Nació en 1956 la Ciudad de México. Es egresado de la carrera de Biología en la Facultad de Ciencias de la UNAM donde también realizó sus estudios de maestría y doctorado. Desde 1987 es profesor-investigador de Tiempo Completo, Titular C, de la Universodad Autónoma de Baja California Sur en La Paz, BCS. Es Investigador Nacional (SNI) nivel III, y cuenta con el Perfil del Programa para el Desarrollo Profesional Docente (PRODEP) otorgado por la Secretaría de Educación Pública. Cuenta con más de 180 publicaciones técnicas en 40 años de carrera. La mayor parte de sus trabajos han sido publicados en revistas internacionales indexadas. Ha dirigido más de 60 tesis de licenciatura y posgrado. Además ha sido invitado como tutor o miembro de comités en posgrados relativos a las ciencias del mar, como la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Autónoma de Baja California, la Universidad Autónoma de Oaxaca, la Universidad de Colima y diversos centros SEP-CONACYT, incluyendo el Centro de Investigación Científica y Educación Superior de Ensenada (CICESE), el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR), y el Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas del Instituto Politécnico Nacional (CICIMAR). Todas las instituciones citadas pertenecen al Padrón de Excelencia de CONACYT.
A nivel Internacional participa anualmente, desde 1994, en el Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), tanto como miembro de la Delegación mexicana, como Participante Invitado. De 2010 a 2016 fue presidente del Subcomité de Observación de Ballenas y a partir de 2017 es presidente del Subcomité de Palnes de Conservación y Manejo, ambos del Comité Científico de la CBI. Fue Presidente de la Sociedad Mexicana de Mastozoología Marina (1989.1991), y desde 1996 fue invitado a integrarse al Grupo de Especialistas de Cetáceos de Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) del cual sigue siendo miembro. Del mismo modo fue invitado a formar parte en 2008 del grupo de especialistas asesores de la Autoridad Científica CITES de México.
Phone: 52 612 1238800 ext. 4815
A nivel Internacional participa anualmente, desde 1994, en el Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), tanto como miembro de la Delegación mexicana, como Participante Invitado. De 2010 a 2016 fue presidente del Subcomité de Observación de Ballenas y a partir de 2017 es presidente del Subcomité de Palnes de Conservación y Manejo, ambos del Comité Científico de la CBI. Fue Presidente de la Sociedad Mexicana de Mastozoología Marina (1989.1991), y desde 1996 fue invitado a integrarse al Grupo de Especialistas de Cetáceos de Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) del cual sigue siendo miembro. Del mismo modo fue invitado a formar parte en 2008 del grupo de especialistas asesores de la Autoridad Científica CITES de México.
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uso de los ecosistemas marinos. De 1981 a 2006, se hicieron 54 cruceros registrándose 1582 avistamientos de 31 especies de mamíferos marinos. Se encontró una distinción cualitativa de la
mastofauna del Pacífico Norte y una afinidad biogeográfica primaria del Golfo de California con la zona de transición oceanográfica y el Pacífico Tropical. La estructura comunitaria de la mastofauna en la frontera boreal de la zona de transición oceanográfica es inestable mientras que
la del Pacífico Tropical parece estable en gran y mesoescala. El contraste de los efectos del cambio climático entre las especies asociadas a surgencias y las tropicales, muestra diferencias entre ellas
en las respuestas poblacionales de abundancia y en la formación de taxa costeros y pelágicos pero similitudes en las respuestas poblacionales de subdivisión geográfica y las que consisten de
fraccionamiento asociado al calentamiento del clima. Hemos deducido entonces la preocupación de cómo el actual calentamiento de la biosfera, en combinación con otras afectaciones antropogénicas negativas, puede potenciar el riesgo de extinción en especies con estructura poblacional fragmentada.
La motivación para llevar a cabo estos estudios incluye especies de importancia agronómica, ecológica, médica, etnobiológica, pesquera, ornamental o evolutiva. En cada caso se consignan los parámetros de variación genética, de estructura genética y de estructura filogeográfica o de inferencias coalescentes.
Muchas de las especies estudiadas tienen una alta variación genética, como es el caso de las del género Rhizobium, Escherichia coli, varias de coníferas, de encinos, de epífitas, de plantas de zonas áridas, de cícadas, de maíz, de calabacitas, de parasitoides, de áfidos, del lobo marino y de algunas especies de aves como el atlepes de gorra castaña. En algunos casos, como el de la ballena jorobada, se ha encontrado que la variación genética varía estacionalmente.
