culturas indígenas

Yalitza Aparicio, la actriz mexicana protagonista de la multipremiada película Roma, es desde este viernes embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO, un nombramiento que usará como plataforma para impulsar su labor de defensora de los pueblos indígenas y los derechos de la mujer. 

“Soy feminista porque busco una igualdad de género. Soy una mujer indígena orgullosa que busca el rescate de las lenguas indígenas, que busca el derecho de las comunidades indígenas y que busca una igualdad de oportunidades en todo", dijo la actriz en la ceremonia d esu nombramiento.

Había una vez un lugar muy cerca del Orinoco donde el tiempo era diferente y sólo existía ligado a la luz y al sol, donde el origen de la vida era un cerro y donde nada era más importante que la naturaleza, porque ella guardaba sus símbolos y les permitía subsistir. En ese lugar, la gente se reunía para relatar a la comunidad sus experiencias del día y así mantenerlas vivas como parte de su historia.

A lo largo de la historia moderna, los gobiernos de México se han comprometido, uno detrás de otro, a hacer respetar los derechos de los pueblos originarios e integrarlos a la vida nacional preservando sus culturas. Pero todo ha quedado en palabras y la realidad de los indígenas mexicanos es de pobreza y marginación.

Para atender a sus pueblos y lograr la pluriculturalidad plasmada en la Constitución del país, el nuevo gobierno de México creó el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).

Los mapuche son conocidos por su lucha centenaria, primero contra los colonizadores españoles y, más tarde, contra el dominio chileno. Sin embargo, ese espíritu combativo no ha bastado para defender su lengua, cuyo número de hablantes es muy reducido.

Los wayúu son el pueblo indígena más grande y numeroso de Colombia; sin embargo, ha sido declarado en riesgo de extinción a causa de los efectos del conflicto armado del país. Eso significa que su lengua, el wayuunaiki está en riesgo de extinción a pesar de contar con más de 600.000 hablantes.

Carmen Ramírez Boscán es una activista wayúu de los derechos de las mujeres indígenas convencida de que cuando una lengua muere, muere toda una concepción de civilización, toda una concepción de cultura.

“Vivo en el centro de Tlaxiaco. Aquí ya se ha perdido el mixteco”, dice Yalitza Aparicio en una entrevista con Noticias ONU en la que menciona algunas de las razones por las que se dejan de hablar las lenguas indígenas.

Cleo, el personaje que Yalitza interpreta en Roma y que le ha valido la nominación al Oscar a la mejor actriz, es una trabajadora del hogar que habla mixteco y que, además de las tareas domésticas, se ocupa de cuidar a los niños de la familia que la emplea.