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Te rc er g ra do • U ni da d 2 Pequeñosaurio Hace muchísimos años, cuando los dinosaurios po- blaban y gobernaban la Tierra, había una familia de dos viejos dinosaurios. Vivían en una cueva a orillas de un río. Durante el frío otoño y el largo invierno sa- lían todos los días a recorrer las extensas llanuras para encontrar el escaso alimento. Luego regresaban muy cansados y tristes. Una noche, en que el cielo se alumbraba con los rayos de una tormenta, entre sus tristezas y lamentos, decían: -Si tuviéramos un hijo él nos alegraría y acompañaría. Archivo Santillana Adaptación Norma Barrios Wilma Venega Te rc er g ra do • U ni da d 2 Entonces, un sonido fuerte, los sacó de sus tristes pensamientos. Los dinosaurios quedaron inquietos, miraron hacia todos lados tratando de descubrir de dónde venía ese extraño ruido. A la mañana siguiente, el macho salió de la cueva, estiró su cuello largo y olfateó el aire transparente. Nuevamente escuchó el sonido que había llamado su atención la noche anterior. Se quedó quieto y estiró aún más su cuello y vio allí un gran huevo rompiéndose y unos ojos amorosos que lo miraban. Al rato escuchó una voz suave que le hablaba desde la quebradiza cás- cara: - ¡Hola, soy Pequeñosaurio! Te rc er g ra do • U ni da d 2 El viejo dinosaurio estaba tan impresionado que lo tomó del lomo con su hocico y lo llevó dentro de la cueva para presentarlo a su vieja dinosauria. Ella no termina- ba de contemplarlo, le hablaba suavecito, lo acariciaba y lo lengüeteaba feliz. Pasó el tiempo y el pequeño dinosaurio llenó el lugar con sus risas y sus juegos. Ya no había lamentos y los inviernos no parecían tan oscuros, la cueva donde habi- taban se había llenado de luces y colores. Los viejos dinosaurios, eran felices, sin embargo ha- bía algo que los tenía preocupados: su hijo seguía tan pequeño como el día en que había llegado. Eso los en- tristecía porque los otros dinosaurios se burlaban de Pequeñosaurio. Pero, un buen día, cuando Pequeñosaurio dormía una siesta bajo un frondoso árbol, aparecieron miles de pequeños insectos del aire que lo cubrieron con hierbas mágicas que extraían del fondo de la tierra. Te rc er g ra do • U ni da d 2 El cuerpo del Pequeñosaurio poco a poco se fue trans- formando, sus extremidades y su cola se le alargaron y en su cabeza apareció una cresta con puntas y piedras de colores brillantes que parecía una corona. Los anima- litos alados se movían con mucha rapidez y el incesante batir de las alas despertó al dinosaurio, quién, muy so- bresaltado, intentó ponerse de pie y se dio cuenta de su gran tamaño. Al entrar a la cueva, sus padres se asustaron, no sa- bían quién era, solo cuando Pequeñosaurio les sonrió, lo reconocieron. Se abrazaron felices, aunque sin com- prender lo que había sucedido. El amor que entregó a sus viejos padres permitió a Pequeñosaurio convertirse en un verdadero dinosaurio. A sus viejos padres nunca más les faltó el alimento y vivieron rodeados del cariño de su hijo hasta sus últimos días. Te rc er g ra do • U ni da d 2 Los dinosaurios Fósil de un dinosaurio en la tierra Los dinosaurios eran animales reptiles que vivieron hace 200 millones de años. Los dinosaurios se extin- guieron hace 65 millones de años, y los paleontólogos están estudiando las causas de su extinción. Ellos in- vestigan los fósiles de dinosaurios y plantas encon- trados bajo la tierra. La palabra dinosaurio significa “lagarto terrible”. La mayoría de los dinosaurios eran inmensos, pero había algunos que eran tan pequeños como una gallina. Mu- chos dinosaurios eran herbívoros. Te rc er g ra do • U ni da d 2 En esa época no había pastos sobre la tierra, así que comían las hojas de árboles, arbustos y plantas. Entre ellos destacan los