El Psicoanálisis Como Alternativa en La Hipermodernidad Psychoanalysis As An Alternative To Hypermodernity
El Psicoanálisis Como Alternativa en La Hipermodernidad Psychoanalysis As An Alternative To Hypermodernity
El Psicoanálisis Como Alternativa en La Hipermodernidad Psychoanalysis As An Alternative To Hypermodernity
El psicoanlisis
como alternativa en la
hipermodernidad
Psychoanalysis as an alternative to
hypermodernity
Patricia Villar Boullosa
Facultad de Psicologa, Universidad de la Repblica (Uruguay)
Historia Editorial
Recibido: 26/03/2016
Aceptado: 25/07/2016
RESUMEN
ABSTRACT
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Psicologa, Conocimiento y Sociedad 6 (2), 243-258 (noviembre 2016 abril 2017) Revisiones ISSN: 1688-7026
P
ensar el lugar del psicoanlisis en la sociedad contempornea es abrir un
marco de las reflexiones sobre los desafos y las alternativas que se presentan en la
conviene comenzar con una breve consideracin sobre lo que se entiende por
como una prctica alternativa de salud mental en los tiempos que corren, cobrando
desde la Revolucin Francesa hasta mediados del siglo pasado, caracterizada por un
de un futuro mejor, desde todo punto de vista: poltico, social, econmico, cientfico.
ideolgico, con sus vertientes tanto prcticas como utpicas: liberalismo, marxismo,
trama y la actividad sociales (Vattimo, 1990). Lipovetsky, por su parte, sita esta cada,
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esta transformacin, en los aos 60, y la
denomina posmodernidad, poniendo el
libertades individuales ejercida por las instituciones que sostenan los discursos
lo superficial y lo efmero.
Sin embargo, ese carpe diem frvolo y sensual no fue ms que un brevsimo parntesis
en lo que, a la luz de las ltimas dcadas, continuara siendo la era moderna, solo que
trocado placer por angustia, libertad por incertidumbre, goce por eficacia. La falta de
futuro carece hoy de una orientacin teleolgica, lo cual puede relacionarse con la
dispositivos sociales que regulen la vida de los individuos, lo cual se vincula, sin lugar
a dudas, con la cada del poder del Estado. Vamos en un barco sin timonel (Bauman,
2003).
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Qu hace este Narciso hipermoderno, entonces,
cuando siente angustia, cuando no
Dice Lipovetsky (2006): Por todas partes, aumenta la rapidez de las operaciones ()
el tiempo falta y se vuelve problemtico (p. 61); el mercado aumenta su dictadura del
creciente como una preocupacin fundamental (p. 79); nos quejamos menos de tener
poco dinero o poca libertad que de tener poco tiempo (p. 82). Todas estas
bien preciado que, casi siempre, escasea y, siempre, cuesta manejar. Tiene tiempo,
Llmese lgica de la moda o del mercado, nuestras sociedades estn insertas en una
vida desde una racionalidad industrial, por oposicin a aquella poca en que los ciclos
productivo. Salta a la vista que, desde esta perspectiva, hay un desencuentro entre la
propuesta del psicoanlisis y las dems propuestas que recibe el Narciso de hoy, tanto
de la sociedad en general (fast food, cursos intensivos de casi todo, Llame ya! y
compre el ltimo modelo de algn aparato tecnolgico que, de ser especificado aqu,
ya estara caduco cuando el lector tomara contacto con este texto), como de la vasta
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Es interesante considerar, no obstante, que el problema de la duracin de un
[nfasis aadido] y acordes al fin. Pero es probable que obrara en ellos todava un
se abordaban las neurosis [nfasis aadido], como unos resultados ociosos de daos
psicoanlisis lleva tiempo. Ya lo haba dicho el mismo Freud (1986a) claramente, dos
dcadas antes, al afirmar que la falta de inteleccin [nfasis aadido] de los enfermos
Nadie esperara que se pudiera levantar con dos dedos una mesa pesada () no
obstante, tan pronto como se trata de las neurosis, que por el momento no parecen
todava insertas en la trama del pensar humano [nfasis aadido], aun personas
130).
para con los pacientes a la hora de comenzar un tratamiento. Esta reivindicacin tica
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cobra particular pertinencia en la hipermodernidad:
los psicoanalistas se enfrentan al
analtico (lo cual el propio Freud matiza, a efectos prcticos, en el mismo artculo de
Tarea, por cierto, nada fcil. Se volver sobre esto hacia el final de este trabajo.