Asimismo existen algunas especies con una variación genética pequeña o marginal. Tal es el caso de la bacteria Gluconacetobacter diazotrophicus, Trypanosoma cruzi, el lobo fino de Guadalupe y, como situación extrema, el de la vaquita marina (Phocoena sinus). La cantidad de variación genética tiene consecuencias médicas, como en Histoplasma, Trypanosoma, Taenia o E. coli; en los procesos de domesticación como en el maíz, los frijoles (en los que se ha encontrado migración de silvestres a cultivados en P. vulgaris, pero en sentido inverso en
P. lunatus), el jocote, el algodón y el cactus Stenocereus stellatus. En este último se encontró que el manejo incrementa la cantidad de variación, al contrario de lo esperado.
Respecto a la estructura genética se encontraron algunas especies con poca estructuración como Rhizobium phaseoli, algunas epífitas, algunas especies de zonas áridas, de cícadas, maíz, calabacitas, algunas especies de Drosophila, termitas y murciélagos. Por otro lado, hay especies con una estructuración genética moderada o alta en el ámbito nacional como Lophodermium nitens, especies de Picea, Abies, Pinus, encinos, algunas especies de epífitas, plantas de zonas áridas y de cícadas. También muestran alta diferenciación la chía y los frijoles que son autógamos, Taenia, especies de mariposas y de áfidos. Mención especial merece la diferenciación encontrada en especies de vertebrados, muchas de las cuales muestran estructura a nivel global, como varias especies de tortugas, especies de importancia comercial, el manatí, dos especies de ballenas y un delfín. Gran parte de esta estructura tiene consecuencias filogeográficas y evolutivas como en los delfines costeros y pelágicos, la ballena gris, la filopatría mostrada por las especies de tortugas y algunas especies de coníferas; pero también hay consecuencias para el uso de estos recursos como en el loro amarillo, especies de importancia pesquera (en las que se han podido definir unidades de pesca), el quetzal, el algodón, las orquídeas. También la estructuración profunda en algunos casos sugiere la existencia o no de especies crípticas como Histoplasma capsulatum, Chelonia mydas y C. agassizii y especies de los géneros Rhizobium y Triatoma.
En algunos casos, como el del maíz o la vaquita marina, se han explorado marcadores moleculares asociados a la domesticación y a la probabilidad de extinción, respectivamente. El impacto de los cambios climáticos en la estructura filogeográfica ha sido demostrado en coleópteros, pinos, abetos, encinos y ballenas.
Oarbadas (misticetos), y 20 de las 68 especies reconocidas de cetáceos dentados (odontocetos). Entre estas especies se encuentran algunas típicas de aguas templado-frías (p.e., delfin de costados blancos, zifido de Baird), otras .:aracterísticas de aguas tropicales (p.e., delfin tornillo, delfin de dientes rugosos); algunas que visitan la balía como destino migratorio invernal (p.e., ballena jorobada, ballena azul) y otras que se observan todo el afio (p.e., :ursiones, rorcual común). Esta riqueza específica es de las más altas en el mundo y, combinado con el fácil acceso ; buen clima del lugar, convierten a la Balúa de La Paz en un lugar de gran interés científico y turístico en :-elación con los manúferos marinos que en ella habitan.
mid-nineteenth century, a result of their commercial exploitation. Nevertheless, until the 1970s scientifi c studies of the marine mammals of Mexico were infrequent and mainly limited to occasional observations by American and a few Mexican scientists. Beginning in the late 1970s, the number of reports published on individual species or groups of species in the Gulf of California began to increase substantially.
The marine mammal fauna of the Gulf is surprisingly diverse, with
36 species representing 31 cetaceans in eight families (Balaenidae, Eschrichtiidae, Balaenopteridae, Physeteridae, Kogiidae, Ziphiidae, Delphinidae, Phocoenidae), four pinnipeds in two families (Phocidae, and Otariidae), and one bat in the family Vespertilionidae. The Gulf of California has 39 percent of the world’s 83 cetacean species. The Odontoceti (toothed whales) are represented by 23 species, 33 percent of the extant species, and the Mysticeti (baleen whales) by 8 species, 61 percent of the extant species. The notable diversity (i.e., species richness) and abundance of marine mammals in the Gulf can be explained by three main factors. First, the Gulf has an exceptionally high rate of primary productivity that supports complex and productive food webs. Second, the complex topography and oceanography of the Gulf presents a high diversity of habitats. And third, the warm and relatively calm waters found in the Gulf during winter and spring are exploited by several migratory species to give birth, nurse, and care for their newborn.
