Interior dotará a Canarias con un millón de pesetas al mes para expulsar extranjeros

El Ministerio del Interior pondrá a disposición del delegado del Gobierno en Canarias la cantidad de un millón de pesetas mensuales para sufragar los gastos derivados de la expulsión de extranjeros que se encuentran en las islas en situación de ilegalidad, según han informado fuentes oficiales.

Asimismo, se está procediendo a la habilitación del antiguo centro penitenciario provincial, conocido como prisión de Barranco Seco, en donde serán internados todos aquellos súbditos que carezcan de documentación, permiso de trabajo o residencia (en dicho centro sólo podrán ser retenidos los emigrantes ilegales por espacio de 40 días).Las autoridades canarias están asimismo en estos momentos realizando un estudio de acotamiento del muelle, dirigido a evitar el tráfico clandestino y facilitar las tareas policiales tendentes a poner término a las penetraciones ilegales que por vía marítima realizan fundamentalmente súbditos africanos.

Por otra parte, se están ultimando todos los detalles que culminarán la creación de una comisión de extranjería, presidida por el delegado del Gobierno, que se encargará de pronunciarse en todos aquellos casos relativos a permitir la entrada de súbditos no españoles en la comunidad autónoma canaria.

La comisión de extranjería estaría integrada, además de por el delegado del Gobierno, por el director provincial de Trabajo, un inspector de Hacienda, la Secretaría General del Gobierno Civil, así como por un representante de la comisaría de documentación.

Según datos oficiales, durante 1986 fueron expulsados de las islas 329 extranjeros, de los cuales 29 procedían de Alemania, 33 del Reino Unido y el resto de diferentes países de África.

Los súbditos africanos son precisamente los que más problemas de orden público están planteando y el polizonismo continuo que practican para entrar en la comunidad autónoma canaria ha obligado a las autoridades a recrudecer los controles aéreos así como a tomar medidas de seguridad en las vías marítimas de entrada.

Los súbditos africanos que se encuentran ilegalmente en las islas se dedican fundamentalmente a la economía sumergida y a las tareas de intermediarios en el tráfico de drogas.