Otro elemento a comentar de la primera cita freudiana es relativo a la razn por la cual
tratable desde su abordaje especfico. De alguna manera, esa misma idea est
plantear que la neurosis todava era algo muy reciente y no poda ser pensado e
mencionados intentos por abreviar la duracin de los anlisis es hijo de su poca (p.
219). O sea, desde sus orgenes, el psicoanlisis tuvo que lidiar con resistencias en
torno a su duracin (entre otros tantos frentes). La diferencia sera que al inicio, la
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cuyos miembros estn sumidos en una vorgine
fast que parece no permitir un punto
por terminada tan pronto esta consideracin. Qu hay detrs de ese rechazo a la
comienza con un comentario de Sbastien Charles. All, este destaca que el sujeto de
la actualidad est movido por una moral indolora [nfasis aadido], optativa ()
movida por emociones (Lipovetsky, 2006, p. 40). El mismo Lipovetsky retoma esta
idea ms adelante, al destacar que los sujetos actuales van en busca de una
(Lipovetsky, 2006, p. 96). En otras palabras, lo que ambos filsofos nos estn diciendo
Vale la pena detenerse en este punto y precisar lo que se quiere decir. No se trata de
que los sujetos hipermodernos no sufran. Muy al contrario, cuanto ms libre e intensa
2006, p. 89). Por qu sucede esto? En Ms all del principio de placer publicado en
1920, Freud (1984c) se detiene sobre la manera en que una situacin traumtica
causa dolor, al provocar que un quantum exagerado de estmulos del mundo exterior
psquicamente. Cuanto ms alta sea su energa quiescente propia, tanto mayor ser
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capacitado estar el sistema para recibir
energa afluyente, y ms violentas sern las
consecuencias de una perforacin de la proteccin antiestmulo como la considerada
(Freud, 1984c, p. 30).
O sea que dolor y ligadura psquica parecen ser inversamente proporcionales. Lo que
que permanecen dando vueltas al seno del psiquismo en calidad de intrusos. Si hay
Lipovetsky para caracterizar nuestra era los aparatos psquicos de estos sujetos
fuerza ligadora que los de sus antecesores modernos, tal como se observa en las
ltimas dcadas con el surgimiento de las patologas del dficit y los trastornos
mismo tiempo, ms expuestos al dolor que antes, y peor equipados para lidiar con l.
antes! Tal vez sea el momento de afinar los trminos y decir que no se trata de si hay
que en nuestras sociedades no hay un espacio legtimo para sentir, y luego procesar,
el dolor. Cuando duele, mejor salir corriendo. Hacia dnde? Sexo, drogas y rock
and roll? La lista hipermoderna es un poco ms larga: habra que agregar internet y
causada por la inseguridad (p. 87). Las vas de escape son mltiples y variadas. El
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denominador comn suele ser la promesa de satisfaccin inmediata, la vehiculizacin
Procesar el dolor es un trabajo largo y difcil. Por lo pronto, hay que empezar por
reconocerlo, por habilitarlo, por sentirlo. En una sociedad donde los analgsicos, los
altamente desestructurante, y, por lo tanto, hay que escapar de ella como se pueda.
