Ya quisiera yo los 39 años de Modric
A la altura de mi avanzada edad, realmente elevada cuando ya empiezas a ver en el horizonte el set en blanco (60), resulta irritante que muchos de mis amigos y coetáneos se empeñen en decirme que “Luka ha sido muy bueno, pero a su edad ya no podemos esperar mucho de él”. Ayer cumplió 39 años el genio croata y para tapar bocas tan imprudentes y ausentes de conocimiento en la materia de la longevidad les respondió con un golazo de falta directa a la Polonia de Lewandowski que ha dado la vuelta al mundo. Gol de oro, porque le valieron los tres puntos a los ajedrezados. ¿Desde cuando el talento caduca?
Modric no ha ensayado aún su last dance. Su nutricionista cuida su cuerpo para que no sume ni un gramo más. Su preparación física, añadida a la que le organiza Pintus en Valdebebas, es propia de un espartano y no de un jugador que ya lo ha ganado todo. Se cuida con rigor fanático, como Cristiano. Por eso, ambos eligieron el mismo día para demostrarle al mundo y a los ignorantes que el peso de la edad no va en el DNI, sino en tu cerebro. Si eres débil, acomodaticio y conservador te dirás a ti mismo: “Qué mayor estoy, con esta edad... ¿dónde demonios voy a ir?”. Pero un profesional íntegro, ambicioso y ganador será como Luka y Cristiano. Son el espejo de mi disfrutona existencia. Os quiero, ‘abuelos’.