Libros sapienciales
Se denominan Libros sapienciales o Libros de la sabiduría a un subconjunto de libros del Antiguo Testamento cristiano.
Libros sapienciales | |||||
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Género | Literatura sapiencial | ||||
Contenido | |||||
Job Salmos Proverbios Eclesiastés Cantar de los Cantares Sabiduría Eclesiástico | |||||
Antiguo Testamento | |||||
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Según el canon católico y ortodoxo son siete, mientras que para la mayoría de iglesias protestantes y restauracionistas son cinco. En el judaísmo se clasifican por otros esquemas, aunque todos los sapienciales forman parte de los Ketuvim o «Escritos».
Libros sapienciales
editarEn los cánones hebreo y alejandrino:
- Job
- Salmos
- Proverbios
- Eclesiastés
- Cantar de los Cantares (también conocido como Cantares o Cantares de Salomón).
Exclusivos del canon alejandrino:
- Libro de la Sabiduría (también conocido como Sabiduría de Salomón).
- Libro de la Sabiduría de Jesús ben Sirá (también conocido como Eclesiástico y como Sirácida).
En el Cristianismo, todas las tradiciones incluyen en el Antiguo Testamento a los libros de la primera lista, mientras que algunas tradiciones les añaden los libros de Sabiduría y Sirácida, siendo estos parte de los libros deuterocanónicos.
Antiguo Oriente
editarLa literatura sapiencial fue rica en expresiones en todo el Antiguo Oriente. A lo largo de su historia, en el Antiguo Egipto se produjeron los Sebayt. En Mesopotamia, desde la época de los sumerios, están atestiguadas composiciones de proverbios, fábulas o poemas sobre el sufrimiento, del tipo del Libro de Job. Sin embargo, los asirios y babilonios del período más antiguo de su civilización solían orar con estos textos, pronunciándolos en forma de himnos o letanías (lamentaciones). El Himno a Atón, probablemente escrito por Ajenatón, el faraón que primero impuso la religión monoteísta en el Antiguo Egipto, según algunos estudiosos, habría inspirado el Salmo 104.[1]
Véase también
editarReferencias
editar- ↑ Marcelo Dos Santos. Axxon, ed. «Salmo 104». Consultado el 3 de febrero de 2022.
Bibliografía
editar- Anderson, B. W. (1988). The living world of the Old Testament, 4th Edition. Harlow: Longman. pp. 570ff.