La inflación sube al 2% en septiembre y queda cerca del objetivo del 2,2% previsto para el año
La inflación en España mantiene su sensibilidad a toda mejora de la demanda interna. En septiembre, mes en el que la reactivación económica estaba ya bien consolidada, los precios crecieron un 0,5%. Este incremento ha impulsado a la inflación interanual al2%, dos décimas por encima del 1,8% en que se situó en agosto y muy cerca del objetivo del 2,2% fijado para todo el año. La tasa acumulada entre enero y septiembre queda en el 1,6% .Aunque la subida del tabaco y los alimentos frescos (carne y pescado) explica casi la totalidad de este repunte, los precios de los servicios -el sector más sensible a la evolución del consumo- crecen a una tasa elevada (3,7%), aunque más moderada que el preocupante 4,2% de agosto.El dato se conoce una semana después de que el Banco de España en su informe semestral sobre la inflación advirtiera de un posible repunte de los precios y de la necesidad de tomar medidas adicionales para que evitar un mayor desvío de la inflación en los próximos meses, periodo en él que la autoridad monetaria se verá obligada a reducir sus tipos de interés hasta, niveles cercanos a los de Alemania debido a la previsible participación de España en el euro el 1 de enero de 1999.
El propio ministro de Economía, Rodrigo Rato, reconoció que el fuerte incremento de septiembre "no es lo mejor que podía pasar". En declaraciones a Onda Cero, el vicepresidente segundo del Gobierno insistió en ver la "parte positiva" del dato: "Estamos en un 2% de inflación, que no, es una cifra fuerte, es como la que tiene Alemania, y todavía no estamos ni siquiera en el objetivo que ha previsto el Gobierno, que es el 2,2%"
.Sin sorpresasEl incremento del índice de precios al consumo (IPC) en septiembre, el mayor que se ha registrado en ese mes desde 1993 y el más alto en un mes desde abril de 1996 -en plena crisis de las vacas locas-, no ha sorprendido a los analistas. Se esperaba que la subida del tabaco aprobada a mediados de septiembre aumentara la presión sobre los precios, que han crecido ininterrumpidamente desde que el pasado mayo tocaran el 1,5%, el mínimo en 35 años, debido al repunte del consumo y la fortaleza del dólar, que encarece algunos productos importados.
El repunte de septiembre tampoco pone en peligro la entrada de España en la moneda única. Aunque en septiembre otros países europeos han reducido su tasa de inflación, la reactivación de sus economías permite prever futuros incrementos. En agosto el umbral de convergencia se situó en, el 2,6% y todo apunta a que España quedará por debajo de esa cifra. Según las previsiones comunitarias, para cumplir el criterio de convergencia hay que estar por debajo del 2,5% (la media de los tres mejores más punto y medio).
De hecho, la inflación subyacente, que no tiene en cuenta los alimentos y la energía y refleja la tendencia de fondo de los precios, se situó en septiembre en el 2,1%, sólo una décima por encima del 2% en que estaba en agosto. Frente al 0,5% que aumentó el IPC general, subió sólo un 0,2%.
A ello ha contribuido que los servicios, gracias a la caída del 0,7% en la hostelería y el turismo, hayan moderado su preocupante evolución al alza. También ayudó la inesperada rabaja en las tarifas de la escuela primaria.
Para el servicio de estudios del BCH la moderación de los servicios es un dato "especialmente positivo", pues coincide con un periodo de aceleración intensa del consumo, mientras que otros analistas son mas cautelosos y señalan que la tasa "está aún por encima del 3,3% al que llegó a caer a mediados de este año" y refleja la tendencia de este sector a repuntar por encima del resto cuando crece la demanda interna, según Analistas Financieros Internacionales.
Tranquilidad en los mercados
Los mercados no parecieron alarmarse por el dato de IPC. El diferencial de las rentabilidades a 10 años con Alemania, que mide la desconfianza del ahorro extranjero en España, se mantuvo estable en el 0,41. La peseta cerró a 84,40 unidades por marco, casi igual que el día anterior. Sólo la Bolsa de Madrid demostró ser más sensible al incremento de septiembre y perdió un 0,44%. '
Pese a que no hay dudas sobre el cumplimiento del objetivo del 2,2% para final de año, varios economistas comparten la preocupación del Banco de España, que hoy revisa el precio del dinero, sobre la futura evolución de los precios. "Con una demanda interna creciendo al 3,6% en 1998, es imposible que la inflación se sitúe en el 2,1 % previsto por el Gobierno", señala Alfredo Urrutia, de Société Générale España.
"La previsión del año que viene es muy optimista", dice Sofía Rodríguez, de AB Asesores, quien cree que la inflación "se situará cerca del 3% por el crecimiento del consumo y la resistencia de los servicios a bajar". En su opinión, el Gobierno debe ser más ambicioso en el control del gasto y ahondar en las medidas de liberalización para compensar los efectos expansivos que tendrá la rebaja de los tipos oficiales en una economía que ya crece a un buen ritmo. El BCH también cree que el Gobierno no debe "bajar la guardia" e insiste en la moderación salarial, la desregulación de los mercados y la austeridad presupuestaria.
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