Turro
Turro [a] o Thurro fue un líder carpetano que vivió alrededor del 179 a. C. Lo único que conocemos de él nos lo transmite Tito Livio en el párrafo 49 de su Ab Urbe condita libro XL. El contexto histórico en que se cita a Turro es el de la conquista romana de Carpetania en la fase final de la misma cuando las acciones bélicas formaban parte también de la primera guerra celtíbera. Estudios sobre la estructura política de los carpetanos y dicha conquista romana han permitido detallar más profundamente la naturaleza de este personaje histórico y el papel que jugó en su época. Turro es mencionado en el 179 a. C. como padre de varios hijos por lo que probablemente su edad en esa fecha sería de unos cuarenta y cinco años y su nacimiento rondaría el 225 a. C. viviendo durante su infancia la resistencia carpetana frente a los cartagineses.
Thurro | ||
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Información personal | ||
Nombre en latín | Thurrus | |
Nacimiento |
Fecha desconocida. Alrededor del 220 a. C. Probablemente en alguna población de Carpetania | |
Fallecimiento | Fecha desconocida. Alrededor del 160 a. C. | |
Información profesional | ||
Ocupación | Jefe tribal | |
Años activo | desde 179 a. C. | |
Lealtad | ||
Rango militar | Líder tribal carpetano | |
Conflictos |
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Fuentes clásicas
editarLa única información histórica que tenemos de Turro es la mención sobre él realizada por Tito Livio durante el relato de la campaña de Tiberio Sempronio Graco en tierras carpetanas y celtíberas durante el 179 a. C.:
«(Graco) marchó después de vuelta a Alce y comenzó el asedio de aquel lugar. Al principio los habitantes resistieron los asaltos, pero cuando se vieron atacados por máquinas de asedio además de por armas, dejaron de confiar en la protección de sus murallas y se retiraron todos a la ciudadela. Por último, enviaron emisarios poniéndose ellos y todos sus bienes a merced de los romanos. Aquí se capturó una gran cantidad de botín, así como muchos de sus nobles, entre los que se encontraban dos hijos y la hija de Turro. Este hombre era el régulo de aquellos pueblos, y con mucho el hombre más poderoso de Hispania. Al enterarse del desastre a sus compatriotas, mandó a solicitar un salvoconducto para visitar a Graco en su campamento. Cuando llegó, su primera pregunta fue si se les permitiría vivir a su familia y a él. Al responderle el pretor que sus vidas estarían a salvo, le preguntó, además, si se le permitiría luchar del lado de los romanos. Graco también le concedió esa petición y él le dijo: "Te seguiré contra mis antiguos aliados, ya que ellos no han querido tomar las armas para defenderme". A partir de entonces, estuvo junto a los romanos y en muchas ocasiones sus valientes y fieles servicios resultaron útiles a la causa romana.»Ab Urbe condita.[1]
Los líderes de los carpetanos
editarLos carpetanos eran un pueblo céltico [2] con importantes influencias culturales íberas que vivían en la Meseta Sur, alrededor del curso alto del Tajo, en un territorio ocupado hoy por la provincia de Madrid y parte de las provincias de Toledo, Guadalajara, Cuenca y Ciudad Real.
Este pueblo tenía una estructura política bastante descentralizada y basada en ciudades-Estado o pequeños ámbitos comarcales [3] que eran gobernados por magistrados o consejos de ancianos como sucedía en Cértima. No nos consta por las fuentes clásicas o la arqueología la existencia en circunstancias normales de líderes que dominasen todo o gran parte de su territorio, si bien, parece que en situaciones extraordinarias aparecieron líderes como Turro que aglutinaron a gran parte de su población.
La conquista romana de Carpetania
editarLa conquista romana tuvo como objetivo la protección de los territorios romanos de la actual Andalucía frente a los ataques de las tribus del interior peninsular. Necesitó catorce años y se desarrolló en dos fases:
Primeramente se buscó el objetivo de dominar Toletum y sus vados sobre el Tajo consolidando una línea defensiva en este río.[4]
Posteriormente, las acciones militares se centraron en frenar la expansión de los celtíberos sobre la zona oriental de la Carpetania formando los acontecimientos bélicos finales también parte de la primera guerra celtíbera.[5]
Al final de esta segunda fase, la conquista de Toletum y la buscada línea defensiva en el Tajo habían quedado consolidadas a la vez que la reciente toma de Contrebia Carbica había puesto freno en gran parte a la expansión celtíbera. Sin embargo, amplias zonas de Carpetania se mantenían todavía fuera del dominio romano.
