Salah amarga el regreso del Leeds a la Premier

Hay pocos carteles tan elocuentes en el mundo del fútbol como uno de los que mostró este sábado la Premier en su regreso: el Leeds de Marcelo Bielsa, un histórico del fútbol inglés que de la mano del argentino ha regresado 16 años después a la máxima categoría, contra el Liverpool electrizante y coral de Jurgen Klopp en Anfield. Dos clásicos de Inglaterra con dos de los entrenadores más absorbentes del planeta. Y sobre el césped, uno de los mejores jugadores, Salah, autor de tres goles. El egipcio decidió en el tramo final el partido (4-3) después de un penalti absurdo de Rodrigo, que se estrenó en la segunda parte con su nuevo club tras abandonar el Valencia este verano.

LIVLiverpool

4

Alisson, A. Robertson, Virgil Van Dijk, Trent Alexander-Arnold (Matip, min. 89), Joe Gomez, Henderson (Curtis Jones, min. 65), Wijnaldum, Naby Keita (Fabinho, min. 58), Mane, Salah y Roberto Firmino

LEE Leeds

3

Illan Meslier, Robin Koch, Pascal Struijk, Luke Ayling, Dallas, Klich (Jamie Shackleton, min. 81), Kalvin Phillips, Hélder Costa, Jack Harrison, Pablo Hernández (Roberts, min. 62) y Bamford (Rodrigo, min. 62)

Goles 1-0 min. 4: Salah. 1-1 min. 11: Jack Harrison. 2-1 min. 20: Virgil Van Dijk. 2-2 min. 29: Bamford. 3-2 min. 32: Salah. 3-3 min. 66: Klich. 4-3 min. 87: Salah.

Árbitro Michael Oliver

Tarjetas amarillas Roberto Firmino (min. 75)

En el minuto 87, en un rechazo de un saque de esquina, Fabinho controló el balón en el área. Su primer toque lo alejaba de la portería, pero el hispanobrasileño hizo un penalti de los llamados de delantero: metió la pierna, torpe, cuando solo hacía falta esperar, y derribó sin remedio al mediocentro. Salah, que ya había metido dos goles en la primera mitad, no falló su segunda pena máxima.

El conjunto de Bielsa se estrenó en un partido loco, en el que hubo siete goles que subieron al marcador y otros cuatro anulados. El técnico argentino, que a sus 65 años se pasa en cuclillas casi los 90 minutos, se revolvía en la banda cada vez que su equipo no presionaba la salida de balón de los reds: “Anticipate, anticipate!”, les alentaba. El Leeds, que se quedó a centímetros del empate, no pudo parar nunca a Salah. El egipcio fue un mal sueño para el lateral izquierdo de los peacocks, Stuart Dallas. Ya en el minuto tres forzó un penalti tras recibir en el área un pase de Mané. Se giró y su disparo golpeó en la mano de Robin Koch, que tampoco tuvo un debut soñado tras llegar desde el Friburgo.

Koch, después de que su equipo empatara en la primera parte con un golazo de Jack Harrison, se olvidó de Van Dijk en un córner. El central holandés cabeceó a placer el centro de Robertson. El remate, fortísimo, impactó en el guardameta, Meslier, otro recién fichado, pero tanto él como el balón se hundieron en la portería. El propio Van Dijk, un central con tanta jerarquía que a veces abusa de la confianza en sí mismo, regaló el empate a Bamford diez minutos después con un fallo al borde del área. Pero siempre está Salah, que con un pepinazo a la escuadra adelantó otra vez al Liverpool antes del descanso. De nada le sirvió al Leeds el gol de Klich en el 66 tras el penalti que Rodrigo cometió en el tramo final.

En la vuelta de la Premier, 48 días después de acabar la anterior temporada y aún sin público a causa de la pandemia —el Gobierno permite un aforo de 1.000 aficionados, pero la liga considera que esta cantidad les genera más pérdidas que beneficios—, brilló el Arsenal de Arteta, que viene de ganar la FA Cup al Chelsea y la Community Shield al Liverpool. Los gunners golearon (0-3) a otro recién ascendido, el Fulham. Dani Ceballos, cedido por el Real Madrid por segunda temporada consecutiva en el club londinense, fue suplente y entró en la segunda mitad. Antes del partido, en un rondo de calentamiento, se enzarzó con su compañero Eddie Nketiah. Los demás los separaron cuando ambos se estaban empujando. Este domingo (17.30, DAZN) se enfrentan el Tottenham de Mourinho y el Everton de Ancelotti y James. El lunes será el turno para el Chelsea, que se estrena a domicilio ante el Brighton tras haber animado el mercado con un desembolso de unos 220 millones de euros.