La calificadora reveló sus previsiones para el crecimiento de la economía colombiana, así como los puntos que considera claves para la calificación del país.

Enzo Merino, analista principal de Moody’s para Colombia, entregó sus previsiones a Visión Estratétiga sobre el crecimiento colombiano para el final de 2023 y lo que vendrá en próximos periodos.

Dentro de sus proyecciones, al igual que Fitch Ratings, coincide en que el crecimiento de Colombia podría ser más moderado en 2023 al dado el año pasado, que fue del 7,5 %.

“Una desaceleración moderada de la economía permitiría una reducción de algunas de las presiones que se incrementaron en los últimos años y que han influenciado a la inflación y las cuentas externas. Aun con crecimiento por debajo del 2% en 2023-24, esperamos que las métricas de deuda del gobierno se mantengan relativamente estables durante este periodo”, dijo Merino.

Puntualmente, para 2024, Moody’s prevé un crecimiento entre el 1,8 % a 2 %.
A su vez, mencionó que para el 2025 la proyección del Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia podría ubicarse por encima, incluso en un rango entre el 3 % y el 3,5 %.

“Esta revisión se dio luego de conocer los resultados del segundo trimestre del 2023, que, en particular, mostraron dinámicas negativas de la inversión en el país. Para Moody’s será muy importante observar el comportamiento de los diferentes componentes del crecimiento económico, sobre todo el de la inversión durante los próximos años ya que ésta será clave para poder mantener o robustecer el crecimiento potencial en el mediano plazo”, mencionó el analista para Colombia de Moody’s.

Si bien las proyecciones de Moody’s se aproximan a las del Ministerio de Hacienda que se encuentran también en un rango entre el 1,8 % y el 2 % para el cierre de este año, ha lanzado otras advertencias.
Por ejemplo, emitió una alerta respecto a si el país no logra cumplir con un crecimiento superior al 3 % en el 2025 y resaltó que esto podría afectar el panorama fiscal del país.

“Un mayor deterioro de la economía en estos dos años, o un crecimiento por debajo del 3 % a partir del 2025 podría dificultar el proceso de consolidación en los próximos años y complicar el cumplimiento con las metas de la regla fiscal”, agregó Merino.

Más preocupaciones para el entorno económico de Colombia

Otro de los puntos que tocó Renzo Merino como clave para el próximo año tiene que ver con el avance de las diferentes reformas que surten trámite en el Congreso de la República como la pensional, la laboral y salud.

“La voluntad del Gobierno para sacar adelante reformas a partir de consensos y políticas que se adecúen al cumplimiento de la regla fiscal será determinante. A contraparte, si las políticas del Gobierno pesan sobre la confianza de los inversionistas y el ambiente para hacer negocios en el país, eso podría conllevar a que haya menor inversión en Colombia y afectar al crecimiento económico de mediano plazo”, dijo el analista.

De otra parte, sobre la actual calificación de Colombia, Moody’s explica que para que Colombia mantenga su grado de inversión en Baa2, reafirmado en el primer semestre de 2023 con perspectiva estable, se deberá tener en cuenta el cumplimiento de la regla fiscal, sobre la que ya lanzó observaciones.

La perspectiva estable incluye las expectativas de que los arreglos institucionales continuarán desempeñando un papel estabilizador, asegurando que las políticas se mantengan dentro de los límites definidos por los entornos existentes.

“Esperamos que las autoridades mantendrán el manejo fiscal y monetario prudente que caracteriza a Colombia. En adelante, para la calificación serán claves el cumplimiento de la regla fiscal, la estabilidad de las métricas de deuda del gobierno y el retorno del crecimiento económico a niveles más cercanos al potencial apoyado principalmente por la inversión”, agregó el experto,

Otro de los puntos que mencionó el analista para Colombia de la calificadora tiene que ver con el curso que siga teniendo la inflación. Desde la entidad prevén que este año cierre entre el 8,5 % y el 9 %.
Eso sí, dijo que este indicador seguiría bajando en 2024, pero aún se mantendría por encima del rango meta del Banco de la República que está entre el 2 % y el 4 %. No obstante, esto también tendría un impacto en la reducción de los desequilibrios externos que son un riesgo latente para el país.

“Ello implicaría que las tasas de interés también se mantendrían relativamente altas durante este periodo, lo que seguiría influenciando a las cuentas fiscales y las dinámicas de crecimiento”, concluyó Merino