Neutralizada la 13ª etapa por problemas con el Gobierno de Mali

El Rally París-Dakar tuvo ayer otra jornada complicada. La salida de la 13ª etapa, entre Mangaiza y Kidal, de unos 500 kilómetros, fue retrasada a causa de la negativa del gobierno de Mali a permitir el paso por su espacio aéreo a los aviones y helicópteros que acompañan a los participantes. Posteriormente, los organizadores llegaron a un acuerdo con las autoridades de Mali, pero la etapa quedó neutralizada, por lo que los participantes gozaron de un plazo de 13 horas, sin competición, para llegar a Kidal.Los problemas comenzaron ayer por la mañana, cuando los organizadores recibieron un télex de la aviación civil de Mali, según el cual se prohibía el vuelo sobre el país. La cobertura aérea es indispensable para garantizar la seguridad de los participantes, según criterios de la organización, por lo que la etapa quedó suspendida. Sin embargo, posteriormente se llegó a un acuerdo con las autoridades de Mali, que enviaron un nuevo télex: "En contra del mensaje enviado esta mañana", decía el texto, "tenemos el honor de decirles que los aviones que acompañan al rally pueden aterrizar en los aeropuertos de Mali". El mantenimiento de la prohibición habría significado la anulación de las cuatro próximas etapas. Según Gilbert Sabine, responsable de la prueba, existía un acuerdo previo con las autoridades de Mali que tuvo que renegociarse ayer.

209 supervivientes

Ayer tomó la salida, entre los 209 supervivientes (46 motos y 163 coches), el italiano Orioli (Honda), segundo clasificado en la general de motos, pese al diagnóstico negativo de los médicos. Orioli sufrió un fuerte golpe en una rodilla y en la espalda a causa de una caída. Tras el abandono de uno los favoritos, Cyril Neveu (Honda), el pasado martes, también por una caída, la situación del español Carlos Mas (Yamaha), cuarto en la general, es muy favorable.Uno de los supervivientes es el español Juan Porcar (Range Rover), que tuvo serios problemas para reintegrarse a la prueba el pasado martes, y que, sin la jornada de descanso del lunes, ya estaría fuera de competición. La presencia de Porcar en la salida del pasado martes sorprendió a todos. Las últimas noticias fiables que se tenían de. él eran que estaba con la transmisión rota y el coche metido en una duna haciendo de guardia de la circulación para todos los coches y motos que andaban perdidos a 200 kilómetros de Agadez.

Porcar llegó con el coche hasta el mismo pie del avión TSO (Thierry Sabine Organización) para recoger la tarjeta y seguir en carrera con cinco horas de retraso. Llegó con un aspecto cadavérico, cubierto de una pasta de arena y grasa, pero entusiasmado y sonriente: "Primero se rompió el diferencial trasero en una gran duna, y, después, el palier derecho. Estuvimos ocho horas con unta pala tratando de sacar el coche. Pero seguimos en carrera". El martes, Porcar pasó del puesto 156 al 62: "Tuve que arriesgar al máximo en los adelantamientos, pero ha sido rentable", dijo ayer.