Rudy Gobert, rey del rebote en la NBA y en Europa

Eurobasket - final - jornada 1

España

88 76

Finalizado

Francia

El rey del rebote mide 2,15m, estira su envergadura hasta el 2,36m y calza un 53. Rudy Gobert levanta un muro frente a la canasta de Francia. El pívot, de 30 años, es el jugador con más capturas en el Eurobasket, 82 (10,3 por partido por las 6,8 de Willy y las 5,4 de Garuba, los más destacados en el conjunto español), un registro que une a la distinción como el mejor reboteador de la pasada temporada en la NBA con 14,7 balones atrapados por encuentro con la camiseta de Utah Jazz.

Gobert ha coleccionado premios en la liga estadounidense en esa tarea de destrucción para la que está muy bien dotado: ha sido también nombrado el mejor defensor del campeonato, miembro del quinteto defensivo ideal y máximo taponador de la competición, además de tres veces participante en el All Star (tercer francés tras Tony Parker y Joakim Noah). Esta pasada temporada, su última en Utah antes de jugar la próxima campaña en Minnesota, fue el baloncestista con mejor porcentaje en tiros de dos, un 71,3%, de toda la liga. Claro que se despega pocos centímetros del aro.

Gobert es parte de esa estirpe de pívots europeos que pisa fuerte en la NBA, gigantes como Jokic, Antetokounmpo y Sabonis. Un club al que mira desde lejos Willy Hernangómez, el techo de España (2,09m), al que este domingo espera una pelea muy cruda bajo los aros. Gobert es un maestro en la defensa, aunque luce peor muñeca para las finalizaciones en ataque.

Willy brilla en el tiro con las dos manos, pero Scariolo le exige otra vuelta de tuerca sin el balón. El rascacielos de Francia juega esta noche su primera final con la selección después de colgarse tres medallas de bronce: en los Mundiales de 2014 y 2019 y en el Europeo de 2015. Ya en su estreno en un gran torneo dejó su carta de presentación eliminando a España en cuartos con una soberbia actuación. Con 22 años capturó 13 rebotes, uno más que la pareja Pau y Marc Gasol, y su tapón al mayor de los hermanos fue el póster de esa victoria en territorio enemigo. España se vengaría un año después con los 40 puntos de Pau Gasol ante Francia en Lille en las semifinales del Eurobasket.

Abandonado por el padre

Siete años después, Gobert sigue en la pintura exhibiendo músculo. El baloncesto no había sido su deporte favorito de niño, sino que practicó el boxeo y el kárate (de ahí también su fortaleza) hasta que acabó siguiendo los pasos de su padre, de 2,13m y 18 veces internacional con Francia. La canasta fue su futuro más por inercia que por vocación, también porque el padre abandonó a la familia cuando Gobert tenía tres años y la madre se quedó sola con tres hijos. Rudy terminó con un balón de básquet en las manos y con el reto de aterrizar en la NBA. Por su tamaño se ganó el apodo de Gobzilla, en referencia al ficticio monstruo japonés.

En la meca del baloncesto ha hecho carrera gracias a esa coraza defensiva que hoy buscará penetrar España. También estuvo bajo los focos porque fue el primer jugador de la liga estadounidense del que se anunció públicamente que había contraído el coronavirus. En marzo de 2020, el encuentro entre Oklahoma y Utah fue suspendido cuando los equipos ya se preparaban en la pista para comenzar el duelo. Entonces se conoció el positivo de Gobert, se guardaron los balones y se desalojó el pabellón, el inicio de lo que acabó con la suspensión de la temporada. Unos días antes, Gobert, sin mascarilla, había manoseado la mesa y los micrófonos en la sala de prensa cuando un periodista le preguntó su opinión sobre la enfermedad. La broma no hizo ninguna gracia, Gobert tuvo que pedir perdón y donó medio millón de dólares a los servicios sociales. “Se creen que yo he traído la covid a Estados Unidos y que tengo la culpa de cerrar la NBA”, lamentó.

Este domingo, Gobert lidera en la zona a una Francia con abundantes recursos. Su compañero titular bajo el aro, Yabusele, es el máximo anotador del equipo (15 puntos de media por noche), Heurtel iguala a Lorenzo Brown en asistencias (7,1) y Fournier (14 puntos) también amenaza por fuera. En el juego interior, Gobert es la ley.

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