Huaycoches
Los huaicoches (del quechua wayku, 'aluvión', y del mapudungun che, 'gente')[nota 1] fue la denominación dada por los incas a los picunches que habitaban las quebradas del actual valle de Santiago de Chile.
Desarrollo
[editar]Al llegar los incas al actual valle de Santiago de Chile, les llamó la atención la distribución demográfica de sus habitantes y su tendencia a vivir en las quebradas aledañas, zona de huaicos. Estas, por sus características, son fácilmente defendibles y constituían una fortaleza per se, en donde tenían sus moradas y sus cursos de agua. El problema que conllevan estas posiciones es la presencias de huaicos en periodos cuando se presenta el fenómeno climático de El Niño, cuando llueve sobre los 3000 metros derritiendo abruptamente la nieve y generando corrientes de agua que arrastran tierra y rocas.
Véase también
[editar]Notas
[editar]- ↑ En Perú, un huayco o huaico, también lloclla (del quechua: lluqlla ‘aluvión’), es una violenta inundación de aluvión donde gran cantidad de material del terreno de las laderas es desprendido y arrastrado por el agua vertiente abajo hasta el fondo de los valles, causando enormes sepultamientos a su paso. En términos científicos modernos, según el Proyecto Multinacional Andino, un huayco se conoce como flujos de detritos, o flujo de escrobros, esto depende de la cantidad de sedimento y bloques que traiga.Un huayco se origina por la caída violenta de agua, la que arrastra barro, piedras, árboles y cuanto esté a su paso. Su origen puede estar en una lluvia intensa como en el Huayco de Chosica en el verano de 1987, o puede originarse por el desborde de un río o laguna en las alturas.Los desbordes son la salida de las aguas de un río de su cauce natural (podría aplicarse también a una laguna), estos suceden por las mismas causas que los huaycos, la diferencia es que al producirse sobre tierra llana no producen la gran destrucción violenta que ocasionan los huaycos, aunque sí inundan las casas arruinando la propiedad (por ejemplo, lo ocurrido con el Pueblo Joven Gambetta en el Callao, en verano de 1994). Rara vez involucran pérdida de vidas humanas pues se tiene suficiente tiempo para ponerse a salvo.