Transductores de Temperatura

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Transductores de temperatura

INTRODUCCION

Es fácil realizar medidas de la temperatura con un sistema de adquisición de datos, pero la


realización de medidas de temperatura exactas y repetibles no es tan fácil.

La temperatura es un factor de medida engañoso debido a su simplicidad. A menudo


pensamos en ella como un simple número, pero en realidad es una estructura estadística cuya
exactitud y repetitividad pueden verse afectadas por la masa térmica, el tiempo de medida, el
ruido eléctrico y los algoritmos de medida. Esta dificultad se puso claramente de manifiesto en
el año 1990, cuando el comité encargado de revisar la Escala Práctica Internacional de
Temperaturas ajustó la definición de una temperatura de referencia casi una décima de grado
centígrado. (Imaginemos lo que ocurriría si descubriéramos que a toda medida que obtenemos
normalmente le falta una décima de amperio.)

Dicho de otra forma, la temperatura es difícil de medir con exactitud aún en circunstancias
óptimas, y en las condiciones de prueba en entornos reales es aún más difícil. Entendiendo las
ventajas y los inconvenientes de los diversos enfoques que existen para medir la temperatura,
resultará más fácil evitar los problemas y obtener mejores resultados.

En el siguiente informe se comparan los cuatro tipos más corrientes de transductores de


temperatura que se usan en los sistemas de adquisición de datos: detectores de temperatura
de resistencia (RTD), termistores, sensores de IC y termopares. La elección de los
transductores de temperatura adecuados y su correcta utilización puede marcar la diferencia
entre unos resultados equívocos y unas cifras fiables. Los termopares son los sensores más
utilizados pero normalmente se usan mal. Por eso vamos a dedicar una atención especial a
estos dispositivos.

Una vez conocido la forma en que operan cada tipo de transductor de temperatura se
analizaran las especificaciones técnicas de los mismos (de manera comercial) para determinar
cuales son los factores más importantes a considerar para la elección de los mismos.

Conceptos Básicos Transductores de Temperatura

Los transductores eléctricos de temperatura utilizan diversos fenómenos que son


influidos por la temperatura y entre los cuales figuran:

 Variación de resistencia en un conductor (sondas de resistencia).


 Variación de resistencia de un semiconductor (termistores).

 f.e.m. creada en la unión de dos metales distintos (termopares).

 Intensidad de la radiación total emitida por el cuerpo (pirómetros de radiación).

 Otros fenómenos utilizados en laboratorio (velocidad del sonido en un gas, frecuencia


de resonancia de un cristal, etc.).

Los metales puros tienen un coeficiente de resistencia de temperatura positivo bastante


constante. El coeficiente de resistencia de temperatura, generalmente llamado coeficiente
de temperatura es la razón de cambio de resistencia al cambio de temperatura. Un coeficiente
positivo significa que la resistencia aumenta a medida que aumenta la temperatura. Si el
coeficiente es constante, significa que el factor de proporcionalidad entre la resistencia y la
temperatura es constante y que la resistencia y la temperatura se graficarán en una línea recta.
Cuando se usa un alambre de metal puro para la medición de temperatura , se le refiere como
detector resistivo de temperatura , o RTD ( por las siglas en ingles de resistive temperature
detector).

Cuando se usan óxidos metálicos para la medición de temperatura, el material de oxido


metálicos conformado en forma que se asemejan a pequeños bulbos o pequeños capacitores.
El dispositivo formado así se llama Termistor . Los termistores tienen coeficientes de
temperatura negativos grandes que no son constantes . En otras palabras, el cambio de
resistencia por unidad de cambio de temperatura es mucho mayor que para el metal puro, pero
el cambio es en la otra dirección: la resistencia disminuye a medida que se aumenta la
temperatura. El hecho de que el coeficiente no sea constante significa que el cambio en la
resistencia por unidad de cambio de temperatura es diferentes a diferentes temperaturas.

La linealidad extrema de los termistores los hace poco apropiados para la medición de
temperatura a través de rangos amplios . Sin embargo, para la medición de temperaturas
dentro de bandas angostas, están muy bien dotados , pues dan una gran respuesta a un
cambio de temperatura pequeño.

Como regla general, los termistores son preferibles cuando la banda de temperaturas esperada
es angosta, mientras que los RTD son preferibles cuando la banda de temperatura esperada es
amplia.

