La cúpula militar cree insuficiente el presupuesto de Defensa

Los cuatro miembros de la cúpula militar coincidieron ayer en el Congreso en calificar de "insuficiente" el aumento del presupuesto de Defensa, que en 1994 ascenderá a 805.000 millones, un 6,3% más que este año. El jefe del Estado Mayor de la Defensa, general José Rodrigo, expresó el "ligero alivio" de las Fuerzas Armadas por la quiebra de la tendencia a la baja que experimentaban los gastos militares desde 1990, aunque advirtió que "seguimos teniendo graves problemas".El responsable del Ejército de Tierra, Ramón Porgueres, dijo que el presupuesto es "un poco mayor" que el de este año, "pero tremendamente deficitario respecto a lo que necesitamos".

El jefe de la Fuerza Aérea, Ramón Femández Sequeiros, advirtió: "Como dije hace un año, con este presupuesto, el Ejército del Aire no va a volar en régimen de crucero, sino de planeo, aunque me temo que ahora nos acerquemos peligrosamente al suelo".

La comparecencia de ayer ante la Comisión de Defensa del Congreso para explicar los presupuestos fue la última de la actual Junta de Jefes de Estado Mayor, cuyo relevo está previsto en breve. Por ello, algunos de sus miembros aprovecharon para hacer balance de su gestión.

Sequeiros recordó que la Fuerza Aérea tiene 112 aeronaves menos que en 1990, mientras que el jefe de la Armada, Carlos Vila, señaló que actualmente se realizan 70 días de mar al año, frente a los 110 marcados como objetivo.

Todos los responsables militares señalaron que las estrecheces económicas han llevado a los ejércitos a consumir las reservas de guerra en capítulos como munición o vestuario y a reducir los ejercicios y el adiestramiento. Los tres ejércitos han adquirido o negocian la compra de armamento de segunda mano para sustituir material obsoleto.

El secretario de Estado de Administración Militar, Julián Arévalo, que se estrenaba ayer en el Congreso, admitió que "los recursos son siempre más escasos que las necesidades", pero subrayó el impulso que el nuevo presupuesto supone para la profesionalización de las Fuerzas Armadas, al incluir la contratación de 3.000 nuevos soldados y el incremento en un 40% de la retribución de la tropa profesional.

Antoni Flos, secretario de Estado de Defensa, cifró en 10.000 millones de pesetas el coste hasta final del año del contingente español desplegado en Bosnia-Herzegovina desde octubre de 1992. De esta cantidad, según fuentes del ministerio, sólo un 30%, aproximadamente, se recupera con pagos de las Naciones Unidas.