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Sabor

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Sabor dulce asociado a la mermelada.

El sabor es la impresión que nos causa un alimento u otra sustancia, y está determinado principalmente por sensaciones químicas combinadas detectadas por el gusto (paladar) así como por el olfato (olor). El 80% de lo que se detecta como sabor es procedente de la sensación de olor.[1]​ El nervio trigémino es el encargado de detectar las sustancias irritantes que entran por la boca o garganta, puede determinar en ocasiones el sabor. El sabor de los alimentos es una preocupación de los cocineros, así como un reto científico para la industria alimentaria. El sabor de la comida, puede ser alterado con elementos tales como saborizantes y condimento que pueden ser naturales (especias) o artificiales (Números E), encargado de alterar y potenciar esas sensaciones de sabor.

Características

Característica asociativa del sabor, al mirar el cuadro nos imaginamos que la niña ha comido algo dulce, asociamos infancia a alimentos con sabor dulce.

De las sensaciones químicas, el olor es el principal determinante del sabor de un alimento, esta es la razón por la que un constipado o una alergia que producen congestión nasal son también los causantes de una disminución de la sensación de sabor en los alimentos. El mecanismo de sabor es muy sencillo, al ingerir un alimento en la boca se desmenuza mediante la acción de dientes y muelas y se desprenden aromas que ascienden mediante la faringe a la nariz (causando la sensación de sabor-olorosa) y sustancias quimicas que afectan a los sensores específicos de la lengua.

El verdadero 'sabor' de los alimentos se detecta en los sensores específicos existentes en diferentes partes de la lengua, estos sensores se denominan papilas gustativas y un ser humano contiene cerca de 10.0000 de estas papilas. La parte determinada por el gusto está limitada a dulce, amargo, ácido, salado, y otros sabores básicos, pero el olor de la comida es muy variado. El primero, además, puede ser alterado cambiando tan sólo su olor. Un ejemplo de esto son los caramelos con saborizantes artificiales, que para cambiar su sabor, se emplean distintas esencias y fragancias. Por eso, aunque el término "saborizante" hace referencia al sabor, ese mismo término se usa para referirse a fragancias y esencias para alterar el sabor de cierto alimento. Las papilas gustativas específicas se concentran en ciertas áreas de la lengua, por ejemplo los sabores dulces se perciben con mayor intensidad en la punta de la lengua, mientras que los sabores amargos se experimentan con mayor intensidad en las zonas laterales de la lengua.

Una característica del sabor es el denominado retrogusto que aparece cuando la sustancia química ya no está presente en las papilas gustativas, pero que queda una sensación persistente de sabor. Este retrogusto existe en alimentos sólidos y líquidos y se emplea en la cata de ciertas sustancias: vino, aceites, etc.

Elementos que afectan al sabor

  • La sensación del sabor provoca reacciones fisiológicas de defensa en el organismo, por ejemplo el zumo de limón provoca una salivación excesiva en la boca debido a su excesiva acidez, se trata de un mecanismo de "defensa" intentando diluir su efecto ácido. De igual forma se percibe los efectos caústicos del alcohol en el paladar cuando se ingiere una bebida alcohólica, ese efecto es reconocido como un "sabor" a pesar de que sus efectos fisiológicos son de defensa del organismo son debido a causa de sus efectos.
  • Otro efecto fisiológico que afecta al sabor es la temperatura a la que se consumen los alimentos,[2]​ se puede notar este efecto en el sabor que proporciona el pan caliente y el frio. Un ejemplo está en las cervezas que al ser consumidas a temperatura ambiente son de un sabor más ácido que cuando se toman frias, de igual forma el helado es más dulce cuando se consume a mayores temperaturas que recién sacado del congelador.
  • El consumo de tabaco afeacta a la capacidad de detectar sabores, debido en parte a los efectos que hace la nicotina sobre las papilas gustativas.