Con tantos transductores, ¿con cuál nos quedamos?

Ningún transductor es el mejor en todas las situaciones de medida, por lo que tenemos que
saber cuándo debe utilizarse cada uno de ellos. Como podemos ver, en la Tabla 1 se están
comparando los cuatro tipos de transductores de temperatura más utilizados, y refleja los
factores que deben tenerse en cuenta: las prestaciones, el alcance efectivo, el precio y la
comodidad.
Un análisis más detallado de cada uno de estos cuatro tipos nos ayudará a entender las
diferencias.

TIPOS DE TRANSDUCTORES DE TEMPERATURA

Termómetros de Resistencia

La medida de temperatura utilizando sondas de resistencia depende de las características de


resistencia en función de la temperatura que son propias del elemento de detección.

El elemento consiste usualmente en un arrollamiento de hilo muy fino del conductor adecuado
bobinado entre capas de material aislante y protegido con un revestimiento de vidrio o de
cerámica.

El material que forma el conductor se caracteriza por el llamado "coeficiente de temperatura


de resistencia" que expresa, a una temperatura especificada, la variación de la resistencia en
ohmios del conductor por cada grado que cambia su temperatura.

La relación entre estos factores puede verse en la expresión lineal siguiente:

Rt = R0 (1 +  t)
En la que:

R0 = Resistencia en ohmios a 0°C.

Rt = Resistencia en ohmios t °C.

 = Coeficiente de temperatura de la resistencia.

Detectores de temperatura de resistencia

El detector de temperatura de resistencia (RTD) se basa en el principio según el cual la


resistencia de todos los metales depende de la temperatura. La elección del platino en los RTD
de la máxima calidad permite realizar medidas más exactas y estables hasta una temperatura
de aproximadamente 500 ºC. Los RTD más económicos utilizan níquel o aleaciones de níquel,
pero no son tan estables ni lineales como los que emplean platino.

En cuanto a las desventajas, el platino encarece los RTD, y otro inconveniente es el


autocalentamiento. Para medir la resistencia hay que aplicar una corriente, que, por supuesto,
produce una cantidad de calor que distorsiona los resultados de la medida.

Una tercera desventaja, que afecta al uso de este dispositivo para medir la temperatura, es la
resistencia de los RTD. Al ser tan baja, la resistencia de los hilos conductores que conectan el
RTD puede provocar errores importantes. En la denominada técnica de dos hilos (Figura 1a), la
resistencia se mide en los terminales del sistema de adquisición de datos, por lo que la
resistencia de los hilos forma parte de la cantidad desconocida que se pretende medir. Por el
contrario, la técnica de cuatro hilos (Figura 1b) mide la resistencia en los terminales del RTD,
con lo cual la resistencia de los hilos queda eliminada de la medida. La contrapartida es que se
necesita el doble de cables y el doble de canales de adquisición de datos. (La técnica de tres
hilos ofrece una solución intermedia que elimina un cable, pero no es tan precisa.)

Termistores

Los Termistores son semiconductores electrónicos con un coeficiente de temperatura de


resistencia negativo de valor elevado y que presentan una curva característica lineal tensión-
corriente siempre que la temperatura se mantenga constante.
La relación entre la resistencia y la temperatura viene dada por la expresión.

En la que:

Rt= Resistencia en ohmios a la temperatura absoluta Tt.

R0= Resistencia en ohmios a la temperatura absoluta de referencia T0.

 = constante dentro de un intervalo moderado de temperaturas.

Hay que señalar que para obtener una buena estabilidad en los termistores es necesario
envejecerlos adecuadamente.

Los termistores de conectan a puentes de Wheatstone convencionales o a otros circuitos de


medida de resistencia. En intervalos amplios de temperatura, los termistores tienen
características no lineales. Al tener un alto coeficiente de temperatura poseen una mayor
sensibilidad que las sondas de resistencia estudiadas y permiten incluso intervalos de medida
de 1°C (span). Son de pequeño tamaño y su tiempo de respuesta depende de la capacidad
térmica y de la masa del termistor variando de fracciones variando de fracciones de segundo a
minutos.

La distancia entre el termistor y el instrumento de medida puede ser considerable siempre que
el elemento posea una alta resistencia comparada con la de los cables de unión. La corriente
que circula por el termistor a través del circuito de medida debe ser baja para garantizar que la
variación de resistencia del elemento sea debida exclusivamente a los cambios de
temperaturas del proceso.

