Jamie Gordon
Cogió el autobús número 30 de Tavistock por casualidad
Jamie Gordon, de 30 años, trabajaba como asesor financiero en City Asset Management, firma de inversión ubicada en Old Street. En la tarde del 6 de julio acudió a la despedida de un compañero. A las 9.42 del jueves 7, llamó a la oficina para informar de que estaba en un autobús entre Euston Road y King's Cross. Nunca volvió a ponerse en contacto con nadie. Su novia, Yvonne Nash, temía que la única explicación de su desaparición era que Jamie se hallaba en el autobús de la línea 30 que saltó por los aires en Tavistock Square. Yvonne acudió el viernes a la plaza con una foto de su novio para intentar averiguar su paradero. Los compañeros de trabajo de Jamie pegaron en los alrededores de la plaza carteles con una foto tomada horas antes del atentado, durante su salida nocturna. Jamie vestía camisa y corbata rosas y sonreía a la cámara.
Jamie nunca hubiera tomado la ruta que le llevó a la muerte. Pero aquel día se quedó a dormir en casa de un amigo después de la fiesta de despedida, en lugar de hacerlo en el piso que compartía con Yvonne en Enfield, al norte.
La familia de Jamie le describe como "una persona amable y cariñosa que siempre ponía a los demás primero". "Su gran sentido del humor y su naturaleza agradable le convertían en el centro de la atención de familiares y amigos. Amaba la vida, pero no se la tomaba demasiado en serio". Jamie, que creció en Zimbabue, provenía de una familia grande y unida y le gustaba montar a caballo, esquiar y tocar la guitarra.
Según su familia, "estaba muy enamorado de Ivonne y tenían planes de boda y para formar una familia. Jamie era muy querido y la respuesta a esta tragedia está siendo abrumadora".
TERROR EN LONDRES Las víctimas
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