Los vecinos del Raval se reivindican en un recorrido por el barrio
Diseñan un 'tour' para luchar contra el estigma de la zona
Los vecinos y entidades del barrio barcelonés del Raval realizaron ayer una nueva acción para limpiar la imagen de un barrio que suele ser noticia por la inseguridad, el tráfico de drogas, los desahucios y los narcopisos. Miembros de varias asociaciones del barrio realizaron, gratuitamente, un tour —bautizado como Safari Raval— en el que se dio a conocer el trabajo de entidades como son el Espacio del Inmigrante, la asociación Forn de Teatre Pa’tothom especializada en el “teatro del Oprimido”, la tienda fundada por el Sindicato Mantero donde comprar camisetas de la marca Top Manta, el templo Sikh de la calle Hospital, las entidades vecinales Acció Raval y Acció Riera Baixa, la asociación Putas Indignadas y el Gimnasio Social Sant Pau.
“El Raval es un barrio digno, somos vecinos de la clase obrera, tratamos de vivir en paz. Que sea bienvenido todo el mundo a este barrio y jamás tengan miedo a regresar”. Janet es una prostituta del colectivo Putas Indignadas que ayer participó y saludó, así, a los participantes de la iniciativa bautizada como Safari Raval.
Un tour por el corazón de Barcelona al que acudieron una veintena de vecinos de otros barrios curiosos por la iniciativa que sólo fue publicada en las redes sociales. El safari comenzó en el Espacio del Inmigrante y la primera parada fue en la entidad Forn de Teatre Pa'tothom. Allí los participantes realizaron ejercicios dramáticos denunciando la imagen que muestran los medios de comunicación del barrio. Tras esa parada fue el turno de entidades vecinales como Acció Raval o Acció Riera Baixa donde Ángel y Santi explicaron como sus asociaciones luchan “contra los narcopisos provocados por entidades financieras que dejan viviendas vacías”. Los dos activistas relacionaron el fenómeno del tráfico de drogas con la “especulación que expulsa a la gente de sus casas”. De allí, a la tienda Top Manta donde antiguos vendedores ambulantes serigrafiaban camisetas de la marca Top Manta.
Uno de los puntos más sorprendentes del recorrido fue entrar al templo que la comunidad Sikh tiene en el Raval y que da comida a todo aquel que entra. Desde allí los participantes conocieron prostitutas, se trasladaron a agoras vecinales y a un gimnasio social de un Raval que luchar contra su propio estigma.
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