El PP autorizará la tercera gran escombrera de Madrid dentro del parque regional del Sureste

Todos los escombros de la ciudad de Madrid tienen desde hoy un único destino: el vertedero de La Fortuna, en la carretera de Valencia (N-III). El otro depósito de residuos inertes, junto a Mercamadrid, ya está colmado y deja de admitir cascotes. La escasez de recintos acabará en otoño: entonces se abrirá una segunda escombrera, en Valdemingómez. En los próximos días, el Gobierno regional, del PP, autorizará un tercer vertedero muy cerca del anterior y, como él, dentro del parque regional del Sureste. El eje de la N-III consolida su exclusiva sobre el transporte y alojamiento de los desechos capitalinos.

A partir de este lunes, Madrid sólo cuenta con una escombrera, en el kilómetro 12,5 de la carretera de Valencia. Enrique Calvente, responsable de la empresa que gestiona el vertedero sur, ubicado junto a Mercamadrid, confirma que desde hoy no se admitirán más camiones de escombro. "El recinto ya está colmatado. Sólo permitiremos depósitos de tierras que emplearemos en la regeneración y forestación del área", puntualiza. Esta clausura se suma a la de Las Cárcavas, hace poco más de un año, que dejó a la zona norte sin escombrera. La reducción a uno del número de vertederos de cascotes ha levantado las protestas de la Agrupación de Transportistas de Contenedores de la Comunidad de Madrid (Atrascom). Su presidente, Javier Díaz, teme tres consecuencias inmediatas: el incremento de los costes de traslado de los residuos (por el aumento de distancia y tiempo), el auge de los vertidos ilegales y la congestión de la carretera de Valencia.

Por la N-III, que dispone de dos carriles por calzada, circulan ahora unos 800 camiones diarios rumbo a la escombrera de La Fortuna. Según diversas fuentes, la cifra se duplicará desde hoy con los vehículos que dejarán de acudir al vertedero sur.

Los márgenes de la carretera de Valencia se aprestan además a acoger dos nuevas escombreras. El concejal de Medio Ambiente, Adriano García-Loygorri, confía en que en otoño entre en funcionamiento un segundo recinto para cascotes: el de la empresa Vertresa en Valdemingómez (junto al basurero). Está ubicado en del parque regional del Sureste.

Un calendario similar maneja Ignacio López-Galiacho, director general de Calidad Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente, encargada de aprobar la apertura de ese tipo de instalaciones. "El de Valdemingómez es el único vertedero nuevo que ya está autorizado, pero aún no se han finalizado los trabajos de habilitación", explica. No hay dos sin tres: "En los próximos días autorizaremos una tercera escombrera, en la finca Salmedina", señala el director general de Calidad Ambiental. Este depósito de cascotes, al noroeste de Valdemingómez y dentro del recinto del parque regional del Sureste, podría comenzar a funcionar antes de final de año, calculan en la consejería. Será la tercera escombrera activa en el entorno de la carretera de Valencia.

López-Galiacho puntualiza que el nuevo proyecto de vertedero de cascotes ya cuenta con el visto bueno del patronato del parque, pero los ecologistas matizan la cuestión. "Se aprobó sin que hubiera debate", lamenta el representante ecologista en el citado patronato, Miguel Flórez. Reconoce que la zona del tercer vertedero no tiene gran valor ambiental, pero plantea una cuestión: "Si el Gobierno regional crea un parque regional para proteger una zona, ¿por qué se empeña en agredirla?". Desde el grupo Ecologistas en Acción, Santiago Martín Barajas lamenta la "injusticia social" que supone instalar todos los vertederos en la misma zona, en torno a la N-III. "Hay que repartir las infraestructuras desagradables", sostiene.