Aunque el acuerdo para la celebración del surgimiento de la ciudad es relativamente moderno, la historia de Bogotá ya cumple 486 años, desde que Gonzalo Jiménez de Quesada, abogado y uno de los conquistadores del Imperio español, realizó la fundación en 1538. Ese día estableció un cuartel o campamento llamado Nuestra Señora de la Esperanza, donde hoy es el Chorro de Quevedo.

Según la web del Archivo de Bogotá, Jiménez de Quesada fundó en aquel entonces la ciudad sin tener en cuenta las instrucciones de la corona acerca de cómo debía establecerse un poblado. Es por eso que el 27 de abril de 1539, se realizó la fundación jurídica, en presencia de Sebastián de Belalcázar y Nicolás de Federmán. Este paso fue clave para designar oficialmente los sitios para la iglesia principal, la casa de gobierno, la prisión, así como los solares para los primeros vecinos.

Según cuenta Soledad Acosta de Samper en su libro ‘La mujer española en Santafé de Bogotá’, de 1890, “Quesada trajo los caballos, Federmán las gallinas y Belalcázar los cerdos”. Luego vino la decisión de qué nombre ponerle a ese territorio. La villa dejó de llamarse Nuestra Señora de la Esperanza y fue rebautizada como Santafé. Casi tres siglos más tarde, en 1819, recibió el nombre indígena de Bogotá, como se denominaba a la antigua capital muisca y actual población de Funza.

El 27 de julio de 1540, el emperador Carlos V elevó a Santafé a la categoría de ciudad y 8 años más tarde le otorgó el título de “muy noble y muy leal ciudad más antigua del Nuevo Reino”. Desde entonces, ha venido creciendo y alojando momentos históricos para el país, tanto buenos como malos, como el grito de la independencia en 1810 o el Bogotazo en 1948. Se ha vuelto el hogar de ocho millones de habitantes, muchos de ellos provenientes de otros rincones de Colombia.

Mi ciudad, mi casa

Hoy, la capital, en medio de su belleza, también enfrenta numerosos retos en seguridad, infraestructura y movilidad. Es por esta razón que la Alcaldía lanzó la campaña ‘Bogotá, mi ciudad, mi casa’, la cual busca que los ciudadanos se apropien más de la ciudad. “’Bogotá, mi ciudad, mi casa’ es una metáfora de lo que significa la casa para un ser humano: esos espacios que cada habitante debe cuidar y defender como si fueran su propio hogar”, informó la Alcaldía Mayor, y añadió que, si bien hay que resaltar las oportunidades y buenas experiencias que ofrece la capital, también hay que aceptar los retos.

Esta “gran casa”, según el Distrito, tiene más de 6 millones de metros cuadrados, un patio compuesto por más de 5.000 parques y zonas verdes, un estudio conformado por una red de 28 bibliotecas públicas, un hall con 15 distritos creativos y una cocina con 45 alacenas o plazas de mercado. Pero también “es una casa que está en obra”, con más de 480 frentes activos, y pasa por un momento de renovación que requiere un cambio en el comportamiento de todos sus habitantes.