y crecimiento
El encarecimiento del petróleo desde 2003 llevó a la cotización del barril tipo Brent a alcanzar máximos históricos en agosto de 2006, al situarse cerca de los 80 dólares por barril. Algunas previsiones barajaron la posibilidad de que a corto plazo el barril pudiera superar los 100 dólares. A la incertidumbre geopolítica y al fuerte crecimiento de la demanda en un contexto de crecimiento mundial histórico se unió la toma de posiciones especulativas ocasionadas por la incertidumbre generada por la evolución de estos factores a medio plazo. Si bien no se trataba de posiciones relacionadas con la situación coyuntural, podrían haber respondido a una "prima de seguridad" ante las positivas previsiones cíclicas existentes, más que a estrategias especulativas. En este mismo sentido concluye un reciente trabajo del FMI, que demuestra cómo la tendencia alcista del crudo ocasionada por el mercado ha podido alentar la entrada a este mercado de posiciones especulativas, pero en ningún caso son éstas las que han determinado el comportamiento del barril.
Si la moderación de la demanda explica la evolución reciente del crudo, la economía mundial mantendrá ritmos de crecimiento elevados
Conviene analizar cuál puede ser la tendencia en próximos meses, si tenemos en cuenta que desde el pasado verano el barril de petróleo se ha abaratado un 30%. Dos aspectos explican este cambio de tendencia. En primer lugar, el "cálido invierno" en el hemisferio norte; y en segundo lugar, la desaceleración moderada del ciclo estadounidense, a la que posiblemente se una China, algo que ha provocado correcciones generalizadas en el precio de las materias primas. Sin embargo, la oferta ya ha comenzado a ajustarse, y no parece probable que vayamos a asistir a caídas significativas del crudo, más allá de la volatilidad que, seguirá definiendo el comportamiento del petróleo a corto plazo.
Si efectivamente es la moderación de la demanda el principal factor que explica la evolución reciente del crudo, las expectativas de inflación a medio y largo plazo serán reducidas y con ellas, la necesidad de tensionar de forma significativa las políticas monetarias en las principales economías mundiales (en particular en la UME). En cualquier caso, buenas noticias que implican un margen de tiempo adicional en el que la economía mundial mantendrá ritmos de crecimiento elevado.
Alfonso García Mora y Pablo Guijarro son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas.
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