El área carpetana situada en su extremo suroriental quedó bajo una especie de protectorado celtíbero. Sobre esta zona inició su campaña Graco con los ataques a Cértima y Alce, poblaciones que confiaban en la protección de un contingente celtíbero acuartelado en las cercanías. Este contingente rechazó auxiliar a Cértima provocando su rendición[6] y no fue capaz de evitar la caída de Alce, población donde se refugiaban los hijos de Turro.
El papel de Turro
editarTurro sería probablemente el líder que aglutinaba a los carpetanos de dichas zonas que todavía resistían al inicio de la campaña de Graco. Tito Livio dice de él que era «...el régulo de aquellos pueblos, y con mucho el hombre más poderoso de Hispania» debiendo esto último entenderse en el sentido de que por «Hispania» Tito Livio refería la parte fuera del control romano y que estaba siendo objeto de sus acciones militares en ese momento, esto es, la Carpetania.
Turro debió quedar profundamente decepcionado con los celtíberos y la capacidad real de éstos para hacer frente al avance romano. El contingente estacionado en la zona carpetana fue claramente insuficiente e inoperante; abandonó a su suerte a la población de Cértima que tuvo que rendirse y no pudo hacer nada por la protección de Alce al ser aniquilado por Graco al atraerlos al campamento romano mediante una estratagema. Los celtíberos ni siquiera pudieron evitar que el general romano penetrara profundamente en su territorio asolando el territorio limítrofe con Carpetania hasta lograr la rendición sin lucha de Ercávica,[7] la población más importante de esa zona.
Ante esta situación, Turro se entrevistó con Graco] y acordó con él entrar en alianza con los romanos. Este acuerdo de alianza o amicitia [8] sería seguido por toda la Carpetania incluyendo aquellas zonas, como gran parte del territorio al norte del Tajo, que se mantenían todavía fuera del control romano. Desde ese momento no se registraron acciones militares romanas contra ninguna población carpetana, antes bien, fueron los carpetanos los que sufrieron ataques de tribus vecinas como los lusitanos o los vacceos por su condición de aliados de los romanos.
Véase también
editarNotas
editar- ↑ En latín, Thurrus.
Referencias
editar- ↑ Tito Livio XL.49.
- ↑ Salinas de Frías, 1986-1987, p. 32.
- ↑ Ruiz Zapatero y Álvarez Sanchís, 2013, pp. 350-351.
- ↑ Gonzalo Carrasco, 2003, pp. 19-22.
- ↑ Blázquez Martínez, 1987, p. 200.
- ↑ Tito Livio. Ab Urbe Condita. XL, 47.
- ↑ Tito Livio XL.50.
- ↑ Knapp, 1973, p. 46.
Bibliografía
editar- Blázquez Martínez, José María (1987). «El estado de Burebista y los pueblos de la Península Ibérica en época helenística». Gerion (5): 195-210. ISSN 0213-0181.
- Carrasco Serrano, Gregorio (2008). Universidad de Castilla-La Mancha, ed. La intervención romana en Castilla-La Mancha. La anexión del territorio; (parte de: Carrasco, Gregorio (Coord.) "La romanización en el territorio de Castilla-La Mancha") (pdf). pp. 13-32. ISBN 978-84-8427-623-4.
- Knapp, Robert C. (1973). Roman provinces of Iberia to 100 B.C.
- Martínez Velasco, Antxoka (2011). «Conquista y romanización en La Mancha y el Campo de Montiel. El campamento romano de El Real (Campo de Criptana, CR)». Revista de Estudios del Campo de Montiel (2): 57-94. ISSN 1989-595X.
- Ruiz Zapatero, Gonzalo; Álvarez Sanchís, Jesús (2013). Vacceos, vettones y carpetanos ante el ataque de Aníbal (parte de: "Fragor Hannibalis. Aníbal en Hispania") (pdf). Comunidad de Madrid. pp. 334-355. ISBN 978-84-451-3466-5.
- Salinas de Frías, Manuel (1986-1987). «Indigenismo y romanización en Carpetania». Studia historica. Historia antigua (4-5): 27-36. ISSN 0213-2052.