Perícopas Por Estudiante 1

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1 Tesalonicenses:

Capítulo 1:

 Maria Correa: Tesalonicenses 1: 4-8


4
Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección; 5 pues nuestro evangelio no llegó
a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena
certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros. 6 Y vosotros
vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran
tribulación, con gozo del Espíritu Santo, 7 de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de
Macedonia y de Acaya que han creído

Capítulo 2:
 Myriam Pineda: Tesalonicenses 2: 4-8
4
sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no
como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones. 5 Porque nunca
usamos de palabras lisonjeras, como sabéis, ni encubrimos avaricia; Dios es testigo; 6 ni buscamos
gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de
Cristo. 7 Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios
hijos. 8 Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no solo el
evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy
queridos.

 Abelardo Mojica: Tesalonicenses 2: 13-16


13
Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra
de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad,
la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes. 14 Porque vosotros, hermanos, vinisteis a
ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea; pues habéis padecido de
los de vuestra propia nación las mismas cosas que ellas padecieron de los judíos, 15 los cuales
mataron al Señor Jesús y a sus propios profetas, y a nosotros nos expulsaron; y no agradan a Dios, y
se oponen a todos los hombres, 16 impidiéndonos hablar a los gentiles para que estos se salven; así
colman ellos siempre la medida de sus pecados, pues vino sobre ellos la ira hasta el extremo.

 Huryth Jazmin: Tesalonicenses 2: 17-20


17
Pero nosotros, hermanos, separados de vosotros por un poco de tiempo, de vista pero no de
corazón, tanto más procuramos con mucho deseo ver vuestro rostro; 18 por lo cual quisimos ir a
vosotros, yo Pablo ciertamente una y otra vez; pero Satanás nos estorbó. 19 Porque ¿cuál es nuestra
esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo sois vosotros, delante de nuestro Señor
Jesucristo, en su venida? 20 Vosotros sois nuestra gloria y gozo.

Capítulo 3:

 Luis Ramirez: Tesalonicenses 3: 1-5


Por lo cual, no pudiendo soportarlo más, acordamos quedarnos solos en Atenas, 2 y enviamos a
Timoteo nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, para
confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe, 3 a fin de que nadie se inquiete por estas
tribulaciones; porque vosotros mismos sabéis que para esto estamos puestos. 4 Porque también
estando con vosotros, os predecíamos que íbamos a pasar tribulaciones, como ha acontecido y

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sabéis. 5 Por lo cual también yo, no pudiendo soportar más, envié para informarme de vuestra fe, no
sea que os hubiese tentado el tentador, y que nuestro trabajo resultase en vano.

 Nubia Campillo: Tesalonicenses 3: 1-5


9
Por lo cual, ¿qué acción de gracias podremos dar a Dios por vosotros, por todo el gozo con que nos
gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios, 10 orando de noche y de día con gran
insistencia, para que veamos vuestro rostro, y completemos lo que falte a vuestra fe?

11
Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesucristo, dirija nuestro camino a
vosotros. 12 Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos,
como también lo hacemos nosotros para con vosotros, 13 para que sean afirmados vuestros
corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor
Jesucristo con todos sus santos.

Capítulo 4:

 Clara Isaza: Tesalonicenses 4: 3-8


3
pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; 4 que cada uno de
vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; 5 no en pasión de concupiscencia, como
los gentiles que no conocen a Dios; 6 que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque
el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado. 7 Pues no nos ha llamado
Dios a inmundicia, sino a santificación. 8 Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a
Dios, que también nos dio su Espíritu Santo.

 Enilse Villalba: Tesalonicenses 4: 13-18


13
Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os
entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y
resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. 15 Por lo cual os decimos esto
en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor,
no precederemos a los que durmieron. 16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de
arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán
primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados
juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el
Señor. 18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.

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