El rey: Eterno monarca

Mientras Lee Gon llora la trágica muerte de su padre, Lee Lim halla una inesperada escapatoria al toparse con una puerta que conduce a un universo paralelo.

Gon insiste en que es un emperador de otro mundo, pero Jeong Tae‑eul no le cree y lo lleva a la comisaría, donde se encuentra con alguien conocido.

A pesar de que a Tae-eul le cuesta creer la historia de Gon, algunas cosas sobre él son totalmente inexplicables. En el trabajo, se enfoca en un caso de homicidio.

Cuando Tae-eul pierde su placa de policía, no puede evitar pensar en Gon. Mientras tanto, Kang Sin-jae se harta de los malos hábitos de su madre.

A Tae‑eul la llevan al palacio, pero entrar por primera vez al mundo de Gon le resulta muy difícil de asimilar. Contrariado, Jo Yeong la vigila de cerca.

La posibilidad de un conflicto militar amenaza al reino. Gon le promete a Tae‑eul que volverá a reunirse con ella y se ofrece para encargarse de la situación.

Gon lleva a Yeong con él cuando viaja a reunirse nuevamente con Tae-eul, a quien debe pedirle un favor. Ella está esperándolo para mostrarle un hallazgo desconcertante.

En el Reino de Corea, liberan a Luna. En la República de Corea, Gon y Yeong se encuentran con un hombre que los reconoce, y Sin-jae tiene recuerdos de su infancia.

Gon está más cerca de localizar a Lim y le pide a Jo Eun‑sup que cambie de lugar con Yeong. A Koo Seo‑ryeong la inquieta un mensaje de un remitente desconocido.

El día de Año Nuevo Lunar, Gon y Lim se encuentran cara a cara en un enfrentamiento público. Tae‑eul se sincera con Sin‑jae respecto al otro mundo y a su caso en curso.

Luna se entera de una oportunidad irresistible. La investigación de un crimen devastador conduce a Gon a un viejo traidor y le permite comprender mejor los planes de Lim.

Tae‑eul cae de nuevo en brazos de Gon a causa de circunstancias aterradoras. Yeong se topa con una mujer que le parece sorprendentemente conocida y decide seguirla.

Gon sabe que Seo-ryeong tiene malas intenciones y la pone en una situación incómoda. Después de regresar a su mundo, Tae-eul se da cuenta de que Luna también está ahí.

Gon y Tae-eul se distancian cuando él parte a cumplir el que siempre fue su destino. Sin-jae hace un descubrimiento impactante.

Lim trama su próxima reunión con Gon. Consciente de que hay una única manera de subsanar los errores, Gon toma una decisión muy difícil.

Un último intento para frenar las ambiciones de Lim tiene consecuencias profundas. Gon viaja muy lejos en busca de Tae-eul.