Elementos que modifican el sabor

Existen ciertos ingredientes que modifican el sabor, mitigando o potenciando su efecto sobre el paladar. Un ejemplo claro se puede encontrar en las especias que tienen como misión la de 'crear' o 'potenciar sabores'. En algunos casos la capacidad asociativa de las especias crean un falso sabor en la boca: un ejemplo claro es la canela que recuerda 'por asociación' a platos dulces, cuando se detecta en un plato se piensa que es ligeramente dulce o que recuerda a dulce

La modificación del sabor es posible sólo con la modificación del contenido graso del alimento, en algunos estudios científicos se ha demostrado que la cantidad de contenido graso en la leche afecta al sabor de la vainilla.[3]​ A veces se dice que la carne está más 'sabrosa' si ésta posee cierta cantidad de grasa, o que el jamón es más rico si posee sus vetas de grasa. Esta afirmación popular confirma que la grasa de los alimentos potencia el sabor de los mismos.

Sociología

En algunos casos existen alimentos que necesitan de un gusto adquirido desde la infancia del consumidor, o un habituamiento necesario por un tiempo determinado, para que puedan ser aceptados como agradables o placenteros. En otros casos el empleo de un sabor predominante en la comida es símbolo de una cultura o etnia, de una agrupación nacional, etc.

Uno de los sabores asociados inconscientemente con la infancia es el sabor dulce. [4]​ y a veces asociamos las comidas infantiles con sabores dulces. La capacidad infantil para detectar sabores dulces va decayendo con la edad, y los sabores más amargos y salados son más fáciles de detactar.

Categorización de sabores

Cuadro de Adriaen Brouwer - Der bittere Trank - La bebida amarga

Se intenta desde hace mucho categorizar y clasificar los sabores o sensaciones que nos producen los alimentos y las bebidas. Algunos científicos han intentado clasificarlos, un ejemplo fue el naturalista sueco Carl von Linné que poseía una categorización de siete sabores, el fisiólogo alemás Hans Henning intentó una clasificación de seis 'sabores fundamentales'.

La teoría clásica

La teoría clásica reconoce la existencia de sólo cuatro sabores: amargo, ácido, dulce, salado. Cada uno de estos sabores tiene asociado una zona específica de la lengua como sensor específico ('sensor gustatorio') que recepciona el sabor.

  1. Amargo - Existen diferentes compuestos químicos que proporcionan el sabor amargo. La lengua humana es muy sofisticada en la detección de de sustancias amargas. Se es capaz de distinguir diferentes tipos de amargura, esto es quizás un instinto de supervivencia ya que la mayoría de los venenos posee este sabor.
  2. Ácido - Se trata de receptores en la lengua capaces de detectar sustáncias ácidas (es decir H+ en solución)
  3. Dulce - azúcar (glucosa), en la punta de la lengua. El mecanismo exacto por el que se detecta lo dulce es objeto de investigación en la actualidad
  4. Salado - Se trata de papilas gustativas sensibles a la recepción de iones procedentes de la sal común (NaCl)

Los cinco sabores

La teoría de los cinco sabores añade uno más a la teoría clásica, y es el Umami. El unami corresponde a un sabor detectado por la lengua y que su principal responsable es el glutamato monosódico presente an algunas algas y que es frecuente en los platos que se preparan en Asia. Aunque es posible detectarlo en grandes cantidades en el queso parmesano.

Sustancias que modifican sabores

Existen ciertas sustancias capaces de alterar las sensaciones de sabor eistentes en los alimentos: verduras, carnes, etc, por regla general son aquellos que alteran o excitan directamente el nervio trigémino o bien causan un cambio en los aromas de los alimentos. Un caso es el del capsicum que activa los sensores termoreceptores del nervio trigémino activando la circulación como si de una quemazón se tratara. La definición legal de los saborizantes es muy diferente dependiendo de la Agencia de Alimentación que la defina. Por regla general se consideran así a los aceites esenciales

