Una joven au pair estadounidense se postula para cuidar a dos niños huérfanos en una mansión inglesa majestuosa y espeluznante a la vez.
Después de un momento de susto y angustia, Dani intenta enseñarles a los niños una lección, pero los pequeños tienen una particular manera de crisparle los nervios.
Dani y Miles ven una extraña imagen del pasado. La intricada relación de Peter Quint y Rebecca Jessel sigue haciéndose presente en la mansión.
Agobiada por la culpa, Dani sigue llevando consigo los fantasmas de su pasado amoroso. Dani, Jamie, Owen y Hannah se reúnen a beber y recordar a los muertos.
Hannah Grose lo ha visto todo, y los recuerdos la invaden mientras reflexiona sobre todas las personas —vivas y muertas— atrapadas en Bly Manor.
Ensimismado en su trabajo y en estado de negación, Henry Wingrave debe enfrentarse consigo mismo. Dani se acerca a Jamie, y Flora se pierde en el pasado.
Miles y Flora se entregan a un juego macabro. Al enfrentar los hechos, Rebecca llega a una conclusión muy triste, y Hannah descubre algo desgarrador.
El origen de la oscuridad de Bly Manor sale a la luz, mientras que Viola termina consumida por una furia monstruosa que atrapa a todas las almas que la rodean.
El sueño llega a su fin, pero el peligro no. Hannah junta coraje y actúa. Cuando un destino peor que la muerte acecha a todos en Bly Manor, alguien debe sacrificarse.