According to the IUCN, the Gulf of California includes one species
that is critically endangered (vaquita), four that are endangered (bluewhale, fi n whale, sei whale, northern right whale), and two that are vulnerable
(humpback whale, sperm whale). The Mexican Government’s Offi
cial Standard (NOM-59-ECOL-2001) includes all of the cetacean species
entering Mexico’s waters. The North Pacifi c right whale and the vaquita
are listed as “in danger of extinction” and all others as “subject to special
protection.” The main human-caused mortalities of cetaceans in the Gulf of California are related to fi sheries. The cetaceans most frequently involved in incidental mortality from fi sheries are the short-beaked common dolphin, long-beaked common dolphin, common bottlenose dolphin, pantropical spotted dolphin, and vaquita. Yet large cetaceans, including sperm, gray, and humpback whales, also have been affected by fi sheries. There is no single body of legislation enacted for the sole benefi t of cetaceans in the Gulf. Instead there are several different laws relevant to their conservation and management that apply to all of Mexico. Additionally, in May 2002, Mexico established the Mexican Whale Refuge (Refugio Ballenero Mexicano), consisting of its entire Exclusive Economic Zone (about 3 million km2).
de animales relacionado con los cambios periódicos del clima o la disponibilidad del alimento, o bien para asegurar la reproducción. En casi todos los casos la migración implica movimientos periódicos de un sitio a otro y de regreso al primero.
Este fenómeno se observa en un gran número de especies animales, desde algunos insectos —como la mariposa monarca— y cierta fauna marina como salmones, tiburones ballena y tiburones martillo, hasta mamíferos como las ballenas y algunas especies de murciélagos, pasando por reptiles como las tortugas marinas y muchos grupos de aves (por ejemplo, colibríes, aves de presa, canoras y de ornato, playeras y marinas). Las especies
migratorias enfrentan retos particulares para su conservación. La gran diversidad de estas especies, su historia natural y ecología, así como sus rutas migratorias hacen que, en la mayoría de los casos, su conservación sea un asunto de coordinación internacional para proteger las zonas de hibernación y las de veraneo, y los corredores que las conectan. Para conservar las especies migratorias es necesario tomar acciones en prácticamente todo el país, tanto en la parte terrestre como en las aguas marinas territoriales. Esto implica a muchos sectores sociales y diversos intereses.
Los vertebrados superiores (reptiles, aves y mamíferos) conocidos en México incluyen seis especies de tortugas marinas entre ambos litorales. Las aves acuáticas migratorias comprenden un variado universo de especies marinas, playeras, anseriformes, zancudas, de marisma, entre otras. Además, hay especies que utilizan el territorio mexicano como corredor, otras que invernan en el país y algunas más que se reproducen en México y pasan el invierno más al sur. Ordenándolas de acuerdo con el uso principal del hábitat, hay aves de mar abierto, de costas expuestas,
de lagunas costeras, de zonas intermareales, de marisma y especies de aguas interiores. Es importante recordar que ninguna de estas clasificaciones constituyen categorías discretas; muchas de ellas usan más de un hábitat y tienen historias de vida complejas y diversas.
En México existen 34 especies de aves rapaces diurnas que migran. La mayoría de estas son de tamaño mediano o grande, y su migración tiene que ver (aunque no de manera absoluta) con la presencia de corrientes termales. Las rutas más utilizadas por las aves rapaces pasan por las planicies costeras del Golfo y del Pacífico, el Istmo de Tehuantepec y la Península de Yucatán. La magnitud de la migración de estas aves varía según cada especie, desde unos cientos de kilómetros hasta más de 10 000, de Canadá hasta Argentina. Aunque la fragmentación y destrucción de sus hábitats son amenazas patentes sobre estas especies, se han identificado otros factores como determinantes de mortalidad significativa. Estos incluyen colisiones con estructuras (cables, edificios) y vehículos, caza incidental, persecución directa y la contaminación (por plaguicidas, metales pesados y otros factores) magnificada por bioacumulación.
De las 57 especies de colibríes que existen en nuestro país, por lo menos 13 llevan a cabo migraciones de gran escala, y las poblaciones de cinco de ellas abandonan completamente el territorio mexicano durante una parte del año. Una de estas especies recorre más de 4 500 km. Muchas otras especies de colibríes realizan migraciones locales o altitudinales. Veinte especies de estas aves están incluidas en la Norma Oficial Mexicana que enlista las
especies en riesgo de extinción (NOM-059-SEMARNAT-2001).
