Once Caldas le ganó 2-0 a Cruzeiro de Brasil en el estadio Arena do Jacaré de Sete Lagoas y se clasificó a los cuartos de final de la Copa Libertadores, fase en la que chocará con el también brasileño Santos.
Juan Carlos Osorio y sus dirigidos llegaron a suelo brasileño con el 1-2 adverso de Manizales y tumbaron a un gigante. Cruzeiro se vio pequeño, desinflado y desteñido. El Once luchó y corrió en todos los sectores del campo. Les quitó la pelota a los brasileños y siempre buscó el arco contrario. Jugó con personalidad, carácter y oficio, por eso la diferencia en el campo. El 2-0 fue corto para la cantidad de oportunidades de gol que tuvo el Once a lo largo de los 90 minutos. Wason, Dayro, Micolta y Mirabaje tuvieron las opciones que se desperdiciaron o tapó Fabio.
LOS GOLES
El 1-0 lo marcó Diego Amaya tras un tiro de esquina. El defensor central se levantó por encima de los rivales y de un soberbio cabezazo puso la ventaja parcial para la celebración blanca en el país.
El 2-0 lo hizo Dayro Moreno. El atacante tolimense cogió un rebote al borde del área y lo acomodó con potencia para ratificar el dominio en la cancha y volver a celebrar un gol con la camiseta del Once Caldas.
Lo demás fue lucha, pundonor y sacrificio. Se aguantó la presión del rival en el remate y hasta se manejaron situaciones en las que el partido se fue al “congelador”, como la acción en la que agredieron a Wason Rentería, y Miguel Rodas, kinesiólogo del equipo, entró al campo a defender al deportista. Fue la primera victoria del onceno caldense en suelo brasileño.
Hazaña, proeza... como se quiera llamar, el ‘Blanco Blanco’ pasó a la historia no solo por su llegada a cuartos sino también por la forma como lo hizo. Esta vez el Once, David, tumbó a Cruzeiro, Goliat.