Los termistores encuentran su principal aplicación en la compensación de temperatura, como


temporizadores y como elementos sensibles en vacuómetros.

Los termistores, que son detectores resistivos fabricados normalmente de semiconductores


cerámicos, ofrecen una impedancia mucho más alta que los RTD, por lo que la reducción de
los errores provocados por los hilos conductores hace bastante factible el uso de la técnica de
dos hilos, que es más sencilla. Su alto rendimiento (un gran cambio de resistencia con un
pequeño cambio de temperatura) permite obtener medidas de alta resolución y reduce aún más
el impacto de la resistencia de los hilos conductores. Por otra parte, la bajísima masa térmica
del termistor minimiza la carga térmica en el dispositivo sometido a prueba.

No obstante, la baja masa térmica también plantea un inconveniente, que es la posibilidad de


un mayor autocalentamiento a partir de la fuente de alimentación utilizada en la medida. Otro
inconveniente del termistor es su falta de linealidad, que exige un algoritmo de linealización
para obtener unos resultados aprovechables.

Sensores de IC

Los sensores de circuitos integrados resuelven el problema de la linealidad y ofrecen altos


niveles de rendimiento. Son, además, relativamente económicos y bastante precisos a
temperatura ambiente.
Sin embargo, los sensores de IC no tienen tantas opciones de configuraciones del producto o
de gama de temperaturas, y además son dispositivos activos, por lo que requieren una fuente
de alimentación.

Los sensores de IC forman parte de la tendencia hacia los "sensores inteligentes", que son
unos transductores cuya inteligencia incorporada facilita las actividades de reducción y análisis
de datos que el usuario debe realizar normalmente en el sistema de adquisición de datos.

Termopares

Los termopares se utilizan extensamente, ya que ofrecen una gama de temperaturas mucho
más amplia y una construcción más robusta que otros tipos. Además, no precisan alimentación
de ningún tipo y su reducido precio los convierte en una opción muy atractiva para grandes
sistemas de adquisición de datos. Sin embargo, para superar algunos de los inconvenientes
inherentes a los termopares y obtener resultados de calidad, es importante entender la
naturaleza de estos dispositivos.

Estudios realizados sobre el comportamiento de termopares han permitido establecer tres leyes
fundamentales:

I. Ley del circuito homogéneo. En un conductor metálico homogéneo no puede


sostenerse la circulación de una corriente eléctrica por la aplicación exclusiva de calor.
II. Ley de metales intermedios. Si en un circuito de varios conductores la temperatura es
uniforme desde un punto de soldadura A a otro punto B, la suma algebraica de todas
las fuerzas electromotrices es totalmente independiente de los conductores metálicos
intermedios y es la misma que si se pusieran en contacto directo A y B.

III. Ley de las temperaturas sucesivas. La f.e.m. generada por un termopar con sus
uniones a las temperaturas T1 T3 es la suma algebraica de la f.e.m. del termopar con
sus uniones a T1 T2 de la f.e.m. del mismo termopar con sus uniones a las
temperaturas T2 T3.

Cómo funcionan los Termopares

El comportamiento de un termopar se basa en la teoría del gradiente, según la cual los propios
hilos constituyen el sensor. La Figura 2A ilustra este concepto. Cuando se calienta uno de los
extremos de un hilo, le produce una tensión que es una función de (A) el gradiente de
temperatura desde uno de los extremos del hilo al otro, y (B) el coeficiente de Seebeck, una
constante de proporcionalidad que varía de un metal a otro.

Un termopar se compone sencillamente de dos hilos de diferentes metales unidos en un


extremo y abiertos en el otro (Figura 2b). La tensión que pasa por el extremo abierto es una
función tanto de la temperatura de la unión como de los metales utilizados en los dos hilos.
Todos los pares de metales distintos presentan esta tensión, denominada tensión de Seebeck
en honor a su descubridor, Thomas Seebeck.
En pequeñas gamas de temperaturas, los coeficientes de Seebeck de los dos hilos son
constantes y la tensión de Seebeck es, por consiguiente, proporcional, pero en gamas más
grandes, el propio coeficiente de Seebeck es una función de la temperatura, convirtiendo la
tensión de Seebeck en no lineal. Como consecuencia, las tensiones del termopar también
tienden a ser no lineales.

