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TERROR EN LONDRES | Las víctimas

Los familiares buscan a los desaparecidos

Padres y hermanos recorren los lugares de la tragedia con fotos de sus allegados

Flores y plegarias van llegando a King's Cross. Tres días después de los atentados terroristas que sacudieron el centro de Londres, la entrada principal de la estación de ferrocarril se ha convertido en el punto de encuentro de dolientes, policías y curiosos. Quienes también acuden son los familiares y amigos de los desaparecidos portando fotografías de sus seres queridos, que son víctimas mortales o heridos casi con total seguridad, aunque ellos no pierden la esperanza.

Desde las paredes en el acceso a King's Cross una sonriente Karolina recibe a los viajeros. Rubia, con pelo corto y ojos azules, viste un chaleco blanco sobre una camiseta de manga corta y está sentada en la terraza de un café. Sólo que no se trata de ningún anuncio publicitario, sino de una joven polaca de 29 años que lleva desaparecida desde el jueves por la mañana. Su hermana, Magda, anda de hospital en hospital buscándola. El novio de Karolina, Richard, es británico. Con la voz apagada, Richard cuenta cómo ella tomó el metro en Russell Square a las 8.30 del jueves. "Luego la llamé por teléfono, pero no contestaba", dice.

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Karolina llegó a Londres hace tres años procedente de Polonia y trabajaba como administradora. La descripción elaborada por sus amigos que aparece en el cartel abarca desde la ropa que llevaba puesta hasta detalles como que en su bolso había un llavero de la candidatura olímpica de Londres 2012 o que la pantalla de su teléfono móvil mostraba hojas cayendo como en otoño.

Otra joven de 29 años desaparecida es la inglesa Laura Susan. Robert y David Webb la buscan sin descanso desde que fue vista por última vez la mañana del atentado cuando subió al tren de la Circle Line que estalló antes de alcanzar la estación de Edgware Road, en el noroeste de Londres. "Llegaba un poco tarde al trabajo, así que salió corriendo de casa. Vivía con su novio. Creemos que está en algún hospital", explica Robert. No obstante, ya han visitado el hospital de Saint Mary's, que se encuentra a unos 500 metros de Edgware Road y que es donde trasladaron a todos los heridos de esa estación. La identificación en Saint Mary's ya ha concluido y Laura Susan no se encuentra en la lista de los heridos, pero Robert no pierde la esperanza. "Confiamos en que se haya producido un error en la identificación de alguien o que nuestra hermana esté en algún sitio sin identificar aún", añade. "Esto está siendo muy angustioso y muy traumático".

La línea telefónica de información y ayuda para encontrar a los desaparecidos creada por Scotland Yard ha recibido más de 120.000 llamadas. El número de personas desaparecidas no se conoce con exactitud.

Trevor Ellery, de Southampton, en el sur de Inglaterra, se ha desplazado a Londres con su hijo de 19 años, Timothy, y el párroco local para intentar encontrar a su hijo Richard. Trevor y su esposa recibieron un mensaje de texto de Richard el jueves a las 8.30 cuando se dirigía desde Ipswich a la estación de Liverpool Street, en la City -el centro financiero de la capital británica- de camino a su puesto de trabajo. La familia ruega en un comunicado: "Hemos intentado ponernos en contacto con Richard por todos los medios y agradeceríamos cualquier noticia proveniente de alguien que le haya visto o que sepa dónde está".

La agonía de esperar

Los amigos de Fatayi Williams han estado buscando en los hospitales desde que desapareció el jueves por la mañana cuando se dirigía al centro de Londres. Se cree que intentó llegar a King's Cross en autobús a través de Euston Road, después de que una serie de retrasos en la Northern Line le impidieran llegar a su lugar de trabajo, cerca de la estación de Liverpool Street. Su amigo Amrit Walia dice comprender que "la policía tiene trabajo que hacer". "Pero", añade, "es una agonía sentarse a esperar, que es lo que nos han aconsejado que hagamos".

La desesperación de familiares y amigos se funde con la tristeza de los londinenses que se acercan a depositar ramos de flores en la entrada de la estación de King's Cross. Jessica, una niña de ocho años, dice no estar "contenta con la gente que ha puesto las bombas". Roxy, de 10 años, se aproxima en su patinete a presentar sus respetos a las víctimas y a colocar unas flores y una hoja escrita de su puño y letra metida en una funda de plástico, donde ha escrito el siguiente mensaje: "Dios esté con todos nosotros y esperemos que nadie más resulte dañado". La madre de Roxy no puede reprimir las lágrimas.

La fotografía de una mujer desaparecida pegada en una parada de autobús frente a la estación de King's Cross.
La fotografía de una mujer desaparecida pegada en una parada de autobús frente a la estación de King's Cross.JOSÉ OTÍN
David Webb sostiene la foto de Laura Susan, su hermana desaparecida.
David Webb sostiene la foto de Laura Susan, su hermana desaparecida.J. OTÍN

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