TRIBUNALES Marruecos burla la Justicia espa�ola

Rabat lleva siete a�os sin responder a la Audiencia Nacional por el genocidio en el S�hara

  • La Audiencia tratar� desde ahora el caso como si se hubiese producido en Espa�a

Marruecos lleva siete a�os burlando los reiterados requerimientos de la Justicia espa�ola para que colabore en la investigaci�n del genocidio en el S�hara Occidental. Tres comisiones rogatorias desde 2007 y numerosas gestiones respondidas con silencio absoluto.

Con los nuevos criterios de la Fiscal�a de la Audiencia Nacional, asumidos esta semana por el juez, los cr�menes en la antigua provincia africana deben ser tratados como si hubiesen sido cometidos en nuestro pa�s, porque Espa�a de iure, aunque no de facto, sigue siendo la potencia administradora�.

El del S�hara es, por tanto, el �nico genocidio cometido en territorio espa�ol contra ciudadanos con nacionalidad espa�ola que se indaga en la Audiencia Nacional, cuya competencia pasar�a a ser preferente y no estar�a ya condicionada a que los hechos sean perseguidos por los tribunales marroqu�es -una aut�ntica utop�a-, que es lo que se consideraba hasta ahora. La expulsi�n de Aminetu Haidar en 2009, por ejemplo, no fue investigada por Espa�a conforme a aquel viejo criterio.

La causa principal por el genocidio en el S�hara fue abierta en 2007 por el entonces juez Baltasar Garz�n, que admiti� una querella de la Asociaci�n pro Derechos Humanos de Espa�a en la que se describen los atrocidades cometidas por el ej�rcito marroqu� a partir de 1975 cuando, tras ceder a la presi�n de la Marcha Verde, nuestro pa�s abandon� la colonia a su suerte y fue ocupada por Marruecos y Mauritania.

El juzgado ha emitido ya tres comisiones rogatorias, la �ltima en octubre de 2012, para que se notifique el auto de admisi�n a los querellados y Rabat conteste si existe o ha existido alguna investigaci�n y entregue todos los datos que afecten a las v�ctimas, incluido el lugar donde est�n enterradas. El sustituto de Garz�n, el juez Pablo Ruz, pregunta reiteradamente por las gestiones que lleva a cabo el Ministerio de Justicia a trav�s del magistrado de enlace con Marruecos, Luis de Jorge Mart�nez.

Y el Gobierno marroqu� responde siempre con el silencio, pese a que los dos pa�ses firmaron en 2009 un acuerdo de cooperaci�n penal por el que �se comprometen a prestarse [...] la asistencia judicial m�s amplia posible en todos los asuntos penales�. Hay una excepci�n: no habr� colaboraci�n si �la parte requerida considera que el cumplimiento de la solicitud puede perjudicar su soberan�a, su seguridad o su orden p�blico�, lo que se amoldar�a a las pretensiones de Marruecos sobre el S�hara. Eso s�, inmediatamente se a�ade que �toda denegaci�n de asistencia mutua deber� ser motivada y notificada a la parte requirente�, algo que en este caso no sucede.

El procedimiento ha avanzado m�s que nunca en los �ltimos meses, despu�s del descubrimiento en junio de 2013 en Smara de la primera fosa com�n que evidencia �la eliminaci�n f�sica sistem�tica de la poblaci�n saharaui, deshaci�ndose de manera masiva y clandestina de los cad�veres�, con el �nico objetivo de �la eliminaci�n total o parcial de ese grupo �tnico� que se opon�a a la ocupaci�n, tal y como se denunciaba en la querella, que aporta las cifras precisas de 526 desaparecidos y alrededor de 120.000 desplazados desde la invasi�n hasta la actualidad.

Un equipo dirigido por el antrop�logo Francisco Etxeberria y el psic�logo social Carlos Mart�n Beristain, que testificaron en febrero ante Ruz, identific� con nombre y apellidos los cad�veres encontrados all� de ocho beduinos denunciados como desaparecidos, dos de ellos adolescentes, cuyos restos esquel�ticos presentan orificios provocados por proyectiles de fusil del calibre 7,62 disparados a corta distancia y dirigidos hacia el cr�neo u otros �rganos vitales.

La conclusi�n es que fueron v�ctimas de una ejecuci�n extrajudicial en febrero de 1976 cuando se acercaron hasta un pozo para dar de beber a sus animales. Entre sus ropas, fueron hallados tres documentos de identidad espa�oles, aunque los ocho ten�an esa nacionalidad o el derecho a obtenerla. Durante su interrogatorio en el juzgado, Etxeberria y Beristain describieron su entrevista con Aba Ali Said Daf, que presenci� las ejecuciones cuando ten�a 13 a�os.

Said Daf no ha podido comparecer ante Ruz porque vive refugiado en Argelia, que pretende el reconocimiento del S�hara y no le concedi� el visado. Ante los investigadores, relat� c�mo pudo ver a un miembro del ej�rcito marroqu� disparando a sangre fr�a �en pleno coraz�n� de las v�ctimas. �Ten�a pistola, pero cogi� un fusil para hacerlo�, cont�. Otros 15 familiares de los fallecidos narraron versiones perfectamente encajables con los an�lisis forenses de las evidencias descubiertas.

En la otra causa sobre el S�hara, referente al desalojo violento en 2010 del Campamento de la Dignidad, Marruecos se ha limitado a confirmar que el saharaui espa�ol Baby Hamday muri� v�ctima de un atropello, sin indagar si fue intencionado.

El �interlocutor� Benslimane

El procedimiento identifica a 13 presuntos responsables del genocidio en el S�hara. Entre ellos, altos cargos del actual ej�rcito marroqu� y colaboradores de los servicios de Informaci�n espa�oles en la lucha contra el terrorismo islamista.

Por encima de todos los nombres, el de Housni Benslimane. Comandante en jefe de los gendarmes marroqu�es desde 1972, fue condecorado por el Gobierno espa�ol con la Gran Cruz de Isabel la Cat�lica en 2005. En 2010, ya imputado por genocidio, visit� Espa�a formando parte del s�quito recibido por el entonces ministro del Interior, Alfredo P�rez Rubalcaba.

El pasado febrero, el ministro de Defensa, Pedro Moren�s, tuvo que admitir que su jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), Fernando Garc�a S�nchez, particip� en un reciente encuentro en Rabat en el que estaba presente Benslimane, excus�ndose en que es un �interlocutor� muy relevante de Espa�a y de toda la UE desde hace d�cadas. Francia dict� en 2010 contra �l una orden de busca y captura por su posible participaci�n en la desaparici�n en Par�s del opositor Mehdi Ben Barka.

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