El contragolpe del Atlético contra el volcánico Muro Amarillo del Dortmund

Edin Terzic (Menden, Alemania; 41 años) fue uno más de los hinchas del Dortmund que contribuyó durante los años 90 a convertir Die Gelbe Wand (El Muro Amarillo) en una de las gradas de animación más míticas del fútbol europeo. Antes que jugador del tercer vagón y entrenador profesional, Terzic era un habitual de la pared vertical que acoge a 25.000 hinchas enfervorizados en el fondo sur. Todos de pie, incluso en los partidos europeos, donde se reduce el aforo para que se ocupen los asientos como manda la UEFA. Nadie lo hace. En su defensa del 2-1 de la ida, que le permita acceder a las semifinales, el Atlético de Madrid sentirá este martes (21.00, Movistar Liga de Campeones) el epicentro del terremoto emocional en el que se convierte todo el Westfalenstadion.

El nombre del volcánico graderío fue acuñado tras la elaboración de un tifo enorme coronado con el ya legendario nombre que tanto respeto infunde en equipos y aficiones visitantes. La fama adquirida incluso lo ha convertido en una atracción turística en la plomiza e industrial Dortmund. El humo de las parrillas que abrasan salchichas inunda el ambiente en los aledaños del estadio y la cerveza corre desde primeras horas de la tarde. La clase trabajadora se desplaza inflamada a lo que considera un santuario en el que la alienación tiene un logo: Etche Liebe (Amor Verdadero).

“El Die Süd [el fondo en el que se encuentra el Muro Amarillo] es uno de los mejores sitios del mundo futbolístico. Necesitamos héroes en negro y amarillo”, reclamó Terzic en la sala de prensa. De padre croata y madre bosnia, la familia Terzic escapó a Alemania de la Guerra de los Balcanes. Los trayectos con su progenitor de Menzen a Dortmund, unos 30 kilómetros, forman parte de los mejores recuerdos de la infancia del técnico. No es fácil ser un habitual en el Muro Amarillo. Primero hay que ganarse el sitio y después defenderlo con presencia rutinaria. Terzic está muy imbuido del espíritu de una grada que es utilizada como gancho para reclutar jóvenes talentos.

Erling Haa­land y Jude Bellingham fueron seducidos por vídeos en los que se les mostraba el Muro Amarillo en su esplendor “Tratamos de mostrar qué significa jugar en este estadio. Hablamos con frecuencia de ello”, admitió Terzic. “El ambiente es increíble desde el calentamiento. Es algo único, un estadio lleno que nos da mucha fuerza y energía siempre. Nuestra afición nos da una pequeña ventaja, quieren crear un gran ambiente para hacer posible la clasificación y queremos pagarles”, abundó el técnico. Terzic es adorado por una afición que le reconoce como uno de los suyos por su militancia en el Muro Amarillo y por haberse formado como entrenador en las categorías inferiores del club.

Espacios

El aficionado del Dortmund siente que desde Jürgen Klopp no ha habido otro entrenador con el que se identificara tanto. Ni Thomas Tuchel, ni Lucien Favre, ni Marco Rose llenaron ese hueco. Terzic sí, aunque le achaquen que esta temporada no ha logrado recuperar por completo a un plantel que perdió la Bundesliga la temporada pasada con un empate en casa ante el Mainz en la última jornada. A Terzic le cuestionaron este lunes por si apoyarse tanto en el ambiente como sucedió en ese fatídico duelo no puede sobrepresionar a sus jugadores. “Fue un ambiente increíble”, zanjó el técnico. “Si pudiera, pediría siempre un ambiente como contra el Mainz, la afición nunca nos decepciona”, apuntaló Julian Brandt. El fino centrocampista cambió la tendencia del partido de ida cuando entró tras el descanso. Bajo su liderazgo, el Dortmund se levantó del avasallamiento al que fue sometido por el Atlético en los primeros 45 minutos e hizo recular a Simeone.

El técnico argentino ya comenzó a preparar el partido de hoy en la sala de prensa del Metropolitano. “Vamos a tener espacios y hay que saber atacarlos”, deslizó. El Cholo apeló al contragolpe, la histórica seña de identidad del Atlético. Espera que su equipo pueda repetir algunas de las precisas y vertiginosas transiciones que plasmó en el primer tiempo en Madrid. Sin Lino, sancionado, Simeone ha probado con Azpilicueta como carrilero izquierdo. Reinildo y Riquelme no parecen transmitirle todavía la suficiente confianza para armar una defensa sólida de los espacios que permita a su equipo consagrarse a la contra como uno de los cuatro mejores conjuntos de Europa en medio de un ambiente infernal. ·”Es parecido a nuestro estadio, el ambiente es muy caliente, como en el Metropolitano”, advirtió Axel Witsel, que jugó cuatro temporadas en el Dortmund y es el nuevo talismán de Simeone para sus cábalas. Ha protagonizado las últimas ruedas de prensa en la Champions porque tras sus comparecencias ante los medios el Atlético ganó.

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