Un pecorino que sale hasta por las orejas, un cerdo marinado con la textura de un bloque de granito y una levadura desproporcionada: este mes ha sido tampoco ha sido sencillo para nuestra Defensora del Cocinero.
Un perejil que aspira a ser rúcula, una receta con ingredientes tóxicos y unas migas muy saladas: a nuestra Defensora del Cocinero le ha tocado sufrir antes de las vacaciones de verano.
Un pan chapati que parece un bolso de cuero, unas gambas en salmuera dudosa y un conflicto derivado de la dificultad de pelar castañas: este mes trae algunos dolores de cabeza a nuestra Defensora del Cocinero.
Una tarta con la textura de un vaso de agua, dudas sobre tamizados y una receta de croquetas "que es una estafa": nuestra Defensora del Cocinero ha pasado el quinario este mes.
Dudas sobre plantas cucurbitáceas, una tarta con más humedad que una cueva y una cebolla traicionera que acaba calcinada: qué complicado ha sido este mes para la Defensora del Cocinero.
Una sandía de un tamaño ingente, unos gambones casi vivos en unos fideos y una lección sobre eviscerar boquerones: no ha sido un mes fácil para nuestra Defensora del Cocinero.
Un escabeche con menos caldo que un brownie, unas alubias crujientes que no crujen y unos rollitos de canela con el volumen de un folio: no ha sido un mes fácil para la Defensora del Cocinero.
El mundo no se acaba en los boquerones fritos: proponemos probarlos en libritos con pimiento de piquillo, marinados en zumo de lima o asados en sartén en una cama de patata, pimiento y cebolla.
Un lomo de cerdo más duro que unas oposiciones, un falafel sacrílego y un pan de plátano algo rebelde: este mes ha venido fuertecito para la Defensora del Cocinero.
Si te pirran los platos, cuencos y fuentes originales y con estilo, aquí te proponemos un chorrón de opciones de todo tipo: vajillas de colores, blancas, baratas, caras, artesanas e industriales.
Y unos guisantes más duros que una piedra, una masa de focaccia confusa y un sofrito que es una lata (de sardinas): la Defensora del Cocinero se enfrenta a estas y otras cuitas culinarias.
Una coca de Perafita que se come con cuchara, unos tomates minimalistas y una leche frita que parece hecha en un volcán: este mes ha sido una condena para la Defensora del Cocinero.
Un pollo con exceso de chiles, un 'carrot cake' con más aceite que una almazara y cantidades de leche que bailan como en un guateque: este mes no ha sido fácil para la Defensora del Cocinero.
Un coulant que chorrea, una 'galette' con la textura de una piedra pómez y buñuelos de viento con el relleno crudo: los problemas de de este mes de la Defensora del Cocinero no son cosa menor.
Y un gazpacho espeso que al final no lo era, un lector con dudas existenciales sobre esta sección y una tarta que cumple años regular: tampoco en febrero hay respiro para la Defensora del Cocinero.
Sopas problemáticas, caponatas supuestamente avinagradas, verduras que desaparecen y señoras que se enfadan sin leer bien las recetas: estas son las cuitas de la Defensa del Cocinero en su primera entrega del año.
Si a unas chuletas de ternasco de Aragón le sumas una villeroi, el resultado es un platazo sencillo de hacer. Además, el toque que le da la leche infusionada con romero a la bechamel lo hace aún más irresistible.
De gambas, de cebolla, de pescado e incluso dulces: las opciones para preparar una deliciosa sopa casera son casi infinitas. La Fundación Alicia les rinde homenaje en un recetario recién publicado.
Los asados son una de las elaboraciones más prácticas y resultonas para los menús de Navidad. Como las fiestas están ya cerca, aquí va un montón de propuestas para asar pollo bio con sus respectivas guarniciones.
Y unas berenjenas rellenas supuestamese sosas -que no lo eran-, bombones peleados consigo mismos y una cebolla que aún no ha aprendido a asarse sola: estas son las cuitas de octubre de nuestra Defensora del Cocinero.
