El poeta Dagoberto Rodríguez Alemán (1962) será homenajeado a las 10 de la mañana de hoy, en el Salón de la Democracia, del Concejo de Mompox, con la Medalla Héroes del 6 de Agosto, por sus aportes literarios y culturales a la región. La distinción es entregada por el Concejo de Santa Cruz de Mompox y la Academia de Historia, y se enmarca dentro de la celebración de los 214 años del Grito de Independencia de Mompox, cuyo lema era ‘Ser libre o morir’. Lea aquí: Gaby Arenas: la cartagenera que ha tenido una vida fuera de serie
Rodríguez Alemán es autor de los poemarios: ‘Liturgia de las Palabras’ (1999), ‘Alegres auroras con aromas’ (2004) y ‘De las mujeres ausentes’ (2017). En su poesía hay una lectura del paisaje, la vivencia al pie del río y al diálogo con los autores que lo han seducido por la gracia de sus imágenes.
Desde muy niño ha estado vinculado a la vida cultural de Mompox, a la creación de tertulias literarias y al impulso de la cultura local. Dagoberto ha sido un guardián del patrimonio cultural de Mompox, un investigador de los orígenes y un lector insaciable de la poesía del mundo.
“Me inicié escribiendo diarios en mi época de estudiante de bachillerato. En el área de Español y Literatura, se realizaban los llamados Centros Literarios y en ellos siempre participaba, y eso despertó en mí el apasionamiento por la poesía, recitando sobre todo al poeta chileno, Pablo Neruda; al gran Porfirio Barba Jacob; a José Asunción Silva; y desde luego, a nuestro poeta insigne Candelario Obeso. Toda esa actividad literaria era un gozo para mí, a tal punto que me fui contagiando y compenetrando tanto que, para conmemorar el Día del Idioma, los profesores siempre me escogían para hacer una representación en poesía o teatro. Ya siendo bachiller y con más madurez me decidí a escribir formalmente poemas y cuentos. Lo más difícil fue darlos a conocer. Mis primeros críticos y orientadores fueron: Jorge García Usta y Ramiro Flores Torres, quienes hacían parte en ese entonces del Taller Literario El Candil, de la Universidad de Cartagena, dirigidos por el maestro Santiago Colorado Hurtado y al que posteriormente consultaba”, dijo. Lea aquí: Joaquín Sabina dice adiós a los escenarios con su ultima gira en Colombia
“Mi trabajo al escribir es emocional y revelador porque a veces sueño los poemas. En Mompox es fácil inspirarse, solo ver su arquitectura, su historia, sus mujeres, sus paisajes naturales, la albarrada, la filigrana, la música y muchas cosas más, como las gastronomías que se encuentran en su medio hacen que el poeta respire una ilusión sublime en el arte poético”enfatizó.