Tenampúa
Tenampúa | ||
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Archivo:Tenampúa walls in ruins.jpg | ||
Ubicación | ||
País | Honduras | |
Localidad | Valle de Comayagua | |
Coordenadas | 14°14′00″N 87°33′00″O / 14.233341666667, -87.550002777778 | |
Historia | ||
Tipo | Ceremonial, fortaleza | |
Época | Clásico | |
Cultura | Lenca | |
Ocupantes | Lencas | |
Tenampúa es un sitio arqueológico perteneciente a la cultura Lenca que data del periodo clásico temprano mesoamericano, situado en el centro de Honduras en el valle de Comayagua. Es conocido por tener la interesante característica de poseer diversos montículos de entre 6 a 15 metros y una fortaleza en su interior, además de ser un lugar ubicado en una zona montañosa de difícil acceso. El área también esta caracterizada por estar llena de pinos y un clima fresco rondando entre los 15 y 21 grados Celsius de temperatura y fuertes ráfagas de viento.[1]
Descripción del sitio
Situado en medio de bosque de pino característico de la zona centro de Honduras a 57 km de Tegucigalpa al sur del municipio de la villa de san Antonio, cuya meseta está conformada por laderas inclinadas de difícil acceso y por la altura de 866 metros sobre del mar. Desde este espacio se divisa parte del valle de Comayagua, la paz y los alrededores montañosos que colindan con el departamento de Francisco Morazán, por tal razón los lenca decidieron levantar ahí la fortificación precolombina. El área de 21 hectáreas que comprende el sitio arqueológico se compone de varios montículos, plataformas, y una fortaleza con muros de entre dos a cuatro metros y cuya base ronda entre tres a siete metros en la cual dentro alberga unas estructuras piramidales escalonadas de entre 6 m y 12 m de altura.[2]
En el área también es visible unas graderías, montículos que fueron alguna vez un campo de pelota característico de las culturas mesoamericanas, zonas con grabados en rocas y arte rupestre en unas cuevas cercanas situadas en la misma área. El sitio fue víctima de constantes saqueos por varias décadas lo cual hizo que buena parte de la infraestructura este actualmente deteriorada o incompleta debido al saqueo de algunos pobladores de la zona, así que fue registrada como patrimonio cultural hasta 1997, actualmente es protegida por guardias.
Historia
De lo poco que se sabe de este sitio es que fue un construido por los indígenas Lencas durante el periodo clásico mesoamericano con el propósito de ser un centro ceremonial y que también fue usado como refugio el cual debido a esta función sus alrededores empezarían a ser más poblados paulatinamente. No se sabe con precisión el porque fue abandonado o porque dejo de ser centro un importante centro ceremonial para realizar rituales religiosos para los Lencas, aunque puede teorizar que debido a que este fue utilizado cada vez con mayor frecuencia como refugio y fuerte militar durante las constantes guerras que tenían durante con diferentes señoríos evidenciado por los restos de murallas encontrados en el sitio, este llegaría a ver una notable decadencia debido a la sobre población y el constante asedio. Otra explicación dada por arqueólogos hondureños acerca de su abandono sería que varias aldeas que se situaban cerca del sitio arqueológico fueron poco a poco abandonadas por los habitantes para asentarse más en áreas más bajas principalmente del valle dejando a Tenampúa en el olvido.
Durante el siglo XIX fue visitado por el explorador y arqueólogo estadounidense Ephraim George Squier en 1853, el cual envió informes y cartas sobre las ruinas a la comunidad de historiadores de Nueva York. Acorde los testimonios de Squier las ruinas llegaron asombrarlo no solo por su tamaño sino por la ubicación en las que fueron edificadas ya que fue una hazaña de ingeniería para llevar las rocas hasta el terrero montañoso donde se encuentran.[3]
Tiempo más tarde el área que abarca el sitio arqueológico también fue víctima de la guerra civil de Honduras de 1924 la cual logró dañar considerablemente las estructuras, razón por la cual en algunas zonas del mismo fueron encontrados casquetes de bala y partes de huesos de soldados del ejército nacional pocos años después de la guerra. Según el arqueólogo Federico Lunardi al momento de visitar las ruinas estas aun poseían varias lagunas y palacios aun visibles en 1948, razón que daría entender que el sitio también tuvo aéreas de recreación para la élite gobernante y la casta sacerdotal.[4]
Actualmente puede ser accesible al público en especial a los senderistas, aunque es bastante difícil su acceso al estar situado en una zona montañosa y boscosa considerablemente apartado de zonas habitadas aunque hay guías que se encargan de llevar a interesados a las ruinas.
Hallazgos
Varios investigadores han encontrado diversos tipos de cerámicas con exquisitos grabados y decorados, puntas de flecha de obsidiana, y tallados de jade, han sido encontrados en la zona, también estatuillas que representan algunas deidades como Itanipuca, Ilanguipuca e Icelaca que pertenecen a la mitología Lenca. Aunque los objetos mas comunes son las diversas piezas de alfarería policromada las cuales son consideradas de las más finas en materiales de elaboración y decorado en las tierras de dominio Lenca durante el periodo clásico.
Actualmente varias están exhibidas en museos de Comayagua. Otro hallazgo son los restos de los templos cercanos a la zona aunque debido al deterioro actualmente ya se encuentran derrumbados o reducidos a escombros cubiertos por la vegetación.
Véase también
Referencias
- ↑ Hughes Popenoe, Dorothy (1936). The Ruins of Tenampua, Honduras. Smithsonian Institution. p. 14 paginas.
- ↑ Evans, Susan Toby, ed. (27 de noviembre de 2000). Archaeology of Ancient Mexico and Central America. Routledge. ISBN 978-1-136-80186-0. Consultado el 3 de noviembre de 2020.
- ↑ «informe-centroamerica-panorama-economico-centroamerica-nicaragua-honduras-setoct-1983-23-pp». Human Rights Documents online. Consultado el 3 de noviembre de 2020.
- ↑ Lamadrid, Lazaro (1947-07). «Honduras Maya: Orientaciones. Primera Parte, Etnología. By Canmay [Msgr. Federico Lunardi]. (Honduras: Cia. Editora de Honduras—San Pedro Sula, 1946. Pp. 99.)». The Americas 4 (1): 121-122. ISSN 0003-1615. doi:10.2307/978496. Consultado el 24 de diciembre de 2021.