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Mayo de 1968 en Francia

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EL MAYO FRANCES Y EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL ACTUAL

El mayo francés constituye uno de los eventos más importantes impulsados por la juventud, cuando en 1968 un puñado de jóvenes franceses se lanzó a la calle en busca de respuestas a los planteamientos sociales y políticos que venían ocurriendo en la Francia de aquellos años.

En 1968, las universidades francesas estaban siendo cerradas. Los jóvenes estudiantes vieron su futuro frustrado, pero a la intelectualidad no la detiene cualquier inconveniente, por grave que éste sea. Las calles son el escenario fortuito para la avanzada popular. La valentía de los jóvenes se hace sentir cuando múltiples discursos y diversas actividades de orden revolucionario son realizadas con insistencia. Las mancomunidades de ideas, reflejadas en las preocupaciones sociales intensifica el clima social y se logra con ello concretar la libertad, en toda la totalidad del pueblo francés.

El mayo francés nos enseña que la historia es gran guía didáctica, pues hoy en día cuando la fórmula de libertad se ha invertido disfrazándose de vivir con todo lo que quieras, cuando el derecho a elegir es el verdadero sentido de libertad.

El mayo francés nos deja un aprendizaje de orden propio. Los poetas se manifestaron dando pie a la poesía revolucionaria. El mayo francés, marcó un nuevo rumbo en el significado artístico; para el artista el valor ya no reside en el arte sino en la realidad subjetiva que lo aturde. Los revolucionarios cambiaron la historia. No hubo fracciones; fue una totalidad que con derechos propios lanzó sus ideas concluyendo en una aplicación práctica de sus teorías.

El movimiento estudiantil francés de 1968 lanzó la primera piedra. Ellos fueron la luz que hoy alumbra la lucha reivindicativa de todas las clases populares. El valor real de este hecho nos conduce, después de tanto tiempo, a revindicar la lucha social estudiantil, a despertar el espíritu revolucionario de todo estudiante popular y a reorientar la línea de lucha que parece perdida.

Recordar con orgullo el mayo francés no debe ser lo único que se haga, pues se debe seguir el rumbo que ellos iniciaron: acudir a la lucha de calle, a la huelga, al discurso revolucionario, a la poesía inspirada en la verdad y el derecho social. Solo así el mayo francés seguirá siendo la huella que han querido borrar, para que la lucha estudiantil desfallezca en su accionar.