1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Tsunami en Océano Índico: dos años después

José Ospina Valencia26 de diciembre de 2006

Este 26 de diciembre miles de personas recordaron a las víctimas del monstruoso Tsunami que devastara las costas del Océano Índico matando a 229.361 personas. Pero las olas no sólo trajeron destrucción.

https://p.dw.com/p/9c5o
Niños en Indonesia recuerdan la tragedia.Imagen: AP

Aterradora coincidencia: justo dos años después del monstruoso Tsunami en el Mar Índico miles de personas en el Pacífico Sur temieron por varias horas la llegada de otro Tsunami tras la alarma emitida por la Agencia Meteorológica de Japón (JMA) que registró olas de hasta de un metro, provocadas por dos maremotos frente a las costas de Taiwán. El pánico cundía, sobre todo en Basco, Filipinas, a donde, según dicha Agencia, llegarían las olas.

Horas antes, en una mezquita en Ulee Lheue, Aceh, la provincia indonesa más afectada por el Tsunami del 2004, el imán Usman Dodi advertía a los creyentes que la catástrofe había sido una alerta de Alá. 169.000 víctimas mortales causó el fenómeno natural en el norte de Sumatra y dejó a medio millón de personas sin hogar.

Indonesia: las olas trajeron la muerte y la paz

La mezquita a orillas del mar en Ulee Lheue se convirtió en la imagen de uno de los peores desastres naturales de la historia. Fue el único edificio que se mantuvo en pie tras el terremoto de magnitud 8,9 que duró 8 minutos y resquebrajó el suelo oceánico en el norte de Sumatra, provocando olas que devastaron las costas de una docena de países bañados por el Océano Índico.

En un claro contraste con Aceh, donde el desastre desencadenó un histórico acuerdo de paz tras una insurgencia de tres décadas, las conmemoraciones en las áreas rebeldes de Sri Lanka se silenciaron.

Sri Lanka: destrucción y guerra

Un resurgimiento de la guerra civil de dos décadas en Sri Lanka ha forzado a miles de tamiles del norte, incluidos los supervivientes del Tsunami, a huir de sus hogares por segunda vez en dos años. "No hay mucho que enseñar sobre la reconstrucción. No hay nada que conmemorar cuando nada se avanza", dijo un asistente occidental. "El tsunami podía haber sido punto de inflexión en el conflicto, si ambos bandos hubieran acordado un pacto de colaboración en la ayuda. Sin embargo, ahora es un nuevo punto de división", agregó el experto.

En el sur de Sri Lanka, iglesias y templos hicieron sonar sus campanas, donde la reconstrucción es casi completa. Como en otras áreas golpeadas por el desastre, los srilankeses guardaron dos minutos de silencio en el momento que golpeó el Tsunami y encendieron velas.

Tailandia: entre fascinación y corrupción

En Kao Lak, la zona de Tailandia donde murió la mayoría de las 5.395 víctimas en ese país, estudiantes y extranjeros se reunieron entorno a un barco de la guardia que quedó varado tierra adentro hace dos años para recordar a los seres queridos.

En la ciudad cercana a Bang Muang, monjes budistas, sacerdotes católicos y clérigos musulmanes oficiaron en la inauguración del Cementerio Anónimo, donde están enterradas 409 víctimas del Tsunami que no han fueron identificadas.

Alemania desarrolla sistema de alerta

Alemania continúa participando activamente, no sólo en la reconstrucción sino en el desarrollo e implementación de un complejo sistema de alerta de Tsunami cuya versión básica ya está funcionando. Los países del Océano Índico realizan además, periódicos simulacros para preparar mejor a la población en caso de un desastre similar.

De acuerdo a la Oficina de Naciones Unidas para la Reconstrucción 2.672 ciudadanos extranjeros perdieron la vida o desaparecieron ese fatídico 26 de diciembre de 2004. A trece países llegó la fuerza destructoras de las olas: desde Indonesia hasta Kenia, pasando por Tailandia, Sri Lanka, India, Malasia, Bangladesch, Madagascar, las Islas Maldivas, Myanmar, las Islas Seychelles, Somalia y Tanzania.

Sin familia, sin trabajo, sin casa, sin isla

Según la ONU, el Tsunami causó daños por unos 8,2 mil millones de euros. La dimensión y singularidad de la catástrofe generaron también una recolección récord de donaciones privadas y gubernamentales: 10 mil millones de euros. Sin duda una alta suma que debido a la corrupción y la ineptitud, no ha llegado a todo el millón y medio de personas que perdieron su fuente de trabajo y subsistencia. Algunas de las Islas Andamanes incluso se hundieron y otras quedaron inhabitables.