Temperatura relativa frente a temperatura absoluta

Los RTD, termistores y sensores de IC miden todos ellos temperaturas absolutas, pero el
termopar mide solamente temperaturas relativas, y el motivo resulta obvio cuando pensamos
en la conexión de un termopar a un voltímetro o a un sistema de adquisición de datos.
Supongamos que estamos utilizando un termopar Tipo J, que es el más normal y consiste en
un hilo de hierro y otro de constantan (una aleación con un 45% de níquel y un 55% de cobre).
¿Qué ocurrirá cuando conectemos los dos hilos conductores de prueba, que probablemente
sean de cobre? Que crearemos otros dos termopares (Figura 3), cada uno de los cuales
aportará una tensión al circuito, con lo que tendremos tres termopares y tres temperaturas
desconocidas.

La solución clásica a este dilema consiste en añadir un termopar opuesto y una unión de
referencia a una temperatura conocida (Figura 4). En este ejemplo, el termopar opuesto es otra
unión de cobre y hierro equivalente a la unión de cobre y hierro que hemos creado al añadir un
hilo conductor de cobre al hilo conductor de hierro del termopar "real". Estas dos uniones, si
están aisladas en un bloque isotérmico (temperatura constante), se anularán mutuamente.

Ahora tenemos sólo dos uniones, la unión original del termopar (Tx) y la de referencia (Tref)
que acabamos de añadir. Si conocemos la temperatura de la unión de referencia, podremos
calcular Tx. (Muchos sistemas de adquisición de datos y muchos voltímetros que efectúan
medidas con un termopar realizan este cálculo de forma automática.)
Lamentablemente, la naturaleza de la temperatura dificulta un poco las cosas en este caso, ya
que hay muy pocos puntos de referencia prácticos y económicos para la temperatura. Los
puntos de congelación y ebullición del agua, a 0 y a 100 ºC respectivamente, son
prácticamente los únicos asequibles que nos ofrecen la Madre Naturaleza. Una forma habitual
de determinar la temperatura de Tref es introducir físicamente la unión en un baño de hielo,
forzando la temperatura a 0 ºC. De hecho, todas las tablas de termopares utilizan un baño de
hielo como referencia.

Ahora, para simplificar el panorama

El enfoque del baño de hielo ofrece lecturas exactas, pero no es precisamente el accesorio
más indicado para un sistema de adquisición de datos y, además, seguimos teniendo que
conectar dos termopares. El primer paso hacia la simplificación es eliminar el baño de hielo. Si
medimos Tref con un dispositivo de medida de temperaturas absolutas (como por ejemplo un
RTD) y compensamos el resultado matemáticamente, no tenemos necesidad de forzarlo a 0
ºC.
El siguiente paso es eliminar el segundo termopar (Figura 5). Ampliando el bloque isotérmico
para incluir Tref, ajustamos la temperatura del bloque isotérmico a Tref (puesto que los otros
dos termopares del bloque siguen anulándose mutuamente).

La determinación de Tref es cuestión de medir la temperatura del bloque isotérmico con el RTD
o con otro cualquier dispositivo de medida de temperaturas absolutas.

Cómo llegar a la respuesta (por fin)

Tref es una de las dos cantidades que necesitamos conocer para calcular Tx. La otra es V, que
medimos con el sistema de adquisición de datos (o voltímetro). Aplicando la fórmula V = (Tx –
Tref), podemos calcular tensiones equivalentes para los dos valores de temperatura y a
continuación restar para determinar el valor de Tx.

En realidad, no queremos hacer el cálculo nosotros mismos, ya que el coeficiente no lineal de


Seebeck convierte esta tarea en un trabajo rutinario. Como hemos dicho anteriormente, los
voltímetros y los sistemas de adquisición de datos que efectúan medidas con termopares se
encargan a menudo de realizar el cálculo.

