Condenado un médico por amenazar a la familia de un enfermo terminal

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a un cirujano de una clínica privada a 300 euros de multa por una "falta de amenazas de carácter leve" contra las hijas de un hombre de 64 años que estaba en la fase terminal de un cáncer de pulmón, del que murió el 13 de abril de 2002.

La familia había rogado al médico que no explicara al enfermo la gravedad de su estado para evitarle "un disgusto que le iba a acortar la vida", según una de sus hijas. Pero el médico, durante seis meses, amenazó a los familiares con contar al enfermo "que se iba a morir muy pronto de cáncer". El médico actuaba así cuando la familia le hacía preguntas sobre el tratamiento que estaba prescribiendo al enfermo o cuando las hijas le comunicaron que querían conseguir una segunda opinión médica de un oncólogo especialista.

En una ocasión, el médico condenado llegó a llamar al domicilio de la familia para dar fuerza a sus amenazas. Los hechos juzgados por la Audiencia se remontan al mes de agosto de 2001, cuando el enfermo, acompañado de una de sus hijas, acudió a la consulta del cirujano torácico J. A. P. A., con el que EL PAÍS trató ayer de contactar sin conseguirlo.

Cáncer de pulmón

Las pruebas diagnósticas realizadas al enfermo revelaron que sufría un cáncer de pulmón, del que fue operado el 24 de septiembre por el cirujano. Hasta este momento, las relaciones entre el facultativo y la familia eran buenas. Pero todo se estropeó cuando las dos hijas del fallecido empezaron a mostrar interés por el tratamiento que estaba recibiendo su padre, que aún permanecía ingresado en la clínica.

"Le hicimos varias preguntas. Supongo que es lo lógico cuando te dicen que tu padre va a morir pronto. También le pedimos opinión sobre un oncólogo al que pensábamos pedir una segunda opinión. Pero se puso hecho una furia. Nos gritó que a mi padre sólo lo iba a atender él, nos echó del despacho y nos amenazó con contárselo todo si le seguíamos haciendo preguntas", explicó ayer una de las hijas del fallecido.

Un mes más tarde, el 24 de octubre, el médico recibió un requerimiento notarial por el que las hijas le exigían que les entregase el informe de la intervención quirúrgica y el historial clínico del paciente. El cirujano, también por escrito, les contestó: "Su padre no está impedido para recepcionar él mismo la información que me solicita, y siendo él, y sólo él, mi paciente, a él debo cursar una petición de información de la naturaleza que usted me requiere".

La familia acudió a los tribunales. El Juzgado de Instrucción número 37 condenó al cirujano "por una falta de amenazas de carácter leve, a la pena de veinte días de multa, a razón de una cuota diaria de 30 euros". El cirujano recurrió ante la Audiencia Provincial de Madrid. La Sección Decimoquinta ha visto el caso y ha decidido reducir la condena a la mitad, a "diez días de multa".