_
_
_
_

La enfermedad arterial está muy poco diagnosticada

El mayor estudio realizado hasta ahora sobre la enfermedad arterial periférica (EAP) ha revelado que un número significativo de personas está sin diagnosticar o está insuficientemente diagnosticada y tratada. En este trabajo, publicado en el último número del Journal of the American Medical Association (JAMA), se ha dignosticado EAP a casi el 30% de los 6.417 participantes, a más de la mitad de ellos por primera vez.

Las personas que padecen EAP tienen seis veces más probabilidades de morir por una enfermedad cardiovascular en un plazo de 10 años que aquellas que no la padecen. Se cree que la EAP afecta a entre 8 y 12 millones de personas en Europa Occidental y a una cifra similar en EE UU.

La EAP es una afección en la que las arterias se estrechan debido a la formación de placas dentro de las paredes arteriales. Los síntomas pueden incluir dolor, calambres o sensación de cansancio en los músculos de la pantorrilla o del muslo, que se producen al caminar y se alivian con el descanso. Sin embargo, estos simples síntomas no son indicadores fiables de la presencia o el avance de la EAP, porque más de tres cuartas partes de la población no presenta los síntomas clásicos.

Pruebas de detección

La EAP se detecta fácilmente mediante una técnica no invasiva que mide la presión sanguínea sistólica (la cifra más alta) en las piernas y en los brazos para calcular el llamado índice tobillo-braquial, según Alan I. Hirsch, cardiólogo y profesor asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Minnesota (EE UU).

A quienes se les diagnostica EAP pueden reducir el riesgo de complicaciones normalizando todos los factores de riesgo cardiovascular, tales como los niveles elevados de azúcar y colesterol en sangre, la tensión alta, el fumar, el no hacer ejercicio de manera regular, especialmente aquellos con síntomas en las piernas, y deben utilizar una medicación anticoagulante bajo control médico', indica este experto.

Si no se trata, la placa se puede romper, produciendo una trombosis inducida por plaquetas, o a la formación de coágulos sanguíneos, un proceso conocido como trombosis arterial. La trombosis arterial puede tener graves consecuencias para la salud, incluido el ataque cardiaco o cerebral.

'Prácticamente no hay ninguna otra enfermedad que afecte a tantas personas, que produzca tanto sufrimiento, y que sin embargo sea tan fácil de diagnosticar y de tratar', afirma Hirsch.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_