A propósito, los coeficientes de Seebeck y las tensiones de salida resultantes son números
pequeños (ver la Tabla 2), por lo que resulta difícil medir con exactitud tanto los niveles
absolutos como los cambios relativos. En este punto el ruido eléctrico puede alterar la precisión
de las medidas de temperatura. El acoplamiento magnético y electrostático se reduce utilizando
cable de par trenzado, reduciendo al mínimo la longitud de los hilos conductores y
permaneciendo alejado de campos magnéticos y eléctricos intensos. Por último, pero no por
ello menos importante, se necesita instrumentación capaz de realizar medidas de bajo nivel
limpias.
Tabla . Coeficientes de Seebeck y tensiones de salida para los termopares utilizados
habitualmente. Las dos cifras que representan los coeficientes para cada uno de los tipos
muestran la no linealidad a través de una amplia gama de temperaturas.

Un asunto adicional muy importante en el uso de termopares en la industria tiene que ver
con la variación de la temperatura ambiente en la uniones frías. Esta es la situación: si
supiéramos de antemano la temperatura de las uniones frías , entonces en lugar de relacionar
la lectura del voltímetro con la diferencia de temperatura , se podría relacionarla con la
temperatura de la unión caliente misma. Esto sería posible pues podríamos construir las tablas
de temperatura contra voltaje para que reflejaran el hecho de que las uniones frías están a una
cierta temperatura de referencia (como se le denomina) conocida.

Ejemplo:

Considere un termopar tipo J. A una diferencia de temperatura de 400 ºF, el voltaje de la malla
del termopar es de 12 mV. Si se supiera que la unión fría siempre estará, digamos a 75 ºF,
entonces podríamos concluir que un voltaje de la malla de 12 mV representaría una
temperatura de la unión caliente de 475 ºF

(475 ºF- 75 ºF = 400ºF ).

Mientras la unión fría se mantuviera constantemente a la temperatura de referencia de 75ºF se


podría ir directamente a la tabla del termopar y sumar 75 ºF a cada lectura de diferencia de
temperatura. El valor de temperatura resultante entonces representaría la temperatura de la
unión caliente.

De hecho, esto es exactamente lo que se hace en las tablas de termopares industriales. La


cifra de 75 ºF se ha escogido porque representa una estimación bastante razonable de la
temperatura ambiental promedio en una instalación industrial. (En las tablas de termopares
para uso de laboratorio, se considera normalmente que la temperatura de referencia es de 32
ºF, el punto de congelación del agua)
Para que el enfoque anterior funcione adecuadamente, la unión fría debe mantenerse
constantemente a la temperatura de referencia de 75 ºF. Esto por lo general es impráctico, a
menos que el dispositivo de medición de temperatura esté colocado en un cuarto con aire
acondicionado. Con toda seguridad, el equipo de medición estará ubicado junto con el equipo
industrial y la maquinaria. La temperatura ambiente podrá variar con facilidad de unos 50ºF en
el invierno a unos 100 ºF en el verano. Son comúnes los cambios de estación aún mayores en
la temperatura ambiente. Debido a esta variación en la temperatura de la unión fría, las mallas
de termopares industriales deben ser compensados

Códigos de color de los Termocuplas

El alambrado de las termocuplas esta codificado dependiendo del tipo. Diferentes países
utilizan códigos diferentes para los colores. Las códigos más comunes son:
Fotoceldas y Dispositivos Fotoeléctricos

Las Fotoceldas son pequeños dispositivos que producen una variación eléctrica en respuesta
a un cambio en la intensidad de la luz. Las fotoceldas pueden clasificarse como fotovoltaicas o
fotoconducticas.
Una celda fotovoltaica es una fuente de energia cuyo voltaje de salida varía en relación con la
intensidad de la luz en superficie. Una celda fotoconductiva es un dispositivo pasivo, incapaz de
producir energía . Su resistencia varía en relación con la intensidad de la luz en su superficie.

Industrialmente, las aplicaciones de las fotoceldas caen en dos categorías generales:

1. Detección de la presencia de un objeto opaco.

a. La detección puede hacerse en una base de todo o nada, en la que el circuito de la


fotocelda tiene solo dos estados de salida que representan la presencia o la ausencia
de un objeto. Este es el tipo de detección usada para contar las partes que viajan por
una banda transportadora, o para evitar la operación de un mecanismo si las manos
del operador no están fuera de la zona de trabajo.

b. La detección puede hacerse en una base continua, teniendo el circuito de la fotocelda


una salida continuamente variable que representa la posición variable del objeto. Este
es el tipo de detección usada para "observar" la orilla de una tira de material en
movimiento para evitar que se desvíe demasiado de su posición adecuada.