seismosaurus que llegaban a medir el largo de 5 buses estacionados uno detrás de otro, es decir, entre 39 y 52 metros de largo. Otros dinosaurios eran carnívoros. Eran más peque- ños que los herbívoros. Tenían largos y filosos dien- tes, garras poderosas, patas traseras muy fuertes. Atacaban a otros animales, le enterraban los dientes y rasgaban la carne. Uno de los carnívoros más gran- des y temidos era el Tiranosaurio Rex. Era mucho más pequeño que los Seismosaurus. Con sus fuertes patas traseras podía correr a gran velocidad para perseguir a sus presas. Con las garras de las patas delanteras las atrapaba y le enterraba sus dientes filosos. Te rc er g ra do • U ni da d 2 Tipos de dinosaurios ¿Sabías tú que habían muchos tipos de dinosaurios? Te invito a leer sobre alguno de ellos. Velociraptor Era un dinosaurio carnívoro que andaba en dos pa- tas. Tenía una cola larga y rígida que servía de balan- ce. También tenía patas delanteras con tres garras, las que usaba para matar a sus presas. Sus patas tra- seras eran fuertes y largas lo que le permitía correr a gran velocidad. Su cabeza era alargada y estrecha. El velociraptor era más bien pequeño, medía 2 metros de largo y medio metro de alto. Tenía 28 dientes en la mandíbula superior y 28 en la inferior. Te rc er g ra do • U ni da d 2 Estegosaurio Era herbívoro, y sus patas traseras eran más largas que los brazos; probablemente andaba en cuatro pa- tas o corría sobre las traseras. Tenía una cola larga y en su lomo una hilera de placas que permitían prote- gerse de los ataques de los carnívoros. Su cabeza era muy pequeña y su cuerpo enorme. La cola terminaba en un grupo de espinas de hueso. Algu- nos científicos opinan que las placas le permitían, ade- más, controlar la temperatura corporal. Medía entre 9 y 12 metros de largo, 4 metros de altura y podía llegar a pesar 7 toneladas o 7000 kilos. Se reproducía por huevos. Te rc er g ra do • U ni da d 2 Triceratops El Triceratops tenía tres cuernos: uno sobre la na- riz y los otros sobre cada ojo. El collar era corto y el borde estaba rodeado de protuberancias óseas en zig- zag. Era pesado y con fuertes patas. Medía entre 9 y 11 metros. Se alimentaba de semillas y plantas. Vivía en mana- das, era tranquilo, y se cree que los rinocerontes des- cienden de él. Te rc er g ra do • U ni da d 2 Tiranosaurio Rex Fue el más grande de los carnívoros, y probablemen- te, el más aterrador. Alcanzaba 14 metros de largo y 6 metros de altura. Un hombre o una mujer difícil- mente hoy día alcanzaría su rodilla. Tenía una enorme cabeza de 1,5 metros de largo. Las poderosas man- díbulas tenían hileras de largos y afilados dientes de hasta 18 centímetros de largo cada uno. Si anduviera aún por el mundo, podría tragarse un hombre o una mujer enteros. Este dinosaurio andaba sobre sus dos patas traseras. Era el más temible de los dinosaurios carnívoros. Te rc er g ra do • U ni da d 2 Pteranodon Era un reptil volador, sus alas medían siete a ocho metros, mucho más que las de cualquier ave conocida, ya sea viva o extinta. Aunque sus alas podrían haber alcanzado el tamaño de una casa, solo pesaba 17 kilos, el peso de una niña o niño de dos o tres años. Se alimentaba exclusivamente de peces, por lo tanto le gustaba vivir cerca del agua. Con su largo pico aga- rraba los peces y los guardaba en una bolsa que tenía debajo del pico, al igual que los actuales pelícanos. Te rc er g ra do • U ni da d 2 Las crías de los dinosaurios En 1978, en Montana, Estados Unidos los paleontó- logos encontraron un nido de huevos de dinosaurios. Los huevos estaban quebradosy medían 20 centíme- tros. A su alrededor encontraron barro seco y varios fósiles de dinosaurios pequeños muertos. Al estudiar este nido se dieron cuenta de que los dinosaurios eran de casi 1 metro