La nueva obra de Umberto Laffi sobre diversos problemas de la organización y municipalización de Italia en época republicana y augustea, prosigue idealmente y como complemento al texto Studi di Storia romana e di diritto (Roma 2001). Metodológicamente, el libro es un nítido ejemplo de lo que Laffi ha ido estudiando, reflexionando y sosteniendo por más de 43 años de actividad académica. Esto es, múltiples problemas del sistema político-administrativo del Estado romano. En sus escritos ha utilizado una mecánica coherente y sistemática, abalada por una prolífica producción y un sinnúmero de citaciones. Ha creído y así lo ha establecido explícitamente en un diálogo fecundo y un vínculo indisoluble entre la historia romana con la filología y el derecho romano, fruto de una sólida erudición y un manejo magistral de las fuentes.

El reciente texto de Umberto Laffi - dedicado a su insigne maestro Emilio Gabba - presenta una selección de once estudios de organización y administración institucional-jurídica y colonial-municipal de la Italia romana hasta el advenimiento del nuevo régimen imperial bajo Octavio Augusto. Estos artículos están divididos en tres secciones temáticas. La primera parte, Studi di carattere generale (13-125) es la más amplia y tiene como hilo conductor explicar las fases y puntos neurálgicos del desarrollo de la colonización romana, desde la segunda guerra púnica a la época de los Gracos, con sus diversas formas, características y problemáticas. Particular interés tiene la propuesta sobre la organización de la península itálica - con más de cuatrocientas ciudades - bajo Augusto y la creación y repartición de aquellas en unidades geográficas y etno-culturales (11 regiones).

En esta primera sección, advertimos claramente como Laffi, muchas de sus reflexiones, intuiciones y problemas los concibe a partir de situaciones y coyunturas históricas de su propia experiencia y del presente. Son así los casos del estudio del fenómeno colonizador, con sus acepciones antigua y moderna. O cómo las regiones del reino de Italia lo estimularon y guiaron a la regionalización augustea, excluyendo eso sí, la decisión de dividir Italia en "compartimentos" por motivos administrativos y fiscales. "Alla mentalità del nostro secolo" - sostiene Laffi - "può apparire abbastanza strano che si sia creato un ordinamento in regioni che non aveva alcun fine pratico dal punto di vista político-amministrativo. Ma non dobbiamo risalire molto indietro nella storia del nostro paese per trovare qualcosa di simile. I quattordici 'compartimenti' disegnati nel 1864 da Pietro Maestri" (113) [...] "Ma se volessimo fare un paragone grossolano diremmo che le regioni augustee richiamano i compartimenti statistici del Maestri, che diventarono poi, con qualche aggiustamento, le regioni del Regno. Non avevano fini pratici amministrativi" (115).

Respecto a la segunda parte del volumen, Colonie (127-186) en ella se examinan las magistraturas juridiccionales de las colonias romanas, específicamente el título de IIII viri iure dicundo; como asimismo el estudio en torno al apelativo de cinco colonias de provincias occidentales y orientales, denominadas Gemella o Gemina, en el período entre César y Augusto. Laffi afirma que: "Gran parte di questo lavoro è stata dedicata alla demolizione di 'miti' interpretativi che si sono affermati ampiamente nella letteratura, ma che si sono rivelati infondati. Ho inteso indicare quale debe essere, secondo la mia opinione, la via da seguire per cercare di interpretare in maniera più convincente il significato dell' epiteto Gemella o Gemina portato da cinque colonie romane provinciali. Ho cercato di raccogliere tutta la documentazione disponibile, che tuttavia, limitata e sfuggente qual è, non consente di dare risposte a tutti gli interrogativi: perché questo appellativo è testimoniato soltando nelle province? Per quali motivi e in base a quali criteri alcune colonie doppie, e non altre, ricevettero, o si diedero, questo appellativo?" (172-173). Erudito es también el artículo concerniente a Alejandría de Troade, colonia romana de la provincia de Asia, fundada, como sostiene Laffi, en edad augustea.

Finalmente, la tercera sección, Municipi (187-244) explora algunos problemas específicos de la organización municipal. Uno de ellos es la incisión del fragmentum Atestinum, como municipio romano de la Galia Traspadana datado en el 49 a.C. y no como canónicamente se había fechado hacia las postrimerías del bellum sociale (90-89 a.C.). Sigue al estudio de Ateste un completo y complejo comentario de la lex municipii Tarentini. La tercera parte se cierra con una definición, caracterización y evolución de municipium y de sus relaciones con los cives Romani y el ius Latii.

Muy útiles son los índices analíticos de fuentes diversas, personajes, sitios geográficos y de materias con los que finaliza la obra. Esta nueva contribución y los precedentes a los estudios romanos de Laffi reflejan un conocimiento profundo y sistemático del complejo y variado problema de la administración de la Italia romana. Él señala en forma clara: "questo volume non è un trattato" (9). Sin embargo, por la selección de los temas monográficos, los lineamientos centrales de la organización colonial y municipal, la pluralidad ciudadana y un manejo acabado de la problemática, con una agudeza, vigor y claridad expositiva, nos hace pensar que estamos ciertamente frente a algo muy cercano a un verdadero tratado, sino próximo a ello en un futuro cercano.

Alejandro Bancalari Molina