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Santiago Vidal: “En un mitin, no hay que ser cuidadoso con lo que se dice”

El exmagistrado se retracta de sus conferencias ante el juez, pero las defiende como “libertad de expresión”

Fragmentos del juicio a Santiago Vidal.
Jesús García Bueno

Una cosa es estar delante de su señoría y otra, muy distinta, estar entre amigos, simpatizantes y militantes de Esquerra Republicana. En el primer escenario hay que medir las palabras y hablar con corrección. En el segundo, uno tiene más flexibilidad y puede, incluso, dejarse llevar por la imaginación. Esa es la idea que trasladó el martes el exmagistrado y exsenador de ERC Santiago Vidal durante su declaración como investigado por decir públicamente, en unas conferencias, que la Generalitat estaba cometiendo ilegalidades en el proceso independentista.

“Un mitin no es una declaración, no hay que ser muy cuidadoso con lo que se dice. Hay un margen de libertad de expresión por parte del representante político”, dijo Vidal, que respondió solo a preguntas de su abogada, la penalista Olga Tubau. El magistrado —que prevé reincorporarse en breve a la carrera judicial tras una suspensión de tres años por redactar un borrador de Constitución catalana— trató de justificar que lo que dijo en aquellas polémicas conferencias no era cierto. “Trasladé como un hecho una situación que era de debate de ideas, especulativa, de posibilidad de futuro”, dijo Vidal.

A principios de 2017, EL PAÍS difundió el contenido de unas conferencias en las que Vidal afirmó, entre otras cosas, que la Generalitat había obtenido de forma ilegal los datos fiscales de los catalanes, o que él mismo había elaborado un informe sobre la adscripción ideológica de los 800 jueces en Cataluña. Vidal dimitió al día siguiente del escándalo y dijo ya entonces que todo aquello no era cierto. El martes, en el juzgado, amplió esas explicaciones.

Su abogada le preguntó, en primer lugar, por la obtención de esos datos fiscales. “Son manifestaciones que yo no había contrastado y que no puedo decir que sean ciertas. Excedían el ámbito de mis competencias o de lo que yo podía decir. Cometí el error, que he asumido, de hablar en presente de indicativo cuando debí haberlo hecho en futuro condicional”. Las ideas que transmitió a militantes sobre la Hacienda propia, matizó, eran fruto de “un debate de ideas” en el seno de ERC sobre “cómo habría que construir un nuevo Estado”.

Vidal negó de plano haber elaborado una lista de jueces afectos a la causa independentista. Y menos que fueran unos 300 los jueces con los que se podía “contar” para la futura República. “He de aclarar”, declaró ante el juez, “que ese trabajo no existe”. “Fue una evaluación elucubrativa, de lo que yo pensaba que podría ser el pensamiento de la plantilla judicial que trabajaba en Cataluña”.

En otras ocasiones, vino a decir, solo intentó insuflar ánimo entre los partidarios de la secesión. Como cuando dijo que la Generalitat tenía un presupuesto de 400 millones, “oculto”, para preparar el referéndum. “Me estaba dirigiendo a militantes y simpatizantes del partido. Les quería transmitir solo que la Generalitat tendría la capacidad económica y financiera suficiente para poner en marcha las estructuras. Cometí el error de dar por hecho una cifra específica. La cifra en concreto la saqué de la publicación en diferentes medios de comunicación”.

Vidal, que permanece investigado por revelación de secretos, negó haber participado en la elaboración de leyes durante el procés. En 2015, fue suspendido por tres años por participar en el borrador de una Constitución para una hipotética Cataluña independiente. Su intención ahora, declaró, es volver a la carrera judicial. Tras declarar, salió en libertad sin medidas cautelares.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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