Mahavira
Vardhamana Mahavira (siglo VI a.C.) fue el iniciador del jainismo, una secta hinduista que rechazaba el sistema de castas, la autoridad de los Vedas y los sacrificios rituales. Hijo del jefe de un clan de guerreros, Mahavira fue contemporáneo de Buda y, como él, un gran maestro espiritual, cuya influencia se ha mantenido viva en la India hasta la actualidad. Hoy se cuentan unos tres millones de jainitas en la India, sobre todo en el área de Bombay.
Mahavira centró su atención en la búsqueda de una salida al ciclo interminable de reencarnaciones que enseñaba el hinduismo. Según Mahavira, el alma se reencarna porque contiene una parte material e impura. Para liberar el alma de toda contaminación material hay que practicar un ascetismo muy estricto, la meditación intensa y el control riguroso de las pasiones. La salvación depende, pues, del esfuerzo personal y no de los sacerdotes o de los dioses. Si el alma consigue liberarse de sus impurezas, no volverá a encarnarse y gozará al fin de un eterno descanso.
Hubo jainitas que convivieron en comunidades religiosas, sin demasiada organización, pero sometidos a unas prohibiciones muy claras: no podían ejercer violencia contra ningún ser vivo, ni robar, mantener relaciones sexuales o tener propiedades. También había jainitas que no vivían en comunidades religiosas. Éstos podían tener pareja y poseer algunos bienes materiales: los que fueran indispensables para llevar una vida casta y sencilla.