Un riada de tahina para llenar tres piscinas olímpicas, una crema de hinojo con más sal que el mar Muerto y un debate lingüístico a cuenta de una paella: nuestra Defensora del Cocinero no se libra ni en verano.
El líder comidista cocinando sin redecilla, una pasta con más tomates que la huerta de Almería y unas magdalenas poco esponjosas: nuestra Defensora del Cocinero ha trabajado más que Fernando Simón en el mes de junio.
Falta de afecto en una sopa verdulera, baile de cifras en unas galletas y olor a pescado en un pan: nuestra Defensora del Cocinero se ha enfrentado a todo tipo de infortunios en el mes de mayo.
Y la mala costumbre de intentar que el tofu sepa a algo, una sopa de alcachofas amarga y unos ingredientes que generan frustración: poca broma con las cuitas de nuestra Defensora del Cocinero durante el mes de abril.
Unos chiles ultrapicantes, unas cebolletas bastante equivocadas, unas empanadas poco concretas y un jugo de rosbif torrefacto: este mes nuestra Defensora del Cocinero no lo ha tenido precisamente fácil.
Y unas increibles albóndigas menguantes, una minestrone incompleta y un rebozado de libre interpretación son algunas de las cuitas a las que se enfrenta nuestra Defensora del Cocinero este mes de febrero.
Los dramas a los que se enfrenta este mes nuestra Defensora del Cocinero van desde una puntualización sobre la sopa de cebolla hasta unos bocaditos difíciles de manipular: una cuesta de enero en toda regla.
La Defensora del Cocinero atiende reclamaciones por la cocción interminable de un rabo, unos malfatti que requieren escurrido extremo y una crema de berenjenas que no se aclara con su propio Pantone.
Esta crema saca a la endivia del viejunismo y le da un toque moderno con unos crujientes chips de zanahoria. Para que salga perfecta, hay que prestar atención a las dos claves de la receta.
La tortilla vaga, como su nombre indica, es apta para vagos, admite infinidad de ingredientes y no tiene mucha ciencia más que utilizar huevos de calidad.
Dificultades verduleras, un salmorejo muy panarra, una lectora indignada por el origen de la yuca y unos canelones innecesarios son las cuitas a las que se enfrenta hoy la Defensora del Cocinero de El Comidista.
La calabaza es una hortaliza que admite diferentes cocciones y, por tanto, infinitas recetas y combinaciones. Aquí tienes tres para prepararla frita, cocida y asada.
Y unos calamares que no se dejan rebozar, lectores indignados por las versiones no canónicas del hummus y un tofu huidizo son algunas de las cuitas a las que se enfrenta este mes la Defensora del cocinero.
Y un escabeche securrio, unos huevos duros con mucho misterio y un refresco de sandía que necesita ser desactivado: la última entrega de nuestra Defensora antes de las vacaciones ha sido una ardua batalla.
La dificultad de los huevos al colchón hace que un lector se pase al equipo de las croquetas. Las cookies de chocolate y las tortitas de calabacín tampoco cuentan con un club de fans.
"No te lo perdonaré jamás, Comidista. Jamás". Éste es el sentir de una lectora que protesta ante la Defensora del Cocinero por la receta de una tarta. Otros tampoco están felices con platos de alcachofas o bacalao.
Y una porchetta en riesgo de incendio, una sequía de zanahorias o un strogonoff vegetariano poco vegetariano: un mes más, la paciencia de nuestra Defensora no conoce límites.
Y una costra de bacalao libremente interpretada, las vicisitudes de mantener un hojaldre crujiente y una tarta de queso con resultados desiguales: así se las gasta este mes la Defensora del Cocinero.
Y una receta de bizcocho que no lo es, un hojaldre duplicado y demasiadas recetas de rosbif: enero no está siendo un mes fácil para nuestra querida Defensora del Cocinero.