Hay un muy alto número de otras especies de aves del orden Passeriformes que tienen poblaciones que realizan migraciones de gran alcance, en particular muchas de las familias Tyrannidae (papamoscas) y Parulidae (chipes y reinitas), pero también algunas representantes de muchos otros grupos. Casi 200 especies de paseriformes son migratorias, y muchas de ellas se encuentran en las listas de especies en riesgo de extinción. Además de las amenazas generales que afectan a muchos grupos migratorios, las paseriformes enfrentan otros riesgos que las hacen aún más frágiles. En particular, el comercio legal e ilegal de aves canoras y de ornato representa una fuente creciente de preocupación que ya alcanza niveles críticos para muchas especies.
En México existen 138 especies de murciélagos, de las cuales por lo menos 19 que pertenecen a tres familias se consideran migratorias. Cinco de estas especies están incluidas en las listas de especies en riesgo de extinción. Muchas de las amenazas que afectan a las aves migratorias también dañan a los murciélagos, aunque hay algunas diferencias importantes. Por ejemplo, en los murciélagos generalmente solo las hembras llevan a cabo migraciones de grandes distancias, debido a que la reproducción de los mamíferos les permite aparearse en las zonas de hibernación y parir en las zonas de veraneo. Esto no sucede con las aves, en las que ambos sexos deben migrar porque el apareamiento y la crianza de los polluelos ocurre en el mismo sitio. Además, los murciélagos enfrentan la seria amenaza de la destrucción de sus cuevas como resultado de vandalismo, ignorancia o intentos mal conducidos de control de murciélagos vampiro. En la actualidad existen iniciativas sólidas con resultados claros de recuperación y estabilización de las poblaciones de murciélagos que se deben seguir apoyando para alcanzar el éxito.
Aunque hay proyectos de conservación con prioridades y estrategias establecidas para los diferentes tipos de especies migratorias, prácticamente no hay coordinación entre los diferentes grupos que trabajan en proteger a estas especies. Es claro que aún se requiere mucha investigación en numerosas líneas de trabajo, y esto implica que debe reconocerse la necesidad de apoyar estas investigaciones y de conservar dichas especies para beneficio de todos.
lagoon complex (BM) was characterized by numbers of single adult breeding whales similar to
that observed in recent years, but numbers of female-calf pairs were lower than expected
compared to previous winters, and they departed from the lagoon early. Boat surveys were
conducted as previous years. In LSI 13 surveys began on 18 January and continued until 2 April.
The counts of single adult whales (breeding males and females without calves) reached a
maximum of 160 whales on 15 February, which was greater and occurred earlier in the season
than the 120 single whales seen on 3 March 2017, but less than the 213 single whales observed
on 12 February 2016. The number of female-calf pairs seen in 2018 was far less than that
observed in 2017 (107 pairs) and in 2016 (124 pairs). In BM the highest numbers of gray whale
females with calves were consistently observed in the Canal de Santo Domingo: 3-pairs on 13
January; 9-pairs on 7 February; and 16 pairs on 7 March. Although the number of female-calf
pairs in the Canal de Santo Domingo was noticeably less than were observed in this area in
2017 and 2016. The abundance of female-calf was lower than expected, and similar to the
abundance observed during the winter breeding seasons from 2007 to 2010 following the rangewide
“mortality event” in the late 1990’s. However, the whales appeared to be in good
nutritional health, and any indication of nutritional stress or poor condition of the gray whales
was not evident.
stated by the IWC scientific community.
We previously validated reproductive hormone profiling in gray whales using ELISA (Gendron et al. 2015) and liquid chromatography-tandem mass spectrometry (LC-MS/MS) (Hayden et al. 2016, Hayden et al. 2017b) and subsequently reported on advancements of the
LC-MS/MS methodology (Hayden et al. 2017b). Here we report on (1) further optimization of the LC-MS/MS methodology (both positive and negative ion modes), (2) the quantitation of progesterone, testosterone, cortisol, and estradiol in small (50 mg w/w) samples in both the gray
whale and the beluga, and, (3) to our knowledge, the first detection of pregnancy in cetaceans by LC-MS/MS. Steroid hormones were extracted, separated from lipids using gel permeation chromatography, and then quantified using a Thermo Scientific TSQ Quantum Access Max MS
mass spectrometry system in heated electrospray positive ionization mode and atmosphericpressure chemical negative ionization mode through selected reaction monitoring. Quantitation of endogenous steroid hormones was performed with the use of isotopically labeled internal standards. Limits of quantitation and detection were compatible with reported levels of steroid hormones in cetacean blubber and extraction efficiencies were comparable to liquid-liquid extraction efficiencies. LC-MS/MS has the capability of quantitating multiple steroid hormones simultaneously, which can be invaluable to assess pregnancy, health and fitness in a single sample. Therefore, this methodology is ideal for species or samples where tissue weight is limited, such as the IUCN-listed critically endangered Western gray whale population. Future directions of this research will involve the inclusion of other biologically relevant steroid hormones in the analysis panel and the establishment of baselines indicative of reproductive maturity using additional samples from animals of known sex and reproductive status.
