René Caillié

explorador francés

René Caillié (Mauzé-sur-le-Mignon,19 de noviembre de 1799 - La Gripperie-Saint-Symphorien, 17 de mayo de 1838) fue un viajero y explorador francés que alcanzó la fama por ser el primer europeo en volver de Tombuctú, una de las ciudades más emblemáticas del río Níger, en Malí.

René Caillié
Información personal
Nacimiento 19 de noviembre de 1799 Ver y modificar los datos en Wikidata
Mauzé-sur-le-Mignon (Francia) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 17 de mayo de 1838 Ver y modificar los datos en Wikidata
La Gripperie-Saint-Symphorien (Francia) Ver y modificar los datos en Wikidata
Causa de muerte Tuberculosis Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Francesa
Religión Cristianismo Ver y modificar los datos en Wikidata
Lengua materna Francés Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Explorador, viajero y escritor de viajes Ver y modificar los datos en Wikidata
Área Exploraciones europeas de África Ver y modificar los datos en Wikidata
Distinciones

Biografía

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René Caillié nació en Mauzé-sur-le-Mignon, [1] en el departamento de Deux-Sèvres, el 19 de noviembre de 1799. Hijo de un panadero pobre, se queda huérfano muy temprano. Con sólo 16 años, dejó su pueblo, y un año después, en 1816 se enroló como grumete en una escuadra que partía de Burdeos con el propósito de recuperar Senegal, que el Tratado de París había devuelto a Francia después de la caída de Napoleón. Uno de los barcos de esa expedición era La Méduse, conocido por el célebre cuadro de Géricault, La balsa de la Medusa, que ilustró el triste episodio en que los tripulantes del barco, embarrancado delante de las costas de Mauritania, quedan a merced de las olas en una balsa.

Más afortunado, René llegó a Saint Louis, en Senegal, e intentó unirse a una expedición inglesa que seguía los pasos de Mungo Park, el célebre explorador que llevaba diez años desaparecido en África, pero no tuvo éxito y para sobrevivir se vio obligado a embarcar en un viaje a la isla de Guadalupe, en las Antillas. Desde allí regresó a Burdeos y viajó otra vez a Saint Louis, donde se apuntó en otra expedición británica que trataba de rescatar la anterior, dirigida por el mayor Gray, que se hallaba prisionero en el interior de África.

Durante los años siguientes, René Caillié viajó varias veces a las Antillas con el fin de dedicarse al comercio y ahorrar dinero para realizar el sueño de su vida, llegar a la ciudad de Tombuctú, a la cual ningún europeo había visitado hasta entonces, siendo conocida apenas por la descripción que hiciera en el siglo XVI el musulmán granadino León el Africano. Mientras tanto, en 1826, el oficial británico Alexander Gordon Laing, procedente de Trípoli, había logrado llegar a la ciudad de Tombuctú, pero murió asesinado por tribus hostiles cuando salía de ella.

Viaje a Tombuctú

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Interior de la mezquita Djingareiber en Tombuctú.

Caillié conocía que Tombuctú era considerada "ciudad santa" por los musulmanes de África y que los extranjeros ajenos al Islam no eran admitidos en ella, de modo que adoptó un plan: aprender las costumbres locales, estudiar el Corán y poder expresarse en lengua árabe, descartando viajar con cargadores locales o usando vestimentas europeas, para así trasladarse con pocas dificultades y sin temor a enfrentarse a poblaciones hostiles en el camino. En abril de 1827, por fin, salió de Saint Louis (Senegal) integrándose en una pequeña caravana de comerciantes, haciéndose pasar ante sus compañeros de viaje por un veterano soldado egipcio que había sido enrolado a la fuerza en las tropas de Napoleón I y que, desde Europa, viajaba de retorno a su patria.

A pesar de su crecida barba, su aspecto europeo no dejará de ocasionarle algunos problemas, pero por fin Caillé entró en Mali y consiguió llegar a la localidad de Djenné (Yenné, en algunos mapas españoles), en la cuenca del río Níger, a 500 kilómetros de Tombuctú. Allí Caillé se embarcó a bordo de una pequeña chalupa de mercaderes y un año después de su partida de Saint-Louis, el 20 de abril de 1828, Caillié alcanzó la ciudad soñada, Tombuctú, siempre haciéndose pasar por musulmán.

Permaneció Caillié dos semanas en la ciudad, tomando notas que guardará entre las páginas del Corán, y la abandonó uniéndose a una caravana transportadora de esclavos que partía hacia Marruecos atravesando el Sahara. El 12 de agosto de ese año Caillié llegó a Fez, y pocos días después a Tánger, donde se presentó ante el cónsul francés y reveló su identidad. En 1830, después de 16 años de ausencia, regreso por fin a Francia, y, en diciembre, la Sociedad Geográfica de París le hizo entrega de los diez mil francos que había prometido a quien regresare de Tombuctú con una descripción auténtica de la ciudad. También la misma Sociedad le otorgó ese mismo año la Gran medalla de oro de las exploraciones y viajes de descubrimiento.

En 1830, Caillié publicará una narración de su viaje titulada "Journal d'un voyage à Tombouctou", que le asegurará un gran renombre, además de describir de modo detallado la ciudad de Tombuctú tal como se encontraba a inicios del siglo XIX, advirtiendo que Tombuctú era en verdad una urbe empobrecida y ruinosa, pues su esplendor que le había dado gran fama en Europa era cosa de un pasado muy lejano; también en su crónica mostraba curiosidad y respeto hacia la cultura de las poblaciones locales halladas a su paso. Tales observaciones sobre la decadencia de Tombuctú fueron inicialmente cuestionadas en Europa, pero resultaron confirmadas por el explorador alemán Heinrich Barth, quien también llegó a Tombuctú en 1858.

René Caillié se estableció en la localidad de Champagne (en el Charente Marítimo), donde fue designado alcalde, aunque se planteó retornar en alguna ocasión a la exploración de África. Caillié murió el 17 de mayo de 1838 en la cercana localidad de La Gripperie-Saint-Symphorien, a causa de una enfermedad contraída en África.

Enlaces externos

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