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El hijo de Cela no podrá controlar los derechos de autor del Nobel

La viuda del escritor, Marina Castaño, debe pagar 5,2 millones al heredero

Camilo José Cela Conde (izda.) y su abogado Miquel Capellà, en la rueda de prensa.
Camilo José Cela Conde (izda.) y su abogado Miquel Capellà, en la rueda de prensa.MONTSERRAT T DIEZ (EFE)

El catedrático e investigador Camilo José Cela Conde (Madrid, 1946) tiene que ser resarcido con gran parte del capital generado por la obra de su padre y premio Nobel, Camilo José Cela Trulock (1916-2002), ya que según el Tribunal Supremo es el legítimo heredero de tres cuartas partes de su fortuna pero la sentencia no le entrega el timón y la caja de los derechos de autor. "No creo que la sentencia lleve nunca a que pueda tener algún control sobre los derechos de autor de mi padre y que pueda influir en la gestión cultural de su legado, y bien que lo siento", asumió Cela Conde, que recordó que no puede publicar las cartas de amor, inéditas, de su padre a su madre, Charo Conde, con claves sobre la formación del escritor y sus primeros libros. Los papeles los tiene él pero la titularidad es de la viuda, Marina Castaño, que tomó su control en vida y heredó los derechos.

El Supremo consagró esta semana, tras doce años de pleitos, a Cela Conde como heredero de su progenitor. Los jueces determinaron que al único hijo del novelista debe ser resarcido con casi siete millones de euros, informó su abogado, Miquel Capellà. Ese dinero saldrá de trocear de nuevo el legado de Cela, bienes en poder de Marina Castaño, con sus dos sociedades de derechos (más de 3,9 millones), y las donaciones efectuadas a la Fundación Cela de Iria Flavia (1,2 millones).

"No voy a entrar en ningún tipo de guerra [con Castaño] porque la verdadera guerra ha terminado con la batalla final", ha proclamado en una rueda de prensa el descendiente del autor de La familia de Pascual Duarte. La sentencia le causó "una inmensa alegría" aunque "ojalá en vez de eso, un gordo de la lotería", ironizó, hubiera preferido "heredar su talento literario, pero me temo que no podré conseguirlo jamás".

El heredero muestra su desazón por la ausencia de ediciones críticas de Cela desde su muerte en 2002 y el vacío por la falta de proyección pública de la obra. En Palma de Mallorca, Cela Conde ha creado el germen de una fundación a nombre de sus padres, Charo y Camilo José Cela, que podría abrir un museo y colaborar con la fundación Cela de Iria Flavia. De este centro de Galicia critica que la figura de su madre y las referencias a las décadas de vida en Mallorca del creador de La colmena no aparecen o han sido borradas.

"La guerra ha terminado", ha dicho el descendiente del escritor

Para Capellà, la gestión futura de la imagen y derechos del autor puede tener una salida. Al tener que materializar con bienes y dinero el nuevo reparto del testamento, porque Cela vulneró los intereses del legítimo heredero, puede ponerse sobre la mesa la titularidad de la obra. "Los derechos de autor se pueden traducir en una cantidad o en una participación", apuntó, "pero lo que es seguro es que los herederos de estos no son las sociedades a las que se adjudicaron", propiedad de Marina Castaño. "Nos parecía muy importante que se hiciera justicia", explicó el letrado, "porque había voluntad de conculcar los derechos del señor Cela Conde mediante un sistema organizado" de empresas pantallas. El abogado entiende que se impuso la ley ante la voluntad del testador de esquivarla en las obligaciones con su hijo.

Ahora se entrará en el trámite final y complejo: que los condenados afronten las exigencias económicas, quizás mediante embargos de bienes si hay oposición o una eventual negociación. "Nos consta que la señora Castaño tiene propiedades para pagar, pero no sabemos en qué momento se le va a trasladar la responsabilidad del pago", agregó.

Cela Conde, padre de la única nieta del escritor, Camila Cela Martu —hederera del marquesado de Iria Flavia— aseguró que la última etapa de Camilo José Cela, de "senectud" tras el divorcio de su madre y nuevo matrimonio, no fue la más brillante. "Era prácticamente un anciano cuando se casó, y en términos generales, los ancianos tienden a ser más manipulables". Sí mostró "un excepcional orgullo y una honra enorme de ser hijo de un escritor como Camilo José Cela". En el cisma de sus padres apostó por apoyar a la parte más débil, su madre.

Para cumplir la sentencia, la Fundación Cela de Iria Flavia no será beligerante o esquiva. No hay más pasos a dar. La fundación anunció que responderá con sus bienes al compromiso judicial, sin tocar fondos públicos porque desde hace cuatro años ya tenía una partida dispuesta tras las primeras sentencias conocidas.

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