from Sakhalin Island 1994-2012; and 150 from Kamchatka Peninsula 2004-2011), were compared with 4,352 photo-identified individuals from winter calving lagoons off the Baja California Peninsula, Mexico between 2006 and 2012. The Sakhalin, Kamchatka and Mexico catalogs comparison resulted in a total of 9 confirmed matches of individuals, including 1 males, three females and five of unknown sex. Two whales were observed in the three places, three in Sakhalin and Mexico and four in Kamchatka and Mexico. Eight of the 9 whales in Mexico were sighted in Laguna San Ignacio and one in Bahía Magdalena. Seven of the 9 whales were photographed in Mexico only in one year, one in two
years and one in three years. Five whales were sighted in consecutive seasons. These results offer the first complete migratory information for some gray whales that summer off Russia and provide new
information important to the evolving understanding of gray whale population structure in the North Pacific. The matches made between whales sighted off Sakhalin, Kamchatka and the Mexican Pacific
are the results of the second year of the multinational collaboration “PACIFIC WIDE STUDY ON POPULATION STRUCTURE AND MOVEMENT PATTERNS OF NORTH PACIFIC GRAY WHALES” initiated under the coordination and support of the International Whaling Commission in
2011.
Here, we report analyses conducted on thirty-five individuals biopsied off Sakhalin Island in 2011(6 whales), 2012 (20 whales) and 2013 (9 whales), including the optimization of progesterone assays in that species for the purpose of determining reproductive fitness and
pregnancy and the analysis of C and N stable isotopes to assess chemical feeding ecology. Pregnancy detection via blubber progesterone analysis has been previously validated in several cetacean species but not in gray whales. Using stranded eastern gray whale
samples: 1) the extraction of steroid hormones and analysis of progesterone has been successfully validated, and 2) the amount of blubber needed for the progesterone extraction and pregnancy
determination has been successfully reduced and optimized from 150 mg to 50 mg (wet weight). Western gray whale blubber samples were obtained from three female whales of unknown lifestage in 2011 and from three adult male and two adult female whales in 2013. Only small
epidermis samples stored in ethanol were obtained in 2012, they did not prove suitable for progesterone or stable isotope analyses, as expected from the literature. Sections of blubber (no epidermis) weighing 50 mg were analyzed for all 2011 and 2013 animals. Female progesterone
levels (n=5) ranged from levels below the detection limit of the ELISA kit (0.01ng/g) up to 3.02 ng/g, and male progesterone levels (n=3) ranged from 0.02-0.39 ng/g. Progesterone levels in pregnant gray whales are currently unknown but the female western gray whale progesterone
values detected were below those reported in non-pregnant mature cetacean species, including the short-beaked common dolphin, D. delphis, (6.75-33.3 ng/g) and the Pacific white-sided dolphin, L. obliquidens, (3.75-20.5 ng/g), and at the low end of the range reported in nonpregnant northern right-whale dolphins, L. borealis, (2.11-34.7 ng/g) (Kellar et al. 2006). Extraction efficiency was within the range previously reported for the steroid hormone extraction used (Kellar et al. 2006, 2009), which allows distinction to be made between pregnant and nonpregnant female cetaceans. Thus, analyses indicated the female gray whales were likely not pregnant when biopsied. Further optimization is currently underway and includes 1) measuring
progesterone in adult female gray whales of known reproductive status, and 2) further reducing minimum sample size required for assay from 50 mg to 30 mg for the determination of pregnancy. Isotopic ratios of carbon (δ13C) and nitrogen (δ15N) were determined in 10 western gray
whale epidermis biopsies (3 from 2011, 7 from 2013) (>10mg) with underlying tissues removed. δ13C ranged from -17.66 to -14.97, while δ15N ranged from 11.21 to 14.26, indicating a relatively broad range of values that may reflect variation in feeding ecology (e.g., feeding areas,
trophic levels). Validation studies using stranded eastern gray whales indicated that stable isotope ratios in gray whale epidermis is largely independent of epidermal layer (depth) despite differences in function and morphology.