Ahora bien, cmo vivir una vida sin dolor ni angustia? Cmo transitar por la
existencia sin perder objetos y situaciones que impongan un trabajo de duelo? He aqu
existe ms, y de l emana ahora la exhortacin de quitar toda la libido de sus enlaces
con ese objeto (p. 242). Se trata de una operacin que implica un gran gasto de
aqu, queda claro que tiempo, energa de investidura y dolor no estn en el haber de la
sentir dolor? Si tomar una pastilla aspira a dar una respuesta afirmativa a tan
sentido contrario. Sea cual sea la lectura de la obra freudiana de la que se trate, todas
coinciden en que el alivio del sufrimiento pasar, inevitablemente, por una emergencia
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de la angustia y un trabajo de reelaboracin
a partir de all. Y eso no sucede de una
con la solucin de nuestra tarea teraputica (Freud, 1984b, p. 404). Ahora bien, desde
la subjetividad hipermoderna, una vez que el dolor se haya atenuado, que los
sntomas hayan cedido, el proceso de cambio se dar por concluido. Nunca fue fcil
terminacin del anlisis. Esta tarea resulta doblemente ardua en la actualidad, cuando
ella est inserta en una sociedad regida por la lgica de la eficacia, la inmediatez y la
Dice Lipovetsky (2006): En la hipermodernidad todo es si como viera la luz una nueva
crecimiento y la madurez? En palabras del propio Freud (1986b): el anlisis hace que
represiones (p. 230). Pasar por un psicoanlisis, o por una terapia psicoanaltica,
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psicoanalizarse, sino que, ms bien, tendern
a expulsar del sistema esta prctica
Ante este estado de situacin, si uno alberga el deseo de insertarse en la trama social
social? Dar respuesta a semejante pregunta es, claramente, una tarea difcil e incierta.
contextos y realidades sociohistricas, como bien lo prueban las mltiples lneas que
Conviene, en este punto, definir aquellas caractersticas que todo abordaje debera
puedan entablar un dilogo. Valga, a este respecto, hacer un pequeo alto sobre la
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conceptualizacin de Bauman acerca de lo slido y lo lquido. El filsofo se refiere a
metfora gira en torno a las propiedades de los slidos y de los lquidos: los lquidos,
ni se atan al tiempo (Bauman, 2003, p. 8). Y ms adelante agrega: para ellos, lo que
cuenta es el flujo del tiempo ms que el espacio que puedan ocupar () los slidos
cancelan el tiempo; para los lquidos () lo que importa es el tiempo (Bauman, 2003,
mayor eficacia, lo cual dio lugar al Estado moderno, liberal y capitalista. Sin embargo,
ideolgica.
Si se retoma esta metfora para referirse al psicoanlisis, puede decirse que hay
ciertos aspectos de la tcnica que constituyen sus slidos, y otros que pueden licuarse
para adaptarse con ms facilidad a las circunstancias. Dentro del ncleo slido del
decir inconsciente del sujeto que sufre y que consulta. Para completar la serie de
ejemplo, tres meses, cosa habitual en estos das? Ha habido suficiente tiempo, en
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ese lapso, para que se despliegue toda la fantasmtica del sujeto en torno a la figura
mayores polos de conflicto. Excede el alcance de este trabajo especificar las posturas
en dos grandes puntos de vista: por un lado, se encuentran quienes han flexibilizado
trado por el paciente en transferencia. Esto busca rescatar una forma de escucha de
consultas e intervenciones de corta duracin. Por otro lado, estn quienes consideran
slidos del psicoanlisis y quienes admiten que se lo incluya entre los lquidos.
busca dar voz, en este trabajo, a las diferencias existentes al seno mismo del
imposible proponerse enumerar las notas esenciales, los slidos del psicoanlisis, sin
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hacer referencia a un concepto tan central como la transferencia. Si hay algo que esto
con la hipermodernidad no es algo que pueda hacerse de manera simple. Pero no por
hipermodernos puedan dejar de flotar, o de correr, por un rato, y poner pie en tierra;
relacin con otro ser humano, construir su propia manera de estar en el mundo, y de
compartirlo.
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Referencias bibliogrficas
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Freud, S. (1986a). Obras completas: Vol. 12. Sobre un caso de paranoia descrito
%20Tomo%20XII.pdf
de http://bibliopsi.org/docs/freud/23%20-%20Tomo%20XXIII.pdf
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Formato de citacin
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http://revista.psico.edu.uy/
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