Modifican el Olor

Algunos de los saborizantes aportan sólo un aroma o fragancia mediante un fino perfume capaz de provocar la sensación de sabor en ciertos alimentos. Los métodos de extracción pueden ser diversos, desde la extracción del solvente, la destilación o empleando lafuerza como puede ser la operación de exprimir. Los saborizantes artificales son creados por compañias especializadas, encargadas de elaborar sustancias no-tóxicas capaces de proporcionar estos aromas. Un ejemplo de saborizante que aporta aroma es el de los yogures con sabores, al probar este alimento el atroma sube por la faringe y evoca al consumidor la fruta del yogurt (y que generalmente no está presente). Los ingenieros químicos encargados de estudiar estos fenómenos en la industria de la alimentación se denominan: flavoristas o ingenieros del sabor.

Muchos de los saborizanates artificales son compuestos químicos denominados Ésteres, yen la siguiente tabla pueden verse algunos de la industria:

Química Olor
Diacetil Mantequilla
Isoamil acetato Banana
Cinnamic aldehido Canela
Ethyl propionate Frutas
Limoneno Naranaja
Etil- (E, Z) -2,4-decadienoato Pera
Allyl hexanoate Piña
Etil maltol azúcar, Algodón de azúcar
Metil salicilato Gaultheria
Benzaldehido Almendra amarga

Los compuestos químicos empleados para producir sabores artificiales son casi idéntcos a losque se pueden encontrar de forma natural, lo que no implica que su consumo sin límite sea sano y seguro para la salud. De hecho, los saborizantes artificiales está muy regulados por las leyes sanitarias de las naciones.

Modificar el Gusto

La sal común y el azúcar son los encargados de proporcionar dos de los cinco sabores básicos, exsten por egla general otras sustancias como los educlcorantes que son capaces de proporcionar sabor dulce a ciertos alimentos. Existen algunos saborizantes que se encargan de reforzar el sabor como pueden ser los glutamatos o también denominados saborizantes de tipo umami:

Ciertos ácidos orgánicos se emplean para proporcionar sabores ácidos, pero que al contrario que la sal y el azúcar no son considerados saborizantes por la ley. Cada ácido proporciona acidez y altera el sabor originario de un alimento.

Patologías del gusto

Las patologías relacionadas con la pérdida de sabor son: las ageusias (pérdida completa de la capacidad de sentir sabor) y la anosmia (pérdida completa de la capacidad de oler). Existen también patologías en las que la pérdida de la capacidad es completamente parcial: hiposmia y hipoagensia. Pueden estar causadas por lesiones cerebrales, infecciones o exposición prolongada a ciertos elementos químicos.

Otra patología del gusto es la denominada parageusia que da como síntoma un sabor metálico al probar la comida, suele estar causado por la ingesta de fármacos tales como la acetazolamida, metronidazole, o etoposide. Es conocido también el síndrome denominado en inglés Burning-Mouth-Syndrome (sindrome de la boca ardiente) que causa malfunciones en la recepción de los sabores. Algunas enfermadades de la lengua pueden afectar a la recepción de los sabores básicos como puede ser la glossitis, el síndrome de Sjögren (que ataca a la saliva y glándulas) metabolismo

Referencias

  1. Food Marketing Institute, 1998 de EEUU
  2. Nature 438, 1022-1025 (15 December 2005) "Heat activation of TRPM5 underlies thermal sensitivity of sweet taste", Karel Talavera
  3. "Efecto de la grasa en el sabor de las leches con contenido de vainilla", 2004, Vol. 004, Sociedad Mexicana de Nutricón y Tecnología de los Alimentos
  4. Así lo menciona Dr Gary Beauchamp, Director de la Monell Chemical Senses Center, University of Pennsylvania, USA.

Literatura

  • "Fisiología del Gusto (del frances Physiologie du goût, Jean Anthelme Brillat-Savarin 1825
  • "Food Flavor And Chemistry: Explorations Into The 21st Century", George Charalambous, Arthur M. Spanier. 2005 Royal Society of Chemistry
  • "Flavores de los Alimentos". Fisher, C. y Scott, T.R (2000). Acribia, Zaragoza.

Véase también