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Gobierno dejó hundir la reforma a la educación: así naufragó uno de los proyectos bandera de Petro
A un día de que el Congreso concluya sesiones, el petrismo cedió ante el gremio y, en lugar de buscar acuerdos, prefirió dejar hundir uno de sus proyectos bandera.
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Este miércoles, mientras se definía el futuro del proyecto, Fecode y otros sectores del oficialismo convocaron a marchas contra la reforma. FOTO cortesía
20 de junio de 2024
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El Gobierno de Gustavo Petro cedió. La presión en las calles que durante una semana avivó la Federación Colombiana de Educadores (Fecode) fue suficiente para que el Ejecutivo sacrificara su reforma a la educación y le diera los santos óleos al proyecto, aun cuando solo le restaba un debate para ser ley. Formalmente, la iniciativa se hundió este miércoles a solo un día de que concluyeran las sesiones ordinarias del Congreso.
Si bien el petrismo quiso desentenderse y achacarle responsabilidades a la oposición, desde el Centro Democrático, Cambio Radical y sectores independientes refutaron cualquier argumento –con dejo de lavado de manos–, y le enrostraron al Ejecutivo y a su bancada de Gobierno que fueron ellos quienes desconocieron el acuerdo que permitió destrabar la reforma en tercer debate y que precipitó su destino.
“Incumplieron el acuerdo que ellos mismos propusieron y construyeron con la oposición, retrasaron el trámite de la iniciativa y hoy, la oportunidad de mejorar el sistema queda sepultada por lo menos en esta legislatura”, advirtió el senador David Luna (Cambio Radical).
Dicho acuerdo fue justamente la nuez de la discordia y motivó el paro al que entró Fecode y otros sectores sindicales afines al Ejecutivo el pasado miércoles. De hecho, las movilizaciones se intensificaron esta semana y no solo el lunes, sino ayer el sindicato de maestros anunció la “toma de Bogotá” y a punta de marchas sentó su voz de protesta.
Entre otros puntos, petrismo y oposición acordaron un texto en tercer debate en el que pactó que la educación tendría un enfoque mixto –y no solamente público–, que para la evaluación docente uno de los criterios sería el desempeño de sus estudiantes en las pruebas de Estado, que habría un impulso decidido a la educación terciaria (técnica y tecnológica) o que ya no serían obligatorios los grados de transición, jardín y prejardín en las instituciones públicas.
Sin embargo, ante la negativa de Fecode –que reclamó que lo pactado desvirtuaba la esencia del proyecto–, el Gobierno Petro prefirió ceder y, en lugar de buscar acuerdos para salvar otra de las reformas de todo su corazón, le achacó a la oposición el hundimiento.
“En el marco del Estatuto de la oposición, los partidos solicitaron organizar los órdenes del día que les corresponden en esta legislatura. Los solicitaron el lunes, martes y, para nuestra sorpresa, también este miércoles. Ello quiere decir que el proyecto se hunde por decisión de la oposición”, manifestó la congresista María José Pizarro, quien luego agregó que “tal vez se le colgaron demasiadas cosas (a la reforma)”.
Si bien el panorama para el proyecto era incierto desde el martes, la estocada final la recibió este miércoles, a la par con otra jornada de movilizaciones de Fecode. A primera hora, se conoció que la reforma quedaba virtualmente hundida luego de que no saliera en la agenda del Senado. Luego, la ratificación llegó cuando el presidente del Senado, Iván Name, confirmó que la iniciativa “no logró consensos” y no será agendada este jueves.
Finalmente, en el ocaso de la tarde, la ministra de Educación, Aurora Vergara, confirmó que ante las dificultades para llegar a acuerdos, la reforma será presentada una vez más el próximo 20 de julio, cuando arranca otro periodo legislativo. Según la funcionaria, hay voluntad para sacar adelante el proyecto “con la esperanza de consolidar un gran acuerdo nacional por la educación”.
Los argumentos de la oposición
En contravía de lo dicho por el petrismo, los ponentes de la reforma que lograron sacar adelante el acuerdo con la bancada de Gobierno desmintieron sus argumentos y aseguraron que primaron los intereses del sindicato de maestros, por encima de un acuerdo interpartidista.
“El Gobierno de Gustavo Petro vuelve e incumple con su palabra. Radicó a través de sus senadores una ponencia diferente a la acordada con todos los ponentes y por todos los partidos de todas las posiciones, la cual fue votada en la Comisión Primera de manera unánime. Hoy, por eso, la reforma a la ley estatutaria de educación está ad portas de su hundimiento”, manifestó el senador Germán Blanco, del Partido Conservador.
“Han dicho muchas mentiras”, dijo por su parte el senador Alfredo Deluque (Partido de La U), quien negó que los acuerdos que alcanzaron hayan apuntado a la privatización de la educación. “No queremos acabar con el Sena, al contrario, queremos dotarlo de todas las garantías conservando su autonomía administrativa y financiera para que sigan formando jóvenes para el futuro. Queremos formar a personas en habilidades y competencias para que sean objeto del mercado laboral moderno”.
Además, la senadora Paloma Valencia (Centro Democrático) insistió en que la apuesta es por una educación de mayor calidad, “no importa si es estatal o privada”. Según la congresista, es necesaria la evaluación de maestros de cara a que “los niños aprendan, teniendo en cuenta todos los contextos, pero que los profesores se la jueguen para que haya una transformación social”.
Es un hecho que el proyecto una vez más será discutido a partir del próximo 20 de julio. Sin embargo, es incierto si oposición y petrismo alcanzarán otros acuerdos. A juzgar por la fotografía de hoy, el Gobierno no tendría de otra que sacar un proyecto sin consenso y a la brava, como ocurrió con la reforma pensional.