La ventaja principal de las fotoceldas sobre otros dispositivos de detección es que no se


requiere ningún contacto físico con el objeto en detección.

1. Detección del grado de translucidez ( capacidad de pasar luz ) o el grado de


luminiscencia ( capacidad de generar luz ) de un fluido o un sólido.

En estas aplicaciones, el proceso siempre ha sido dispuesto de manera que la translucidez o


luminiscencia representen una variable de proceso importante. Algunos ejemplos de variables
que pueden ser medidas de esta manera son densidad, temperatura y concentración de algún
compuesto químico específico ( monóxido de carbono, dioxido de carbono, agua, etc. ).

Pirómetros de Radiación

Los Pirómetros de radiación se fundan en la ley de Stefan Boltzmann, que dice que la
intensidad de energía radiante emitida por la superficie de un cuerpo aumenta
proporcionalmente a la cuarta potencia de la temperatura absoluta del cuerpo, es decir, W=KT4.
En la figura se representa el gráfico de la energía radiante de un cuerpo a varias temperaturas
en función de la longitud de onda. Desde el punto de vista de medición de temperaturas
industriales, las longitudes de onda térmicas abarcan desde 0.1 micras para las radiaciones
ultravioletas, hasta 12 micras para la radiaciones infrarrojas.

Los pirómetros de radiación miden, pues, la temperatura de un cuerpo a distancia en función de


su radiación. Los instrumento que miden la temperatura de un cuerpo en función e la radiación
luminosa que éste emite, se denominan pirómetros ópticos de radiación parcial o pirómetros
ópticos y los que miden la temperatura captando toda o una gran parte de la radiación emitida
por el cuerpo, se llaman pirómetros de radiación total.

Pirometros Opticos
Los pirómetros ópticos manuales se basan en la desaparición del filamento de una lámpara
al compararla visualmente con la imagen del objeto enfocado. Pueden ser de dos tipos:

a. De corriente variable en la lámpara.


b. De corriente constante en la lámpara con variación del brillo de la imagen de la fuente.

Los pirómetros ópticos automáticos son parecidos a los de radiación infrarrojos y consisten
esencialmente en un disco rotativo que modula desfasadas la radiación del objeto y la de una
lámpara estándar que inciden en fototubo multiplicador. Este envía una señal de salida en
forma de onda cuadrada de impulsos de corriente continua que coinciden en brillo la radiación
del objeto y la de la lámpara. En este momento la intensidad de corriente que pasa por la
lámpara es función de la temperatura.

El factor de emisión de energía radiante depende mucho del estado de la superficie del cuerpo
emisor; para un metal como el cobre pasa de 0,10 a 0,85 si el metal perfectamente cuenta con
el valor de absorción de la superficie.

Pirómetros de Radiación Total

El pirómetro de radiación total está formado por una lente de pyrex, silice o fluoruro de calcio
que concentra la radiación del objeto caliente en una termopila formada por varios termopares
de Pt-Pt/Rd de pequeñas dimensiones y montado en serie. La radiación está enfocada
incidiendo directamente en las uniones calientes de los termopares.

La f.e.m. que proporciona la termopila depende de la diferencia de temperaturas entre la unión


caliente (radiación procedente del objeto enfocado) y la unión fría. Esta última coincide con la
de la caja del pirómetro es decir, con la temperatura ambiente. La compensación de est se lleva
a cabo mediante una resistencia de níquel conectada en paralelo con los bornes de conexión
del pirómetro.

La compensación descrita se utiliza para temperaturas ambientes máximas de 120°C. a


mayores temperaturas se emplean dispositivos de refrigeración por aire o por agua, que
disminuyen la temperatura de la caja en unos 10 a 40°C por debajo de la temperatura
ambiente.

En la medición de bajas temperaturas la compensación se efectúa utilizando además una


resistencia termostática adicional que mantiene constante la temperatura de la caja en unos
50°C, valor que es un poco más alto que la temperatura ambiente que pueda encontrarse y
suficientemente bajo como para no reducir apreciablemente la diferencia de temperaturas útil.

El pirómetro puede apuntar al objeto bien directamente, bien a través de un tubo de mira
abierto (se impide la llegada de radiación de otras fuentes extrañas) o cerrado (medida de
temperatura en baños de sales para tratamientos térmicos, hornos).

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