de largo. Es decir, habían nacido hace ya un buen tiempo. Esto quería decir que estos dinosaurios no abandonaban su nido para ir a comer. Seguramente sus padres iban a cazar y les traían el alimento al nido, al igual que lo hacen los pájaros actuales. Se cree que seguramente sus padres murieron mientras iban en busca de comi- da y que nunca regresaron para alimentar a sus crías. Te rc er g ra do • U ni da d 2 Como las crías sabían que no debían abandonar el nido todavía, murieron de hambre esperando a sus pa- dres. Esto permite asegurar que algunos dinosaurios cuidaban a sus crías hasta que se pudieran valer por si solos. Alrededor de ese nido encontraron muchos nidos más. Esto les permite a los paleontólogos pensar que los algunos dinosaurios anidaban juntos para defen- der las crías de los depredadores. Lo que nadie se ex- plica es cómo los dinosaurios que eran tan grandes no pisaban y aplastaban a sus crías. Deben de haber sido muy cuidadosos. Te rc er g ra do • U ni da d 2 Descubren uno de los dinosaurios más grandes del mundo Diario ABC Color 16 de Octubre del 2007 Paleontólogos argentinos y brasileros descubrieron en la Patagonia argentina fósiles de uno de los dino- saurios más grandes del mundo: el futalognkosaurus dukei, nueva especie que sería una de las tres más grandes del mundo. Vivió en la Patagonia argentina hace 88 millones de años. Este dinosaurio sería del orden de los saurópo- dos, que tienen el cuello muy largo, cabeza pequeña, medían entre 32 y 34 metros de largo y eran herbívo- ros, es decir se alimentaban de plantas o hierbas. Te rc er g ra do • U ni da d 2 Fue descubierto por Juan Porfiri en Los Barrales, Neuquén. Allí encontró la primera vértebra del cuello que medía 1,10 metros de altura y que pesaba entre 200 y 300 kilos. ¿Te puedes imaginar lo pesado que era el dinosaurio? El Sr. Porfiri encontró casi el 70% de los huesos fo- silizados del dinosaurio. Junto a los restos del dino- saurio se encontraron hojas de plantas y peces fosili- zados. Esto les permitirá a los paleontólogos estudiar al dinosaurio y averiguar sobre cómo era la vida a su alrededor. Te rc er g ra do • U ni da d 2 ¿Cómo buscan su alimento los distintos dinosaurios? La actividad más importante de los dinosaurios era buscar comida, criar a sus hijos y defenderse de sus depredadores. Los dinosaurios herbívoros recorrían el paisaje en busca de arbustos y árboles altos con muchas hojas. Se cree que siempre andaban en grupo para defenderse de sus depredadores. Muchos her- bívoros tenía cuernos, colas con huesos puntudos, pla- cas en el lomo que servían para atacar a sus enemigos en caso de necesidad. El Estegosauro era un ejemplo de esos herbívoros. Seguramente un Tiranosaurio Rex le temía a la cola con púas del Estegosauro. Te rc er g ra do • U ni da d 2 Habían otros dinosaurios que se dedicaban a ro- bar huevos de dinosaurios de los nidos. Eran rápidos y muy ágiles. Andaban sobre dos patas y con las pa- tas delanteras robaban los huevos. No tenían dien- tes, pero en su paladar tenían dos púas grandes que les servía para romper la cáscara de los huevos y así poder tragar su contenido. Los dinosaurios carnívoros se dedicaban todo el día a cazar para alimentarse o alimentar a sus hijos. Los carnívoros más pequeños eran muy veloces y tenían dientes afilados para cazar a sus presas. Po- dían llegar a correr hasta a 80 kilómetros por hora, eran más rápidos que un caballo. Te rc er g ra do • U ni da d 2 Los carnívoros grandes, como los Tiranosaurios Rex, eran los más temibles. Se acercaban lentamen- te y saltaban sobre la presa enterrando sus afilados dientes y arrancando la carne con grandes mascadas. Tenían 60 dientes y cada uno medía 18 centímetros. También les gustaba quitar las presas que otros dino- saurios habían cazado.